jueves, 30 de enero de 2014

Las flores del tomillo, del té y de la canela

Resulta complicado conocer al dedillo todas las letras que Rafael de León escribió para el mundo de la copla. La producción es tan inmensa como soberbia. El otro día volví a escuchar una canción ya casi olvidada, compuesta a ritmo de bulerías en 1951 para el espectáculo La niña valiente de Juanita Reina: La flor del tomillo, con música de Manuel López-Quiroga y el imprescindible toque de Antonio Quintero. La copla se recuperó en la película Gitana tenías que ser, interpretada por Carmen Sevilla.
 
Tomillo en flor
 
La letra cuenta la historia de unos bandoleros que, durante el reinado de Fernando VII, asaltan una diligencia donde viajaba una bella joven. Finalmente, tras robarle los vestidos de raso y tafetán, el jefe de la cuadrilla acaba localmente enamorado de la dama.
 
Cuando esta tonadilla,
cuando esta tonadilla
llega a la real presencia del Deseado,
del Deseado.
Ladrones en cuadrilla,
ladrones en cuadrilla
mi hermosa diligencia me han asartado,
me han asartado.
Ciento treinta vestidos,
ciento treinta vestidos de raso y tafetán,
y el corazón herido por el bandido del capitán.

Corre que te pillo, que voy que te mato.
Mira, mira, mira que ya te arcancé,
que yo sólo trato de darte un retrato
con mis patillitas y mi calañé.
Toma, toma, toma que toma er cuchillo,
que ya de poquito me puede valer,
porque como eres la flor der tomillo,
corona y anillo te voy a poner.
 
 
Rafael de León compuso coplas a otras "niñas floridas", como La flor de los cantes o La flor del temperamento, una letra que me hace especial gracia en la voz de Lola Flores.
 
 
Me entiende el ruso y el japonés,
pues donde llego yo soy audaz.
Me da lo mismo cantá en inglés
que dar las gracias en alemán.
¡Ay, várgame Dió!
Me da de momen, ¿qué?
Y todo es por mor,
y todo es por mor riquitintintín,
riquitintintón der temperamén.
 
De la copla al cuplé, tenemos la delicada Flor de té que interpretaban Virginia Luque o Sarita Montiel.
 
 
Ella es pobre y él un caballero
que le ofrece su amor y su fé
como un sol alto y fuerte que quema
besando a la humilde flor de té, flor de té.
La muchacha que muere de amor
sueña así que le canta el señor:
Flor de té, flor de té
no desdeñes mi amor
que contigo es la vida un encanto
y sin ti es un dolor.
 
Infusión con flores de té
 
Y, aunque nos salgamos de la copla, si hemos escrito sobre la flor del tomillo y del té no podemos olvidar la flor de la canela...
 
La flor de la canela
 
Nota: sobre la flor del romero ya hablamos en este blog la pasada primavera.

miércoles, 29 de enero de 2014

La afición a los toros del perro Paco

Sobre los escombros de lo que había sido el convento de Nuestra Señora de la Piedad, a finales del siglo XIX, emergió en el centro de Madrid el Café de Fornos, lujosamente decorado al estilo Luis XVI. Tenía muebles de caoba, señoriales divanes, una espectacular alfombra de terciopelo blanco, estatuas de bronce, techos pintados y de sus paredes colgaban grandes espejos, además de cuatro pinturas con alegorías al té, al café, al chocolate y a los licores y helados. A partir de 1870, el Café de Fornos -inaugurado por la mano derecha del Marqués de Salamanca, el empresario José Manuel Fornos- fue frecuentado por aristócratas (el rey Amadeo de Saboya, por ejemplo), literatos (Azorín, Pío Baroja, Manuel Machado, Hemingway, etc.), artistas, espías (Mata Hari) y, un poco más adelante, toreros y cantaores flamencos. Eduardo Zamacois escribió que aquel café de la Calle Alcalá tenía, conjuntamente, "mucho de teatro y algo de iglesia", pues mezclaba un indudable ambiente distinguido con cierto toque bohemio.

