El pasado martes, 6 de mayo, salió a la venta el último libro de Domingo Delgado de la Cámara, titulado Entre Marte y Venus, una breve historia crítica del toreo. A veces brillante y a veces incendiaria, pero siempre vehemente y amena, la prosa de Delgado de la Cámara es altamente recomendable en estos tiempos de eufemismos y corrección. Ya en el prólogo quijotesco, el autor escribe: "Estoy harto de esta complacencia
bobalicona y estúpida que nos está volviendo tontos a todos. ¡Hay
que golpear las conciencias! ¡Hacerlas reaccionar!". Sin pedantería ni tono magistral, así resume Delgado de la Cámara, excelente aficionado y partidario a ultranza de Joselito El Gallo, su obra:
Nueva Teoría de la Evolución: del mono a Cúchares
(obra gráfica de Elena Guerrero)
"Lo políticamente correcto es la
tiranía de nuestro tiempo. Su presión asfixiante cierra bocas y
amordaza plumas. Muy pocos desafían lo políticamente correcto por
miedo a ser señalados como estúpidos incurables y ser expulsados
fuera del rebaño. Salvo honrosas excepciones, la interpretación que
se ha hecho de la Historia de España en estos últimos tiempos es
totalmente falsa y sectaria. Otro tanto ha pasado con la Historia de
las corridas de toros.
Primero la deformaron los palmeros de Juan Belmonte, para hacer del trianero el único padre del toreo moderno. Enterraron a Joselito, negándole cualquier atisbo de modernidad, ignoraron a Chicuelo y descuartizaron a Manolete, declarado enemigo público y gran falsificador del toreo eterno. La segunda hornada de falsificadores de la Historia del Toreo llegó en los años setenta. Esta vez fue El Cordobés el enemigo público, el anticristo. Las consecuencias de esta segunda oleada de falsificadores todavía la estamos pagando. La nueva mentalidad purificadora no resolvió ninguno de los viejos vicios de la Fiesta, pero introdujo otros: la desmesura en las hechuras del toro, el desquiciamiento de la suerte de varas... Ahora estamos asistiendo a la tercera invasión bárbara, la de los adoradores del Deseado, torero extraordinariamente interesante y sugestivo, pero que no tiene la trascendencia histórica de Joselito, Belmonte, Chicuelo, Domingo Ortega, Manolete o El Cordobés. Además, el Deseado ha dirigido su carrera de un modo muy censurable y discutible. A otros toreros, por mucho menos, les arrastraron. Sin embargo el Deseado sólo ha escuchado parabienes.
Por eso es deseable que se hable y se escriba de toros con libertad, que se pongan en duda todas las verdades que parecen inmutables y no lo son. Hay que huir de la beatería taurina, de las opiniones interesadas, de los halagos de quienes quieren subirse al carro triunfal. Y en estos momentos críticos para el futuro de la Fiesta, es necesario hablar claro y sin tapujos. Es necesaria una nueva Historia del Toreo. Aquí está".
El original universo taurino de Domingo Delgado de la Cámara -dividido en toreros marciales, venusianos y jupiterinos-, constituye una excelente lectura de 388 páginas para este mes de San Isidro. El libro, por cierto, será presentado el próximo 24 de mayo en Las Ventas y ya puede comprarse en librerías (Corte Inglés, Casa del Libro, etc.).
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