"L'imprévu n'existe pas". Ésta era la frase favorita del flemático caballero británico Phileas Fogg, protagonista de La vuelta al mundo en 80 días, maravillosa novela escrita por Julio Verne en 1872. Como sucedía en Miguel Strogoff, la obra reflexiona sobre la importancia del honor y la palabra dada. De esta manera, Fogg, un maniático de la puntualidad, se compromete ante sus colegas del Reform Club a dar la vuelta a la Tierra en tan sólo 80 jornadas, siguiendo el trayecto publicado en su periódico de cabecera, el Morning Chronicle.
Mucho más profana, la publicación de cabecera del Phileas Fogg español no es el Morning Chronicle, sino la revista Hola. Con un bastón y una medallita de San Judas, Cayetano Rivera comenzó este lunes su particular vuelta al mundo, aunque su primer destino es un misterio que desvelará próximamente en las páginas del cuore. Por si le sirve de inspiración, Fogg partió de Londres a Suez, de Suez a Bombay, de Bombay a Calcuta, de Calcuta a Hong Kong, de Hong Kong a Yokohama, de Yokohama a San Francisco, de San Francisco a Nueva York y de Nueva York a Londres. En el trayecto, conoció la amistad de su mayordomo, el francés Jean Passepartout, e incluso el amor de Mrs. Aouda, una hermosa mujer india.
Preguntado por la prensa si durante su trayecto "estaría dispuesto a enamorarse", entre los efluvios de Loewe, Cayetano no ha cerrado la puerta a esta posibilidad: "Todo puede ocurrir", contestó. ¿Encontrará el Fogg ibérico a su Mrs. Aouda? No es la única coincidencia con el personaje británico, pues ambos usan chistera.
Suceda lo que suceda, podemos respirar tranquilos porque, en los próximos 80 días, Cayetano no pisará un ruedo. ¿Llegará a tiempo para la goyesca de Ronda? "La cuenta atrás ya comenzó, llegaremos sí o no, mi vuelta al mundo va a empezaaaaar...".
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