 
El Fornos permanecía abierto incluso de madrugada, para llenar los estómagos vacíos de los espectadores que salían de los teatros. Este amplio horario también provocó que recalaran noctámbulos y mujeres de toda condición. Algunas crónicas hablan de fiestas ininterrumpidas durante varios días en los reservados de la planta baja. Así arrancaba un artículo de Julio Burell titulado "Jesucristo en el Fornos":

 
Bajaba hasta la calle, como catarata de la orgia, el estruendo de aquella dorada locura que allá en lo alto, en el confortable rincón del restaurante a la moda, se anegaba enchampagne e y se ahitaba de besos, de trufas y de ostras.
-¡Que la Peri de cuatro pataítas sobre la mesa!... ¡Que Lucy baile con Gorito Sardona el pas a quatre-, gritaban como energúmenos los jóvenes alegres.
Y mientras Polito estampaba con sus labios borrachos un cómico beso sobre la frente de Matilde, y mientras Malibrán pasaba su brazo por el talle de Susana, la voz de viejo Cisneros dejóse oír formidable y terrible:
-Hijos míos -exclamó, adoptando actitudes tribunicias-, sois unos sinvergüenzas; no valéis para nada; viejo y todo, estoy seguro de que estas nobles damas me encuentran más guapo y más fuerte que vosotros…
Un aplauso formidable, un ¡hurra! entusiasta respondió a las palabras del sátiro...
 

Sin embargo, el cliente más querido del Fornos, donde pasaba todas las noches, fue un perro negro: el callejero perro Paco, que resultó bautizado con champán por el Marqués de Bogaraya cuando éste celebraba su onomástica en el animado café el día de San Francisco de Asís. Al perro Paco le entusiasmaban los toros y, según cuentan las crónicas, ocupaba una localidad en el tendido 9 de la antigua Plaza de Madrid.


Durante una corrida en junio de 1882, un novillero nefasto pegó un monumental petardo y Paco, indignado, se lanzó al ruedo para protestar entre las pantorrillas del diestro. Éste, visiblemente enfadado, estoqueó al perro, que murió un poco después. Este incidente enervó aún más al público, que casi lincha al novillero mataperros. Paco fue disecado y expuesto en numerosos locales madrileños, hasta que se enterró, según la leyenda, en El Retiro.
 
Hoy el Café de Fornos es un Starbucks. Seguro que el perro Paco no habría husmeado por allí. Tenía demasiado buen gusto.

 

martes, 28 de enero de 2014

Amores de verano

"Penúltima sesión", "Álbum" y "Gran amor". Tres poemas de Javier Bengoechea con sabor a cine de verano y bisoños romances durante el mes de agosto.
 
 
PENÚLTIMA SESIÓN
 
El argumento es éste:
un hombre enamorado
cabalga ensimismado
al frente de su hueste.

Mirada azul celeste,
y labios sin pecado,
mil veces te he besado
en una del Oeste.

De mi papel me quejo
y de mi puntería,
galán cansado y viejo

que rueda todavía.
Mi corazón te dejo
con su filmografía.
 

ÁLBUM
 
Alisarse el cabello con las manos.
Sonreir de perfil y no de frente.
Así enamoran infaliblemente
los actores de cine americanos.

En los espejos del ayer lejanos
se mira un presuntuoso adolescente.
Rememoro con él proustianamente
las muchachas en flor de mis veranos.

Pasaron en blanquísimas bandadas.
El sol, su sí, la sombra, su tampoco.
Casta y perversamente deseadas.

A todas en este álbum las evoco.
A las completamente enamoradas
y a las que no me amaron por muy poco.


GRAN AMOR
 
¿Recuerdas, gran amor, a tu vecino
de aquel verano, aquel del todo o nada,
con tu nombre tatuado en la mirada
y la voz de color azul marino?

Verano al sol y a un trágico destino.
Último amor a la desesperada.
¿Recibiste una carta no enviada
que firmaba tu amante clandestino?

Yo pedía tu amor, pedía en vano,
ya no recuerdo si inexperto o ducho,
a los hermosos dioses del verano.

