jueves, 29 de enero de 2015

Tipos de hombres

Un buen amigo, desconcertado por la psique femenina, me ha pedido que elabore una "clasificación de hombres". Le contesté que generalizar siempre resulta peligroso e inexacto, sin embargo, accedí a escribir una lista con los tipos de hombres más comunes en la actualidad, es decir, de ciudadanos del sexo masculino, nacionalidad española y nacidos entre 1970 y 1995. Ni son todos los que están, ni están todos los que son... pero allá vamos.

 
1-. El Narciso. El Narciso, también llamado "metrosexual", se encuentra a medio camino entre el hombre y la mujer. Vive para él mismo y para cultivar su belleza: compra cremas embellecedoras, dedica numerosas horas a su peinado, su segundo hogar es el gimnasio, cuida meticulosamente su estilismo, admira a tipos como David Beckham y escucha música melódica, del estilo Cadena Dial. Habla excesivamente para ser un hombre y las mujeres representan un bonito complemento que remata el "look". Su instinto sexual es, pues, tan nulo como su masculinidad. Resumiendo: se trata de un homosexual, aunque él mismo no lo sabe.


2-. El Pijo. El Pijo vive enamorado de su palo de golf, que abrillanta meticulosamente todos los domingos por la noche. En invierno, abandona temporalmente el "Green" para ponerse los esquís. Desea profundamente pertenecer a la élite, así que frecuenta los "saraos" más esnobs y los "afterworks" más "in", donde pide gintonics con pétalos de rosa. Se le distingue rápidamente porque la esfera de su reloj de pulsera es más grande que el Big Ben. Con sus parejas es bastante meloso, utilizando constantemente apelativos amorosos, como "cariño", "amor", "cielo", "vida", "reina", etc. 


3-. El Inmaduro. Padece el Síndrome de Peter Pan en grado extremo. Suele guardar la novela de El Principito y la película Amelie en el cajón de la mesilla de noche. Habita bajo el techo materno y, aunque es buen hijo, jamás ha hecho la cama, no sabe qué es una lavadora y le encanta que le llamen a la mesa a la hora de la comida. Tiene un trabajito, sale con los amigotes del barrio, sigue apuntado al equipo de futbito, juega a la consola y vive como un marajá. Es consciente de que una esposa jamás lo tratará tan bien como su madre, así que, para matar el gusanillo, no pasa de fugaces affaires... en casa de ella, por supuesto. A su lado, las mujeres desarrollan su instinto protector.


4-. El Perroflauta. Es el grado extremo del caso anterior, es decir, un Inmaduro que ni estudia ni trabaja, que vive en comuna a pesar de que sus padres financian hasta el más mínimo gasto, que fuma porros como quien respira y que cultiva el estilo guarro (rastas, piercings, tatuajes, pantalones con la cintura a la altura de las rodillas, camisetas rotas de Extremoduro, etc.). Suele buscarse un chucho sarnoso que le hace compañía y, a veces, aprende a hacer juegos malabares o a jugar al diavolo. No abandona el gueto, así que sale con otras perroflautas, góticas, hippiosas, okupas o "miembras" de diversas tribus urbanas.
 

5-. El Pastueño. De todos, es el mejor marido: manso, obediente, cariñoso, paternal, cumplidor... Causa furor entre las suegras, disfruta viendo las películas de dibujos animados con los niños de la casa, conduce impresionantemente bien el carrito de la compra, no da un dolor de cabeza... pero aburre a las ovejas. Cuando se aproxima a la treintena y obtiene un trabajo más o menos estable, las mocitas casaderas de buena familia se lo rifan. Al llegar a la cuarentena, aquellas mocitas, convertidas ya en esposas, se buscan un entrenador personal para llenar ciertos "vacíos". El Pastueño acaba de niñero mientras la mujer le pone los cuernos en el gimnasio, sin embargo, como es tan bueno, guarda un respetuoso silencio con el fin de no molestar.

 
6-. El Divorciado. El Divorciado no nace: se hace. Generalmente, comienza siendo un hombre de la categoría 3 (hasta que, un buen día, viendo Peter Pan, cae en la cuenta de que, como una madre, no hay nada) o de la categoría 5 (cuando los cuernos le impiden atravesar el umbral de las puertas). Suele venir con "bebé a bordo" y, por ello, busca desesperadamente a una mujer buena y comprensiva que quiera hacerse cargo del paquete completo. Lo más normal es que el Divorciado con hijos acabe juntándose con la Divorciada con hijos formando una familia de una asombrosa variedad genética.


