lunes, 22 de febrero de 2016

El camino elegido


"Dos caminos se bifurcaban en un bosque amarillo, y apenado por no poder tomar los dos siendo un viajero solo, largo tiempo estuve de pie mirando uno de ellos tan lejos como pude, hasta donde se perdía en la espesura; […] dos caminos se bifurcaban en un bosque y yo, yo tomé el menos transitado, y eso hizo toda la diferencia (Robert Frost).


Hay caminos que marcan una vida. David Mora tomó una bifurcación inesperada en Las Ventas, el 20 de mayo de 2014, rumbo a la puerta de toriles. Casi dos años después, el 21 de febrero de 2016, cuando todos le daban por perdido en la espesura -incluso él mismo- reanudó el recorrido regreso. Y desembocó en el claro del toreo clásico, templado, honrado y valiente. Como un fiel escudero, su compañero de viaje, Jiménez Fortes, le siguió tanto en las sombras -llevándolo en brazos hasta la enfermería-, como en las luces, en su milagrosa reaparición en Vistalegre. Ambos eligieron el camino menos transitado y eso marcó toda la diferencia.


Tanta honestidad -la verdad de un hombre consciente de que debe seguir su destino hasta las últimas consecuencias- abruma y emociona, sobre todo en un mundo pusilánime que tiende a elegir el camino más llano. Se hace camino al andar, pero también al caer. Lo escribió Baroja: “Hay hombres para quienes la vida es de una facilidad extraordinaria. Son algo así como una esfera que rueda por un plano inclinado, sin tropiezo, sin dificultad alguna. ¿Es talento, es instinto o es suerte? Los propios interesados aseguran ser instinto o talento; sus enemigos dicen casualidad, suerte, y esto es más probable que lo otro, porque hay hombres excelentemente dispuestos para la vida, inteligentes, enérgicos, fuertes y que, sin embargo, no hacen más que detenerse y tropezar en todo. Un proverbio vasco dice: «El buen valor asusta a la mala suerte». Y esto es verdad a veces..., cuando se tiene buena suerte”.


Buena suerte, pues, y bienvenidos de nuevo, Mora y Fortes, porque vuestra vida no rueda por un plano inclinado, y eso os hace grandes. En estos últimos días de invierno en los que empieza una nueva temporada, algunos retoman una vieja senda.

jueves, 18 de febrero de 2016

Estreno del documental "Tauromaquias Universales"

El próximo jueves, 25 de febrero, después del programa Kikirikí, Canal Plus Toros estrena en España el documental "Tauromaquias Universales", escrito y dirigido por André Viard. Los aficionados a los toros ya pueden señalar en rojo ese día en el calendario si no quieren perderse un apasionante viaje por la historia de las tauromaquias mediterráneas, desde la Prehistoria hasta la actualidad.


Para la versión en castellano del documental, tuve la suerte de poder grabar la voz en off junto al maestro José Miguel Arroyo "Joselito", quien aceptó narrar esta historia sobre dioses, héroes y toreros, como el cazador de uros de la cueva de Villars, el inmortal Gilgamesh, el fenicio Melkart, los acróbatas cretenses, Hércules y Teseo o Karpóforo, un revolucionario "matador" romano. Al igual que ellos, los toreros contemporáneos se siguen enfrentando al toro -animal mítico desde la noche de los tiempos- para elevarse sobre su propia condición humana, para hacer emerger la belleza de su destino trágico.


El documental "Tauromaquias Universales" demuestra que nuestra afición -y nuestra pasión- nació hace 23.000 años, conquistando desde entonces todas las civilizaciones mediterráneas. Por su contenido novedoso y la calidad de sus imágenes, este trabajo está llamado a ser un referente en el debate cultural y social en torno a la Tauromaquia. Jueves 25 de febrero en Canal Plus Toros. Nuestra historia empieza aquí.

miércoles, 17 de febrero de 2016

Y tu corazón caliente, nada más

Sólo tu corazón caliente, 
y nada más. 


Así arrancaba un poema de Lorca titulado "Deseo", donde también se hablaba sobre un río discreto, un campo de miradas rotas, y la "espuela del viento", como la que nos azuza en estos días de febrero. 

Sólo tu corazón caliente, 
y nada más. 

