En Las Ventas, "concurso" y "desierto" son dos palabras que deberían ir cosidas como "chocolate" y "churros", "sábado" y "domingo" o "chotis" y verbena". Desierto quedó el concurso de las novilladas de promoción del mes de julio e igualmente desierto ha resultado este domingo la novillada concurso de ganaderías de encastes minoritarios (¡el festejo más marginal del mundo mundial!). Sobra decir que en ambos casos, "desierto" equivale a "ruina", pero no se trata ahora de ahondar el dedo en la llaga: los aficionados marginales-minoritarios-trogloditas también tenemos sentimientos.
Después de la debacle por el Barcial que jamás se lidió, el invento de la novillada concurso pintaba negro zaíno y sin lucero vega-villar que nos salvara; sin embargo, los sufridores-minoritarios peregrinamos hasta Las Ventas para vivir en nuestras carnes las tribulaciones del festejo. Los dos primeros novillos, ovacionados en el arrastre y que no salieron del todo mal, fueron un espejismo que nos insufló falsas esperanzas. Se trataba de los utreros de Partido de Resina -el más escurrido- y Jaral de la Mira, que sustituía al maldito de Barcial. Ambos se arrancaron tres veces al caballo, sin emplearse en exceso, pero con alegre galope. Luego, en la muleta, el de Partido de Resina fue noble, facilón, algo soso y con la cara a media altura (para cortarle una oreja sin apreturas). El de Jaral, tuvo algo más de clase, aunque fue a menos. Llegó el desastre con el tercero, un novillo guapo de Alonso Moreno de la Cova que se arrastraba derrengado de los cuartos traseros y que se devolvió por inválido. Salió en su lugar un sobrero de Casasola, esto, es, Producciones Domecq, que no pintaba nada entre tanto encaste minoritario y marginal. Fue un zambombo, manso, escobillado y protestón que no sirvió ni para filetes.
El camión de "Carnes Prieto" enfilando el Patio de Arrastre.
Una premonición
Una premonición
Llegó el turno del cuarto novillo, de Cubero-Buendía, que manseó en el caballo -recibió una primera vara criminal-, pero que no embistió mal en la muleta, humillado y con cierta chispa. La faena fue, no obstante, desastrosa y al animal lo arrastraron al desolladero sin torear. El quinto llevaba el hierro de Aurelio Hernando, un jabonero que acometió con emoción en el capote antes de lastimarse la mano derecha en el caballo y de ser escoltado por los bueyes de Florito de nuevo a los corrales. Salió un sobrero, también jabonero de Aurelio Hernando, que produjo cierto efecto de "déjà vu". Al picador no lo quiso ver ni en pintura y en la muleta desarrolló genio y trató de defenderse hasta que lo apuntillaron. El sexto y último novillo era un Coquilla de Sánchez Arjona, más serio que la mar (¿cómo es posible que un supuesto Coquilla pese casi cien kilos más que un Partido de Resina?) que, para no desentonar, cantó la gallina en el caballo y con la pañosa se puso bronco y peligroso. Hasta aquí el capítulo ganadero.
Después de caer el tercero, el personal de la plaza repasando el tapón
de champán para acabar con la mala suerte
de champán para acabar con la mala suerte
Los novilleros -Miguel Hernández "Miguelín", Raúl Rivera y Alberto Escobar-, con sus correspondientes cuadrillas -a excepción de Rafa González-, colaboraron para que el espectáculo fuera aún más ruinoso. Sin presenciar una novillada como la de este domingo, ya dijo el optimista de Murphy que todo es susceptible de empeorar.
Sobre el público, un único apunte: Las Ventas se parece cada día más a la ONU. El mestizaje cultural, como lo llaman ahora los modernos, es apabullante. ¡Eso sí que es variedad de encastes!
Mexicana con mantón de Manila "low cost", vaqueros y a lo loco
La procesión asiática (siempre huyen al tercero)
Amor japonés... pero sin soltar el iPhone
Un nativo con puro, chaqueta de coderas y pulserita de capote.
Prototipo del neo-pijo-taurino
Prototipo del neo-pijo-taurino
Un andaluz: no sin su "Guita". Rebujito forever
Un clásico: siete chatos de vino (uno por novillo y el de regalo)
Oído en los corrales de Las Ventas el otro día:
ResponderEliminarArturo Cobaleda: "Prefiero llevarme el toro, que me dan por él 2000 pavos en Ciudad Rodrigo para toro del aguardiente y no nos la tenemos que jugar en Madrid"
La verdad, Gloria, tiene muchas facetas y no siempre se acomoda a lo que a uno le gustaría. En general hay mucho más romanticismo entre los aficionados que entre los del negocio, por desgracia.
Un saludo. M.
Muy acertado todo: texto, fotos, pies..Así está este tema.
ResponderEliminarMuy acertado el artículo, describe con claridad meridiana la situación de la fiesta, sobre todo en Madrid, sólo le ha sobrado algún tópico de más, como lo de emparentar al rebujito con el andaluz, de paso podía haber dicho vago y zalamero, que parece que se ha inferido de su comentario.
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