7-. El Golfo. Todo un clásico que perdura con el paso de los años: atractivo, viril, vividor, infiel, mentiroso, mujeriego, egoísta, simpático, adulador... Adora sentirse deseado y, cuando las relaciones se ponen tormentosas, sale de najas. Las mujeres piensan que pueden domesticarlo -incluso cambiarlo-, fracasando estrepitosamente. El Golfo se adora a sí mismo.


NOTA-. Si algún lector de entre 20 y 45 años no se siente identificado con ningún modelo, que redacte él mismo la categoría octava. Y, de paso, que deje su número de teléfono.

martes, 27 de enero de 2015

I want lo live in America, pero por bulerías


Los españoles estamos invadiendo Estados Unidos. Somos la comunidad que más ha crecido en los últimos años: de 2000 a 2010, nuestra presencia ha subido un 534%, de 100.000 inmigrantes a más de 600.000. Un joven expatriado sevillano, profesor de flamenco y que intenta abrirse paso al otro lado del Atlántico, declaraba en una entrevista: "En España somos felices con un trozo de pan y aceite, y aquí necesitas tener un buen coche, una casa y un seguro médico. Son dos cristales distintos para mirar las cosas. En Estados Unidos se mueve mucho el dinero y eso mismo es lo que permite que existan oportunidades".

 
Precisamente, porque un español es más feliz con un buen aceite de oliva a mano, la venta de oro líquido en Estados Unidos ha aumentado exponencialmente. Con los años, el mito de "la tierra de las oportunidades" también ha progresado en nuestro subconsciente. Nino Bravo nos cantaba que, cuando Dios hizo el Edén, pensó en América (aunque sin olivares). Aquel mítico tema fue grabado en su álbum póstumo "...y volumen 5", editado en 1973.
 
 
En 1961, Robert Wise machacó al mundo entero con I want lo live en America, número principal del musical West side story, una movida coreografía que se bailaba en una azotea donde un grupo de puertorriqueños, encabezado por Rita Moreno, discutía sobre su vida en Estados Unidos. Leonard Bernstein compuso la música mientras que Stephen Sondheim se encargó de la adaptación de la letra. La peli fue un exitazo y se llevó el Óscar.
 
 
Sin embargo, la grandeza de esta canción corrió a cargo de Lola Flores, que la reinterpretó en el programa "A la española" de TVE. ¡Con ella cantando sobre una de las carabelas de Colón sí que entraban ganas de embarcarse para América! El baile cowboy que se marcaba ante el "drugstore" dejó en pañales a West side story y medio Broadway.
 

domingo, 25 de enero de 2015

Actualización del Antiguo Testamento



...Y Dios pobló la tierra con espinacas, coliflores, brócolis y todo tipo de vegetales, para que el Hombre y la  Mujer pudieran alimentarse y llevar una vida sana.


Y Satanás creó McDonald's, y McDonald's creó el Big Mac.
Y Satanás dijo: ¿Lo quieres con patatas y Coca Cola?...

Y el Hombre dijo: Sí y en tamaño grande. Y el Hombre engordó.

Y Dios dijo: "Haya yogurt".

Y Satanás creó el chocolate.

Y Dios creó las ensaladas y el aceite de oliva. Y vio que estaba bien.

Y Satanás hizo el helado.

Y Dios dijo: "Mirad que le he dado a los hombres frutas en abundancia, que les servirán de alimento".

Y Satanás inventó los huevos con chorizo y la panceta. Y el Hombre engordó más, y su colesterol malo se fue por las nubes.

Y creó Dios las zapatillas deportivas, y el Hombre decidió correr para perder los kilos de más.

Y Satanás concibió la televisión por satélite, y agregó el mando a distancia y creó las patatitas fritas, los palitos salados, las cortezas y la cerveza.

Y el Hombre llegó a tener las coronarias obstruidas.

Y entonces, Dios creó el cateterismo, la cirugía cardio-vascular y las unidades coronarias.

Y Satanás creó... ''LOS HOSPITALES PRIVADOS".

Y, ya cansado, dijo Dios:
¡¡ANDA Y QUE OS DEN A TODOS!!... Y entonces creó al PSOE y al PP... Y Dios dijo: ¿Puedes superarlo Satanás?

Y Satanas dijo:
¡¡¡PODEMOS!!!