Mi paraíso, un campo 
sin ruiseñor 
ni liras, 
con un río discreto 
y una fuentecilla. 

Sin la espuela del viento 
sobre la fronda, 
ni la estrella que quiere 
ser hoja [...]


Rousseau explicó perfectamente la diferencia entre "desear" -como el "deseo" lorquiano- y "querer". El filósofo francés decía así: "Desear no es querer. Se desea lo que se sabe que dura poco; se quiere lo que se sabe que es eterno". Por ello, el hombre vive lleno de deseos y más pobre de quereres. Viejo asunto sobre el que también ahondó Cervantes: "Amor y deseo son dos cosas diferentes; que no todo lo que se ama se desea, ni todo lo que se desea se ama". 


A Benedetti, en cambio, se le pasó por alto la observación de Rousseau -le sucede a muchos- y en su libro "Vivir adrede" confundió amar con desear: "Lo imposible es una burla de los dioses. Cuando tomamos conciencia de que el imposible es eso: un imposible, es ya tarde para refugiarnos en la sensatez [...] Todos queremos lo que no se puede, somos fanáticos de lo prohibido". Matización: todos DESEAMOS lo que no se puede, como un antojo, un capricho que, al final, acaba pasando. Los deseos se los lleva el temporal... hasta que llegan otros nuevos. 


Precisamente ése, saltar de deseo en deseo, es el secreto para mantener el corazón caliente en estos días en los que aprieta la espuela del norte.

sábado, 13 de febrero de 2016

Don Fernando Palha: cuestión de esqueleto


La elegancia es cuestión de esqueleto. Lo decía Pitigrilli. Esqueleto y señorío, don Fernando Pereira Palha tenía para regalar a manos llenas. La tauromaquia portuguesa ha perdido a su último ganadero romántico, pero también a um cavalheiro, a um homem gentil, nobre e educado. Le recuerdo una tarde de otoño, en su finca de Vila Franca de Xira, a orillas del Tajo, paseando al atardecer, hierático y solemne, protegiéndose de los primeros fríos. Acababa de cumplir 80 años. Un hombre de otra época entre toros de otro siglo, de origen Veragua. Los toros de colores de "Quinta Da Foz" no regresaron a tiempo a Las Ventas para que su propietario los viera lidiar por última vez. Era su sueño en aquella tarde de otoño: lidiar una novillada en Madrid. Con la umbría que arrojaba sobre su rostro un sombrero de ala ancha, parecía el personaje de un poema de Pessoa. Don Fernando también habló de la muerte a lo largo de ese atardecer, mientras las montañas, y Lisboa al fondo, tomaban el color de la lavanda. Descanse en paz, señor ganadero.

No soy nada.
Nunca seré nada.
No puedo querer ser nada.
Aparte de esto, tengo en mí todos los sueños del mundo
[...] Hoy estoy vencido como si supiera la verdad.
Hoy estoy lúcido, como si estuviese a punto de morirme.



miércoles, 10 de febrero de 2016

Estrechez y mezquindad


Rumba la rumba la rum bam bam

"En todos los pueblos del mundo la política produce un elemento ambicioso, arribista, bajo e inmoral. Político y chanchullero son sinónimos" (Pío Baroja, 1918).


"Esa vida de las familias en la ciudad, llena de pequeños ciudadanos y miserias, me repugna. Me hubiera gustado tener una gran familia viviendo en una granja en América o en Australia, con una vida amplia, fácil. Pero, ¡aquí! ¡En esta estrechez! ¡En esta mezquindad!" (Pío Baroja).


Pues sí: en poco tiempo, Madrid se ha convertido en una ciudad estrecha y mezquina, mucho más de lo que podría haber imaginado Baroja, donde la basura nos come por las esquinas, donde los perros entran en el metro, donde Josep Pla y Álvaro Cunqueiro se quedan sin calle, donde los aficionados a los toros estamos perseguidos, donde exclusivamente se puede circular en bicicleta, donde la cabalgata de Reyes Magos es un esperpento, donde uno sólo puede sentirse orgulloso por ser "gay", donde los titiriteros ensalzan a ETA y donde unos dictadores disfrazados de progresistas han tomado el mando. Éste es el nuevo Madrid, ese sepulcro, esa cucaña, esa colmena... ¡Que Dios nos coja confesados!, ya lo escribió Cela.



