¿Qué habría sido de nuestros veranos sin los entrañables cuadernillos Vacaciones Santillana? Disciplinaban la vida entre chapuzón y chapuzón cuando, a primera hora de la mañana o durante la siesta, nos obligaban a rellenar "un par de hojitas", con el fin de no olvidar lo aprendido durante aquel curso. Esos cuadernillos constituían, al mismo tiempo, una bendición y una cruz.
Los niños sevillanos reciben una educación especial para repasar y reforzar sus conocimientos cofrades. El verano sin procesiones se hace demasiado largo, por ello existe un programa educativo específico de ejercicios capillitas. Antes de bajar a la playa de Mazagón o la Antilla, en esta web, los más pequeños de la casa tienen varios dibujos de pasos de Semana Santa para imprimir y colorear.
Para los más mocitos, en la lista de lecturas recomendadas para el verano 2014, sobresale la obra bilingüe Una vez un niño quiso ser nazarenito (A child that wanted to become a nazarenito), un edificante cuento ilustrado.
La ortografía quizá flaquee, pero la próxima Semana Santa, en materia cofrade, todos nuestros niños y niñas, penitentes y penitentas, van a sacar matrícula de honor.
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