(cuento recibido por Whatsapp)


viernes, 23 de enero de 2015

Lenin y Belmonte

En la céntrica plaza del Molard, de Ginebra, se puede entrar si se quiere por un pasadizo ojival en la base de una torre. La torre tiene en lo alto, a uno de sus lados, un reloj y en otro, un bajorrelieve en la línea expresionista y heroica de los años 30. El bajorrelieve representa a una matrona alegórica con el escudo del cantón bajo un brazo, la cual, bajo el lema Genève, cité de refuge, tiende el otro brazo hacia un señor reclinado, calvo y de barba puntiaguda, que si no es Lenin se le parece mucho. Si el personaje figurado en el bajorrelieve fuera en efecto Lenin, la cosa no tendría nada de particular, pues Lenin gozó en Ginebra de la condición de refugiado político. El ambiente de los estudiantes y refugiados y conspiradores rusos en torno a la Universidad lo describió por cierto maravillosa y románticamente Baroja en La vida es ansí. En ese barrio, entre el Conservatorio y los jardines de la Universidad, existe aún, aunque reformado últimamente, el antiguo Café Landolt, donde paraba Lenin, y en él se conserva, colgada de la pared, entre cuadros de estudiantes de uniforme en duelos de esgrima, la tapa ahumada y barnizada de una mesa en la que Lenin grabó su nombre con una navaja.
 
 
En Higuera de la Sierra, provincia de Huelva, hubo una taberna en la que comió Juan Belmonte cuando era novillero, y en ella se conservaba también la mesa en que, después de comer, dejó el torero su nombre grabado con una navaja. Cuando yo tuve noticia de ello, hace ya muchos años, ya no existía ni la mesa ni la taberna, y es que los españoles somos bastante menos conservadores que los suizos.
 
 
Si se piensa que Belmonte tomó la alternativa allá por el año 13, nada de particular tiene que su ocurrencia y la de Lenin fueran rigurosamente contemporáneas. Tal vez el mismo día del mismo año, quién sabe si a la misma hora, dos hombres que no sabían nada del otro y de quienes el mundo sabía aún muy poco más, hacían la misma operación, uno en la cosmopolita ciudad de Ginebra, otro en el corchotaponero pueblo de Higuera de la Sierra. Un revolucionario fracasado y un novillero introvertido hacían de aquella manera tosca un acto de fe en su destino respectivo; se entretenían silenciosos, entre el humo y las palabras de la sobremesa, en grabar en una mesa de taberna unos oscuros nombres que ellos sabían ya inscritos en los astros.
 
Ginebra e Higuera de la Sierra
 
Cuando don Fernando de los Ríos fue a Rusia después de la Revolución, a ver a Lenin, en lugar de perder el tiempo hablándole de la libertad, debía haberle hablado de Juan Belmonte.
 
Aquilino Duque (Ginebra, agosto de 1981)

miércoles, 21 de enero de 2015

Baños de sol en invierno (I)


El baño de sol de la mujer es un cuadro de nuestros días. Ese éxtasis de un desnudo que antes no tenía explicación, que era una pose que conseguía un artista de su modelo, ahora es un hecho de la vida real y es un gesto espaciado, largo, de una o dos horas todos los días, bajo la terrible falta de rubor de la luz del día.
 
Mujeres discretas, vírgenes muy metiditas en casa, se desnudan con desparpajo frente al más varonil de los astros y frente a la terrible expectación de la luz. En ese nuevo y desfachado paganismo existen las vírgenes que desconfían y se visten ante cualquier indecisión del sol y las que esperan siempre, las que no se impacientan ante los cendales que pasen y esperan desnudas a que se desvele de nuevo.
 
Es penoso, triste, estéril, ese desnudarse a solar frente a la consagración del sol. Ese cinismo que tiene la joven moderna de haberlo hecho todo y de no querer hacer, sin embargo, nada con el hombre, esa invención de la plenitud solitaria, eso se refuerza con el baño de sol [...] El que descubra el agujero para ver bañarse a la mujer pura que se da baños de sol, será el que vea un desnudo en una exaltación que, ni si se le entregase, esa mujer obtendría. ¡Ah, el que sorprenda a una mujer en su largo, tendido, abierto, baño de sol, habrá visto lo indecible, lo que antes, a veces, se descubría siempre en cierta penumbra, en esa luz llena de rincones y de veladuras, de las habitaciones en que ellas se desnudan! [...] Sólo el baño de sol muestra, saca a la superficie los trazos hondos del desnudo, establece la verdad, prueba hasta la saciedad lo que se está viendo.

