"En el toro de Victorino se bordeó el ridículo. El animal le
pidió los papeles y Manzanares estaba indocumentado ante este tipo de
ejemplares, con guasa y mal estilo" (crónica de Carlos Ilián).
José María Manzanares Jr., el rey que iba desnudo, está ofuscado porque el Victorino que le tocó lidiar durante su encerrona en La Maestranza, de nombre "Vengativo", no dejaba de mover las orejas. Así lo explicó este domingo en Carrusel Taurino:
"Yo lo vi muy malo. Quitando una tanda por el lado
izquierdo, que se dejó más, luego se orientó muy rápido y para matar me tapaba
la salida. Lo vi, más que complicado, que apenas se le podían pegar muletazos.
Él no pegaba puntada sin hilo, cuando estaba delante de él no dejaba de mover
las orejas, estaba pendiente de todo lo que ocurría a su alrededor".
Francamente, con la que está cayendo, no sé qué pretenden estos ganaderos que crían toros con orejas móviles. Las orejas están para cortarlas y tenerlas bien quietas. Luego nos extrañamos cuando desaparecen encastes. Dumbo, al matadero. Por ser cárdeno y mover las orejas. Lo sentimos. Lo manda Manzanares.
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