Mis peticiones, siempre las escucho.
Hasta recuerdo que pedí tu mano.
A los diez años, te quería mucho.
 

lunes, 27 de enero de 2014

El léxico de los mayorales de bravo de Salamanca

El pasado jueves, se celebró en el Aula de Tauromaquia del CEU una curiosa charla sobre el léxico utilizado por los mayorales de bravo en Salamanca. El veterinario Juan José García y el investigador José Carlos de Torres fueron los encargados de ilustrarnos sobre esta riquísima cultura oral, transmitida de padres a hijos durante generaciones. Algunos de los mayorales que han participado en el estudio son Ricardo García, del Puerto de San Lorenzo; Fidel Rivas, de Atanasio Fernández; Pedro Tapias, el famoso "Zorro de Sepúlveda", Ángel Román e Ignacio González, vecinos de Retortillo; Juan Antonio Marcos, del Sierro; Valentín Perdigón, de Justo Nieto, y algunos más jóvenes.
 

A todos ellos se les preguntó qué es un mayoral, palabra existente en nuestros diccionarios desde el siglo XIV. La respuesta fue unánime: aquel que es consultado por el ganadero durante la tienta, es decir, el hombre de confianza del ganadero. ¿Y qué es la casta? La ascendencia brava, conocida y seleccionada mediante la tienta. Para los mayorales charros, existe una "casta buena", que es la nobleza, y una "casta mala", que es el genio. Un toro encastado sale al ruedo con salero y empuja hasta el final. El toro "de media casta", en cambio, es el morucho, teóricamente eliminado de las ganaderías de bravo, aunque en numerosas corridas comprobamos que aún subsiste en ciertas casas. ¿Y el toro bravo? El toro de lidia, con casta buena, que acomete. "La bravura es acometer a lo que se mueve, con muchos matices", respondió un mayoral. Finalmente, ¿qué es un toro manso? Uno flojo, tranquilo, tonto, que no se nota en el campo... Existe un nivel superior, el manso perdido, aquel que rehúye la pelea y desea escapar.
 

Para los mayorales más veteranos, trapío es un término moderno y prefieren la palabra "hechuras", que es la presencia del toro, "el total". Unos dicen que, cuanto más pequeños los pitones, más fuerza y más peligro.
 

Durante la conferencia, aprendimos muchas palabras de este habla popular que, desgraciadamente, jamás han sido registradas en los diccionarios. El TORO CARPINTERO es el que derrota. La VACA DE MALA CABEZA, la bronca, lo contrario de noble, y representa la pesadilla de los mayorales en el campo. El toro ENCARBAO o ACARBAO es aquel que se echa entre la tierra o la hierba para esconderse. TORNIJAR o ESTORNIJAR consiste en enterrar los pitones en el suelo. TURREAR es la emisión, por parte del toro, de sonidos prolongados. GALLERO es el toro que hace de hembra en la manada y se deja montar. El maricón, para que nos entendamos. Existe la creencia de que, si sobrevive, a causa de las lesiones óseas que suele sufrir en la cadera, sale bueno en la plaza. La vaca TORIONDA o LUNERA es aquélla que se encuentra en celo. El becerro ARTUÑADO es aquel que ha sido criado por una vaca que no es su madre natural. Es un becerro adoptado. Cuando una vaca está haciendo AMOJO, empieza a dar signos de proximidad al parto. Mientras que ESCARCAR consiste en arreglar las pezuñas de los toros. Una palabra más: el TORO FARINATO es aquel de color melocotón o colorado claro, en recuerdo del famoso embutido charro.
 

Ya son pocos los mayorales que viven en el campo, junto a sus toros, los 365 días del año y, al mismo tiempo, cada vez es más frecuente que los ganaderos contraten personal ucraniano, búlgaro, rumano o ecuatoriano. Por tanto, tristemente, al igual que sucede con ciertos encastes, todas estas palabras también se encuentran al borde de la extinción.

sábado, 25 de enero de 2014

La fiera de mi niña


Continuamos analizando l´amour fou de François Hollande, ya conocido por todos como Follande. En el último capítulo, habíamos dejado a su mujer, la Rottweiler, ingresada en el hospital por un ataque de ira. Algunas fuentes apuntan que fue el propio Hollande, preocupado por su integridad física, quien indicó que le administraran a su señora un potente tranquilizante. Pues bien, madame Rottweiler ya está libre y ha decidido que este fin de semana se va a la India en un viaje de "carácter humanitario". ¿Humanitario porque así evita asesinar a su marido? ¿Quizás la Primera Dama aspira a alcanzar la paz budista o sencillamente simpatiza con este país donde los cornúpetas son considerados animales sagrados?
 