 
(Ramón Gómez de la Serna, El Gran Hotel, 1942)

lunes, 19 de enero de 2015

El hambre de descubrir


Hace unas semanas, coincidiendo con la marcha en París que condenaba el terrorismo islamista, nuestra profesora en el Institut Français nos hizo leer, en voz alta, un fragmento de la novela autobiográfica de Albert Camus, El primer hombre, donde el autor describe a su maestro de escuela, el señor Bernard:

"Después venia la clase. Con el señor Bernard era siempre interesante por la sencilla razón de que el amaba apasionadamente su trabajo. Fuera el sol podía aullar en las paredes leonadas mientras el calor crepitaba incluso dentro de la sala, a pesar de que estaba sumida en la sombra de unos estores de gruesas rayas amarillas y blancas. También podía caer lluvia, como suele ocurrir en Argelia, en cataratas interminables, convirtiendo la calle en un pozo sobrio y húmedo: la clase apenas se distraía. Sólo las moscas, cuando había tormenta, perturbaban a veces la atención de los niños. Capturadas, aterrizaban en los tinteros, donde empezaban a morirse horriblemente, ahogadas en el fango violeta que llenaba los pequeños recipientes de porcelana de tronco cónico encajados en los agujeros del pupitre. Pero el método del señor Bernard, que consistía en no aflojar en materia de conducta y por el contrario en dar a su enseñanza un tono viviente y divertido, triunfaba incluso sobre las moscas. Siempre sabía sacar del armario, en el  momento oportuno, los tesoros de la colección de minerales, el herbario, las mariposas y los insectos disecados, los mapas… que despertaban el interés languideciente de sus alumnos.

[...] No, la escuela no sólo les ofrecía una evasión de la vida de familia. En la clase del señor Bernard por lo menos, la escuela alimentaba en ellos un hambre más esencial todavía para el niño que para el hombre, que es el hambre de descubrir […] Sentían por primera vez que existían y que eran objeto de la más alta consideración: se los juzgaba dignos de descubrir el mundo".

Camus en la escuela

El señor Bernard -cuyo nombre real era Louis Germain- se comprometió con el pequeño Albert y su brillante destino: le habló de la escuela secundaria, le ayudó a preparar el examen de ingreso y, lo más difícil, convenció a su madre y abuela para que le permitieran seguir con sus estudios. Sin su maestro de escuela, Camus habría sido, durante toda la vida, un pobre trabajador en Algeria y no el ganador del Premio Nobel de Literatura. Tras recoger el prestigioso galardón en 1957, durante su discurso de agradecimiento, Albert recordó al señor Germain. Días después, le envió una carta desde París:

Querido señor Germain:

Esperé a que se apagara un poco el ruido que me ha rodeado todos estos días antes de hablarle de todo corazón. He recibido un honor demasiado grande, que no he buscado ni pedido. Pero cuando supe la noticia, pensé primero en mi madre y después en usted. Sin usted, sin la mano afectuosa que tendió al niño pobre que era yo, sin su enseñanza y su ejemplo, no hubiese sucedido nada de todo esto. No es que dé demasiada importancia a un honor de este tipo.

Pero ofrece por lo menos la oportunidad de decirle lo que usted ha sido y sigue siendo para mí, y de corroborarle que sus esfuerzos, su trabajo y el corazón generoso que usted puso en ello continuarán siempre vivos en uno de sus pequeños escolares, que, pese a los años, no ha dejado de ser su alumno agradecido.

Lo abrazo con todas mis fuerzas.


El señor Germain

La emotiva carta de Camus obtuvo respuesta desde Argel:

Mi pequeño Albert:

He recibido, enviado por ti, el libro Camus, que ha tenido a bien dedicarme su autor, el señor J.-Cl. Brisville. Soy incapaz de expresar la alegría que me has dado con la gentileza de tu gesto ni sé cómo agradecértelo. Si fuera posible, abrazaría muy fuerte al mocetón en que te has convertido y que seguirá siendo para mí "mi pequeño Camus".

Todavía no he leído la obra, salvo las primeras páginas. ¿Quién es Camus? Tengo la impresión de que los que tratan de penetrar en tu personalidad no lo consiguen. Siempre has mostrado un pudor instintivo ante la idea de descubrir tu naturaleza, tus sentimientos. Cuando mejor lo consigues es cuando eres simple, directo. ¡Y ahora, bueno! Esas impresiones me las dabas en clase. El pedagogo que quiere desempeñar concienzudamente su oficio no descuida ninguna ocasión para conocer a sus alumnos, sus hijos, y éstas se presentan constantemente. Una respuesta, un gesto, una mirada, son ampliamente reveladores. Creo conocer bien al simpático hombrecito que eras y el niño, muy a menudo, contiene en germen al hombre que llegará a ser. El placer de estar en clase resplandecía en toda tu persona. Tu cara expresaba optimismo.

