Comienza enero y los precios suben: luz, agua, teléfono, transporte, tabaco... Un clásico de los albores del año. Los sellos de Correos valen un 2,7% más y mandar una carta sale por 37 céntimos. ¡Sesenta pesetas y pico de las de antes! Afortunadamente, las misivas de los Reyes Magos no se franquean. En Triana, puente y aparte, han decidido que la correspondencia para la Hermandad del Rosario se entrega en mano... o como mayor exactitud: en barra.
El bar Santa Ana, en la calle Pureza esquina con Vázquez de Leca, no sólo es un cuartel general al salir de la Catedral de Triana y punto de encuentro entre partidarios de Emilio Muñoz, aficionados al fútbol y a la Esperanza, sino también el buzón oficial de la Virgen del Rosario, patrona de capataces y costaleros. Allí, ante carteles de toros, de Semana Santa y una televisión donde se suceden los partidos, lidian los números a la antigua usanza, escritos con tiza sobre la barra.
La cabeza de un toro de Bohórquez, ajeno a las subidas de Correos, supervisa que las cartas dirigidas a la Hermandad del Rosario se entreguen correctamente. Las misivas se mezclan con naturalidad entre tapas de soldaditos de Pavía, raciones de solomillo al whisky y servilletas que hacen gala del "buen ambiente cofrade" que allí se respira. Porque en el bar Santa Ana, el transcurso de los días supone una cuenta atrás para que vuelva a salir La Borriquita.
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