 
¿Y qué opina el Papa Francisco de su tocayo François? No lo sabemos con seguridad. Al parecer, el líder de la Iglesia católica ha recibido "con frialdad" a Follande, que este viernes ha visitado el Vaticano. Al finalizar el encuentro, el Pontífice ha sentenciado: "Dios perdona siempre. El hombre, a veces". Y madame Trierweiler ni de coña.
 
 
Últimamente, todo el mundo abandona a Flamby y se solidariza con la Primera Dama que, según ha comentado entre amigos, teme convertirse en una "sintecho" cuando se largue definitivamente del Elíseo. No hay de qué preocuparse, chérie Valérie, en la Puerta del Sol acogemos a todos los "indignados" y "okupas" del mundo. Siempre tendrás un hogar a la vera del oso y el madroño. Con De Gaulle estas cosas no pasaban.
 
 

jueves, 23 de enero de 2014

Mi niño macareno


Los astrólogos aseguran que en 2014 nos veremos beneficiados por una corriente energética de optimismo y prosperidad. Aunque, según la situación de los planetas, se avecinan numerosos desastres naturales, como nevadas en Egipto. Sin embargo, si nota una perturbación en su karma, se deberá, sin duda, a la celebración del Año Jubilar Macareno, que tiene revolucionado a media Sevilla. Si desean conseguir la Indulgencia, apunten la receta:
 
"La Penitenciaría Apostólica, por mandato del Sumo Pontífice, concede la Indulgencia Plenaria durante el Año Jubilar Macareno a los fieles cristianos que, estando en las condiciones habituales (confesión sacramental, comunión eucarística y oración por la intención del Santo Padre), visiten en peregrinación la Imagen de María Santísima de la Esperanza Macarena y participen devotamente en las funciones sagradas o en los ejercicios de piedad, o al menos durante un tiempo adecuado meditaran piadosas consideraciones, concluyendo con la Oración del Señor, el Símbolo de la Fe e invocaciones a la Bienaventurada Virgen María".
 

El Corte Inglés, amablemente, ya ha puesto en marcha la Agencia Oficial del Año Jubilar Macareno, con tarifas especiales de alojamiento y visitas temáticas exclusivas. Y contraten un seguro para cuidarse de los niños macarenos...
 
"Sevilla está enterada que vivo y peno
por culpa de los ojos de un macareno.
Un beso solamente me dio en la boca,
y yo por su cariño me he vuelto loca.
 
Ay mi niño, mi niño macareno,
se me nubla hasta el sentío
de mirarte tan moreno.
Macareno, mi niño macareno,
sin saber ni como ha sío
te has metío en mi terreno.
Yo no sé lo que me has dao,
ni si es malo ni si es bueno,
sólo sé que m’a embrujao
tu cariño que es veneno,
y de ti me enamorao,
macareno, mi niño macareno.
 
De la puerta la Carne, yo vengo andando,
por verme en tus ojitos, de vez en cuando,
y están las vecindonas de los corrales,
estando sentaditas, dale que dale". 
 

miércoles, 22 de enero de 2014

La historia de Luis Castro "El Soldado" (III)

La vida del torero mexicano Luis Castro "El Soldado", de quien hemos hablado aquí en las últimas semanas, era igual de emocionante dentro de los ruedos como fuera, sobre todo por su incurable afición por las mujeres.
 

Verdad o mentira, el haber ido a España me dio cartel. España me "amacizó", me hizo más torero y los españoles me dieron un sello de Grande con el que vine a México ganando lo que quería y si no hubiera sido por la Guerra Civil me hubiera quedado unos 4 ó 5 años más.

De las mujeres, Pepe, como dice el tango ¡mejor ni hablar!. En España, como mi tocayo Mejías el del Tenorio, pude poner un cartel: "Aquí hay un don Luis que vale lo menos dos". Ahora, debo aclararte una cosa: nunca viví de ellas como 3 ó 4 canijos que conocí; pues si yo no les daba, tampoco les quitaba. Aquellos fueron los tiempos de Margarita Carbajal, de Chelo Gómez, y de María Antinea, mujer de Félix Rodríguez, que era también mi amiga.

