La voz del cante es un poema escrito por el gran César González-Ruano. Las fotos que ilustran el texto pertenecen a otro genio, Lucien Clergue, quien, por cierto, este San Isidro expondrá en Las Ventas.
El toro de la copla en la escalera
su aliento, alcohol y nardo resbalado...
trae a mi corazón, y en el tejado
nubes pintan de azul la primavera.
¿De quién es esta voz? ¿En qué barrera,
fuera de su garganta, hacia el dorado
redondel, de sí misma, fleco airado,
rumbo y grito, la vi, matriz torera?
Infanta sin Ravel, blanca de cales
resucita de pie y pide aguardiente
la mañana fantástica española.
Y el sol, llave de oro en los portales,
saca ese toro popular, caliente,
de la flamenca voz que canta sola.
su aliento, alcohol y nardo resbalado...
trae a mi corazón, y en el tejado
nubes pintan de azul la primavera.
¿De quién es esta voz? ¿En qué barrera,
fuera de su garganta, hacia el dorado
redondel, de sí misma, fleco airado,
rumbo y grito, la vi, matriz torera?
Infanta sin Ravel, blanca de cales
resucita de pie y pide aguardiente
la mañana fantástica española.
Y el sol, llave de oro en los portales,
saca ese toro popular, caliente,
de la flamenca voz que canta sola.
Antes del inventor del ven y el vete,
y que el cante flamenco y el engaño
de dos por tres más uno fuera siete
y en doce meses nos cupiera el año...
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