domingo, 7 de febrero de 2016

Recuerdos (y olvidos) desde Valdemorillo


Faltar un año a la feria de Valdemorillo es algo así como perderse la Navidad. Es una tradición, un rito hibernal, una necesidad de toros que está por encima de los carteles, la climatología y las circunstancias. Hace siete febreros fui con un amigo a Valdemorillo, el mismo amigo con quien he ido este domingo. En 2009, recuerdo que, sobre los tragaluces de la plaza, se formaban rosas de hielo similares a las que entretenían a Yuri Zhivago durante sus desvelos de invierno. Mientras el hielo iba creando filigranas en el cristal, arrancaba el paseíllo. Creo que eran Curro Díaz, Juan Bautista y Daniel Luque quienes desfilaban, o tal vez fueran otros, porque los recuerdos, como la nieve, se amontonan sin orden. El tiempo pasa demasiado deprisa.

Dentro de unos años, también habremos olvidado la corrida de este domingo, con Borja Jiménez, Lama de Góngora y Francisco José Espada ante ejemplares de Ana Romero. Salvo un cuarto toro, noble y bien guapo, la tarde se ha esfumado sin nada que destacar. Sin embargo, el paseo entre buenos amigos por las calles del pueblo al terminar el festejo, mientras caía el frío y en las casas empezaba a arder la lumbre, dejando olor a leña, y la placidez de la noche serrana, eso sí que seguirá en nuestra memoria por unos años.

Es reconfortante comprobar que, aunque muchas cosas han cambiado a lo largo de las heladas, lo fundamental continúa intacto, como las tradiciones y los buenos amigos. Incluso tranquiliza ver las mismas caras en Valdemorillo, año tras año, en un pequeño cosmos alrededor de la plaza cubierta de La Candelaria. Lo aprendimos leyendo El Gatopardo: "Que todo cambie para que todo siga igual". Y en ésas estamos.
 

martes, 2 de febrero de 2016

Y te canto bajito...


Acaba de fallecer quien probablemente fue el primer ídolo de la música juvenil española, un pionero del pop patrio y un auténtico One Hit Wonder, que lo llaman en inglés. Me refiero a José Luis y su inseparable guitarra, deidades en la década de los 50 y los 60. En 1958, la canción "Mariquilla" -compuesta durante los años de "mili" y dedicada a su novia y futura esposa, María del Carmen- arrasó en la radio, recaudando una pequeña fortuna en derechos de autor. En pleno franquismo, el jienense José Luis -inspirador de numerosos amores juveniles- impactó en los programas de discos dedicados con su voz acaramelada, su letra sensiblera, su rasgar de guitarra y su contagioso tararear. 


En ese mismo año de 1958, el periódico francés Le Figaro entrevistó a Franco, quien declaraba: "Considero que el Régimen actual del Estado español es el más adecuado para la defensa del pueblo. La voz popular se deja oír a través de los organismos vivos de la nación: la familia, los municipios, los Sindicatos". Al Generalísimo se le olvidó añadir que, en aquellos tiempos, la voz popular por excelencia era José Luis y su guitarra. El despiste quizá se debía a que el Régimen casi censura la letra de "Mariquilla": "Me echaron para atrás Mariquilla porque decía cuánto te adoro, eres mi bien. Argumentaban que sólo se adora a Dios, y tuve que convencerlos de que hasta las abuelas adoran a sus nietos". 

Mariquilla bonita,
graciosa chiquita,
tu eres mi querer.
Yo te doy mi vida,
mi alma y mi sangre
y todito mi ser.

Y te canto bajito
lo que te quiero,
cuánto te adoro,
tú eres mi bien.


A José Luis, estrella con aspecto de estudiante aplicado, también le favoreció, por qué no decirlo, el nacimiento de la televisión en España, que lo convirtió en el ídolo de la canción ligera. "La primera vez que actué en televisión me temblaban las piernas. Yo quería que me dieran un coñac pero no me lo dieron", confesaba el cantante no hace mucho en Diario de Córdoba. Descanse en paz, José Luis Martínez Gordo, y que le sirvan muchos coñacs en el cielo.