En España sólo me enamoré de Amparito, mi mujer, a la que conocí un día que paseaba por la calle de Alcalá y me gustó tanto que dije: "¡Al diablo con la timidez!". Y la abordé en plena calle a pesar de que iba acompañada de su hermana. De Amparito, Pepe, hay una cosa que a mí siempre me ha llenado de orgullo; cuando la conocí yo era un pinche torero sin suerte, cosa que a ella no le importó; no le tiraba a nada y su amor fue limpio, sincero, noble. Lo que a ella le conquistó fue mi voz. Decía que era muy dulce... ¿Cómo la ves mi Pepe?

Pero el gusto por las mujeres no se me quitaba y como en ese tiempo la música que se oía era el tango, yo y "El Aguilita", otro torero mexicano, nos íbamos a una academia de baile, que estaba en la calle de "La Montera", para aprender a bailarlo bien pues sólo así podía uno conocer mujeres ya que hasta las damas de "La Gran Sociedad", las duquesas y condesas, lo bailaban y todas las pinches viejas, no veas, ensayaban con nosotros los mexicanos. Pero no era cachondeo, se trataba de algo en serio y allí ensayaban puro tango. No más. Esa afición por las mujeres no dejaba de traerme disgustos.


[…] En Portugal, por otro lío de faldas, tuve un duelo con un noble ofendido porque yo andaba con una amiga suya, una belga que se llamaba Nadinne. De él recuerdo que ni era noble realmente y que se apellidaba Damascareña y que un día me mandó a sus padrinos para concertar el dichoso duelo. Para entonces yo me las daba de sangre azul y los padrinos llegaron al salón de té preguntándome: "¿Es usted el duque Luis Castro de Sandoval? ¡Venimos a retarlo! ¡Nombre usted sus padrinos!". Yo vacilando todavía porque no sabía que la cosa fuera tan seria les contesté: -"Aquí está mi único padrino. Me permito presentarles a sus nobles señorías a "Campanero" y con él pueden ustedes entenderse".

Al día siguiente regresaron por mi respuesta y me dijeron que como yo era el retado podía escoger las armas pero yo, viendo que la cosa se estaba poniendo seria pensé: "Ya se fregaron porque el arma que yo escoja no va a ser aceptada por ellos. Señores, les dije, nuestro duelo tendrá lugar a procciutazo limpio". Si mal no recuerdo, los invité a mi finca de Estoril y los agasajé para ver si lograba calmarlos. Días después entró Tabares, un mozo de estoques portugués y me dijo muy preocupado: -"Allí está el señor Damascareña, armado con una pistola, y dice que viene a matarlo".

Agarré dos sábanas, las amarré lo más fuerte que pude, me descolgué por la ventana, cogí el coche y me fui a ver al cónsul mexicano Manuel Treviño, amigo mío, al que le conté todo lo que pasaba. De esta forma, mi Pepe, terminó la historia que había empezado cuando le regalé una moneda de oro a Nadinne y la descubrió su marido.

En fuga de plano, tomé un barco y quiso la casualidad que me pudiera esconder en el camarote de Armillita quien había hecho el viaje a España con la ilusión de que su hijo naciera en Sevilla para que tuviera gracia, el cabrón. ¿Pero cuál gracia puede tener el tipo si ese es un don que al nacer lo traes o no lo traes? Aunque te voy a decir: cuentan en Andalucía que los buenos toreros sólo nacen después de Despeñaperros...

Fue así como entre los llantos del bebé y la rasquiña que me daban los veinte mil dólares que me escondí debajo de la camisa, acabó esa historia que todavía recuerdo con placer y un poquito de susto.


Pero el peligro ha sido siempre mi elemento, como para los lagartos es el pantano. Diariamente dormía con el temor de morir el domingo siguiente; con el peligro caminaba; con el peligro me enfrentaba en los ruedos y con él, tal vez por costumbre, me gustaba abrazarlo, y caminar por todos los senderos de mi vida. El peligro llega a convertirse, ¿por qué no?, en una religión.

