Se cumplen 30 años del estreno de Tasio (1984), la ópera prima de Montxo Armendáriz y una de las mejores películas del cine español de los ochenta. Rodada en la cautivadora sierra de Lóquiz, en el corazón de Navarra, cuenta la historia de un carbonero y cazador furtivo, Tasio, desde la infancia hasta la edad adulta.
El guión se recrea en un mundo rural en estado puro, donde la Naturaleza se convierte en protagonista. Armendáriz detalla también los condicionantes, sociales y económicos, que rigen la vida de los habitantes de un pequeño pueblo navarro y, en particular, la lucha de un individuo por preservar su independencia en una España cada vez más materialista. El director ya había dado la palabra al auténtico Tasio (Anastasio Ochoa Ruiz) y a sus compañeros de faena cuatro años antes en el documental Carboneros de Navarra (1980).
Declaraba Armendáriz en una vieja entrevista: "Empecé a visitar asiduamente a Tasio. Le expliqué la posibilidad de hacer un guión y le pedí que me contara cosas más concretas de su vida. Él estaba encantado. Durante quince o veinte días, cada fin de semana, me escapaba para estar con él, para visitar la carbonera, para grabar conversaciones, y así fui recogiendo todos los aspectos de su vida que me interesaban para construir la historia". Este primer tratamiento argumental cautivó al gran Elías Querejeta, que aceptó producir la película.
El guipuzcoano Patxi Bisquert fue el actor elegido para interpretar a Tasio adulto. Como curiosidad, antes de realizar sus pinitos en el cine, el atractivo Bisquert participó activamente como sindicalista en el sector metalúrgico, hasta militar en ETA en la década de los 70. En 1972, fue detenido y pasó tres años en prisión. En 1976, estuvo implicado en la organización de la fuga de Segovia. El 28 de marzo de 1984, el período El País le dedicaba una columna: Después de Akelarre está haciendo pruebas para representar el papel de un carbonero navarro en una película cuyo rodaje comienza el próximo 2 de abril. Patxi, que continúa militando activamente en una formación política abertzale de reciente creación -Auzolan-, reconoce su timidez ante las consecuencias de la fama. "Vaya corte me daba en la pasada campaña electoral", dice, "cuando chavalitas jóvenes, al acabar un mitin, me pedían que les firmara un autógrafo".
El verdadero Tasio, sin embargo, jamás se interesó por la política: nació en Zúñiga en 1916 y falleció en el monte de Valderrota, libre y feliz, en 1989. Era el tercero de diez hermanos y, a los 16 años, ya había armado su primera carbonera. Le gustaba andar por la sierra, cazar, pescar y jugar al frontón, pero descalzo, para no estropear su único par de alpargatas. En una romería en Campezo (Vitoria), conoció al amor de su vida, Paulina, con la que tuvo dos hijas, Celia y Blanca Ochoa.
Otra de las maravillas de Tasio, ganadora de una Concha de Plata en el Festival de San Sebastián, es la banda sonora, que versiona una antigua jotica, cuya letra dice así: "No creas lo que han dicho las murmuradoras, que con la hija del Patxi te han visto pasear. Sólo quiero casarme con tu cuerpo gentil, si no tuvieras madre qué bien iba a vivir". La inolvidable adaptación musical corrió a cargo de Ángel Illarramendi y Fermín Gurbindo, mientras que José Luis Alcaine se ocupó de la fotografía. Quizá por ello, la factura final recuerda a El Sur (1983), obra maestra de Víctor Erice, donde también colaboró Alcaine.
- Entonces no se ganaba el dinero tan fácil: mucho trabajo y poco jornal.
- Ahora tampoco la vida es buena para todos; para los que ganan buenos jornales sí, pero para los demás...
- Esta vida es mejor que la de antes. Antes la vida era más dura.
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