Memorias de Luis Castro "El Soldado" escritas por José Pagés Rebollar
en el libro "Los machos de los toreros" (1978)

martes, 21 de enero de 2014

La corrida imaginaria

Una pequeña muestra de la prodigiosa memoria taurina de Aquilino Duque, que narra en su libro "El toreo y las luces".
 
 
A Chicuelo llegué a verlo, recién acabada nuestra guerra, mano a mano con Cagancho en la plaza deZufre, esa plaza con fondo de serranía como el teatro de Epidauro. Fue el 17 de septiembre de 1940 y yo pedí la llave montando en un caballo alazán que mi padre había comprado en Escacena. Volví a verlos a los dos al año siguiente, el 11 del mismo mes, también de corto, y cada uno mató dos novillos de López Plata. Tomo estos datos de un diario que empecé a llevar a mediados de aquel año de 1941, décimo de mi edad. Los asientos de aquel diario no pueden ser más escuetos. El correspondiente al 31 de agosto reza así: “Es domingo y voy a Misa. Tiran cohetes porque van a venir toreros de fama”.Como puede verse, de lejos me viene este “amor (y que disimule Antonio Machado) a los alamares / y a las sedas y a los oros / a la sangre de los toros / y al humo de los altares”.


Doy estos pormenores porque hasta hace muy poco tiempo tenía la completa seguridad de haber visto, unos ocho o diez años más tarde y en La Maestranza sevillana y a poco de la alternativa de Manolo González, una corrida en la que alternaba con Chicuelo y Pepe Luis Vázquez. Tengo muy presente un quite de González en el que éste ejecutó unas originales chicuelinas en las que quebraba al toro con el capote, en un rápido vaivén de última hora, antes de ceñírselo al cuerpo. Yo pensé que el joven matador, pletórico de facultades, quería de ese modo hacer ver al veterano maestro cómo había mejorado el lance inventado por él. Pues bien, esa corrida por lo visto no existió jamás. El único superviviente no la recuerda y en mis diarios no encuentro la menor referencia. Lo más aproximado es una del 2 de mayo del 49 en la que actuaron Conchita Cintrón, Pepe Luis, Pepín Martín Vázquez y Manolo González. ¿Sería ésa? ¿Cómo es posible que la memoria pueda jugar estas pasadas, estas buenas pasadas? Porque si lo que pasó no tiene ya otra realidad que lo que se soñó, ¿cómo puedo renunciar a esa entrañable imagen de ver vestidos de luces y en La Maestranza a las tres personificaciones que tuvo en aquellos años el toreo sevillano? ¿Y qué afición a una manera determinada de concebir e interpretar el toreo me ha podido inducir a convertirme de ese modo en empresario de una fantasmagoría? Lo menos que esa afición se merecía era que esos tres toreros me pagaran con esa corrida imaginaria.

lunes, 20 de enero de 2014

El carnicero que buscaba el amor

¿Cómo a partir de un tema vulgar puede rodarse una película brillante? Gracias a un guionista magistral como Paddy Chayefsky.

 
Marty es el único hijo aún sin independizar en una familia italo-americana de cinco hermanos. Se trata del clásico solterón de treinta y pico años que aún vive con su madre, la protectora señora Piletti. Marty, que tiene un gran corazón, trabaja como carnicero en una tiendecita del Bronx. A pesar de su timidez, todas las clientas del barrio le tienen afecto y desean que encuentre a una buena chica para casarse con ella. "Debería avergonzarte seguir soltero, Marty", le dicen mientras compran filetes y chuletas que Marty, primorosamente, envuelve con sus manazas en papel de estraza. Pero las mujeres no se fijan en Marty y éste suele acabar las noches cenando los espaguetis a la boloñesa, con extra de queso, que le cocina su madre. Un sábado, alentado por la señora Piletti, se enfunda su mejor traje azul y sale, junto a su amigo Angie, a una sala de baile. La noche promete ser un nuevo desastre amoroso hasta que se cruza con otra alma solitaria: una infeliz y romántica profesora.

 
El actor Ernest Borgine, al que hasta entonces habíamos visto en películas más duras como De aquí a la eternidad, Johnny Guitar o Conspiración de silencio, con su físico tosco y sus descomunales manos, desborda ternura en el papel de Marty. Esta historia, rodada en 1955, supuso, además, el debut de Delbert Mann, quien se llevó el Óscar a la mejor película y al mejor director, a pesar de competir aquel año con Elia Kazan, David Lean y John Sturges. Sin embargo, el gran responsable del éxito de Marty fue Chayefsky, ganador también del Óscar al mejor guión adaptado.

 
Cuando Borgnine recogió el Óscar de manos de Grace Kelly, la primera persona a quien le dio las gracias fue a su madre.
 

viernes, 17 de enero de 2014

Corazón loco: de Flamby a Follande


En pocos días, el presidente francés, François Hollande, ha cambiado de apodo entre la ciudadanía: de Flamby, por su carácter huevón, a Follande, a causa de su incontinencia sexual. El supuesto romance del Jefe del Estado con la actriz progre Julie Gayet -a quien llevaba croissants montado en una Scooter- ha desviado la atención sobre la catastrófica situación económica, educativa y moral del país.
 

Su último lío de faldas también ha mandado al hospital a su actual mujer, Valérie Trierweiler, conocida como La Rottweiler por su mala leche. Los médicos aseguran que sufre "un etat de fatigue extreme". A pesar de su "debilidad", Hollande no ha tenido huevos para ir a visitarla al hospital, algo que sí podría haber hecho su primera esposa, Ségolène Royal. Las dos primeras damas, probablemente, han perfilado la estrategia para lanzar a Hollande al fondo del Sena.
 
 
Para rematar el asunto, el Ministro del Interior, Manuel Valls, ha declarado que Hollande padece un "comportamiento de adolescente tardío", algo que encaja muy bien con la expresión francesa "adulescent", que describe el comportamiento de los adultos-adolescentes.
 
 
Se rumorea que por el Palacio del Elíseo suena Corazón loco de Machín.
 
No te puedo comprender,
corazón loco,
no te puedo comprender,
y ellas tampoco.
Yo no me puedo explicar,
cómo las puedes amar tranquilamente,
yo no puedo comprender,
cómo se pueden querer,
dos mujeres a la vez, y no estar loco.
 

jueves, 16 de enero de 2014

La espalda más perfecta de la creación

"El tiempo se nos fue echando encima mientras yo conducía pensando en ella, sin fijarme en la carretera, orientado apenas por el astigmatismo del arcén mordido por la hierba, con la misma precisión con la que en la espalda de una mujer se arrastra el tirador a lo largo de la cremallera de su vestido"
(José Luis Alvite).
 

¿No le suena esta chica? Se llama Vikki Dougan, aunque el nombre quizás le diga poco. Modelo y aspirante a actriz, nació en 1929 y alcanzó su mayor popularidad en la década de los cincuenta tras varios posados donde dejaba ver una interminable columna vertebral hasta el lugar donde la espalda pierde su casto nombre. Una inteligente estrategia publicitaria, ya que le permitía competir con las modelos de pechos grandes, un atributo del que no podía presumir. A pesar de ello, en 1957 y 1962, llegó a ser chica Playboy y entre sus numerosas conquistas figuró Frank Sinatra. Además, en Hollywood se ganó el nada despreciable apodo de "The Back" ("La Espalda"), gracias a sus vestidos endiabladamente provocativos.

 
Sin embargo, ¿sigue sin recordar exactamente dónde ha visto a Vikki y su derrière? En 1988, Disney rescató a esta pin-up como la musa de Roger Rabbit, la sensual Jessica Rabbit, sin duda, su "papel" más popular.
 
 
Últimamente, muchas actrices han intentado copiar burdamente a Vikki pero, desde ella, no ha vuelto a crearse una espalda tan perfecta.
 
 
Nota: Desde la publicación de este post, he recibido numerosos comentarios. Un caballero, por ejemplo, se siente defraudado al ver que no menciono a Kim Novak. "El sitio justo es lo que distingue el refinado erotismo de la ordinariez. La mejor espalda es la de Novak". Hitchcock también quedó prendado de ella porque "enseñaba la espalda para dejar claro que no usaba sujetador".
 

Por otro lado, Josephine Douet aporta un toque francés con la película Le grand blond avec une chaussure noire (1975), donde la actriz Mireille Darc popularizó el vestido de noche "Clair-de-Fesses" (ojo al dato), del diseñador Guy Laroche.