He visto la lista en constante aumento de las obras que te están dedicadas o que hablan de ti. Y es para mí una satisfacción muy grande comprobar que tu celebridad (es la pura verdad) no se te ha subido a la cabeza. Sigues siendo Camus: bravo [...] Recuerda que, aunque no escriba, pienso con frecuencia en todos vosotros.

La madre de Camus

Al terminar de leer en voz alta aquella página de El primer hombre, nuestra profesora suspiró. ¿Quedan maestros como Monsieur Germain? ¿Quedan alumnos como Camus? Will Durant escribió que una civilización no era conquistada desde fuera hasta que no se había destruido a sí misma desde dentro. Y en ésas estamos, educándonos -o envileciéndonos- solos, sin maestros que marquen el camino.

Camus recogiendo el Nobel

"[...] Después se precipitó a la ventana, mirando a su maestro, que lo saludaba por última vez y que lo dejaba solo, y en lugar de la alegría del éxito, una inmensa pena de niño le estremeció el corazón, como si supiera de antemano que con ese éxito acababa de ser arrancado el mundo inocente y cálido de los pobres, mundo encerrado en sí mismo como una isla en la sociedad, pero en el que la miseria hace las veces de familia y de solidaridad, para ser arrojado a un mundo desconocido que no era el suyo, donde no podía creer que los maestros fueran más sabios que aquel cuyo corazón lo sabía todo, y en adelante tendría que aprender, comprender sin ayuda, convertirse en hombre sin el auxilio del único hombre que lo había ayudado, crecer y educarse solo, al precio más alto".

sábado, 17 de enero de 2015

Buen viaje, Alvite

"Y si no vuelvo, por favor, piensa que fue sólo porque me empeñé en el estúpido sueño de llegar por ferrocarril a una ciudad sin tren".

viernes, 16 de enero de 2015

Midnight Reverie, 86% cacao

De su último viaje a San Francisco, mi amiga Elena me ha traído de regalo una tableta de chocolate con un nombre más que sugerente: "Midnight Reverie, 86% cacao". La joya pertenece a la casa Ghirardelli, división estadounidense de la chocolatera suiza Lindt, mi marca favorita.
 
 
Domingo Ghirardelli tiene una historia apasionante, casi de película. Hijo de un comerciante de especias en Génova, vino al mundo en la comuna italiana de Rapallo en 1817. Ya de adolescente, Domingo se adentró en el fascinante mundo del chocolate. Cuando cumplió la veintena, se mudó a Sudamérica, primero a Uruguay y después a Perú, en cuya capital, Lima, abrió una confitería. En 1850, volvió a trasladarse, esta vez a San Francisco, donde aprovechó la Fiebre del Oro que, por aquellos años, enloquecía a media California. Dos años después, Domingo había ahorrado el dinero suficiente para fundar la Ghirardelli Chocolate Company, convirtiéndose así en el mejor chocolatero de San Francisco. Cuando falleció, con 77 años, fue enterrado en Oakland. 
 
 
Curiosamente, el terrible terremoto que asoló San Francisco en 1906 apenas dañó la empresa Ghirardelli, que retomó la producción diez días después del desastre. Los dioses son misericordiosos ante un chocolate tan bueno. Gracias por tu delicioso regalo, Elena.
 

miércoles, 14 de enero de 2015

Tres veces fea

Sólo por ver y oír cantar a Lolita Torres el tema Chulona en la película La edad del amor merece la pena haber nacido. La letra de este pasacalle de 1954 fue obra de Gerardo González y la música de Ramón Zarzoso.

 
Cuando sale esta chulilla
por las calles y las plazas,
por mirar mi figurita
hasta el tránsito se para.
Y a mi cola los galanes
que ya forman un millar,
con gracioso sonsonete
todos me suelen cantar...

¡Chulona!
Mírame, chulona mía,
no me dejes de mirar.
¡Preciosa!
óyeme, mariposita,
porque yo te quiero hablar.

 
La edad del amor resultó un éxito en todo el mundo, muy particularmente en la Unión Soviética. Tanto fue así que su protagonista, la argentina Lolita Torres, hija de un telegrafista de ferrocarril, participó en el Festival de Cine de Moscú en 1961. El marido de la bailarina rusa Maia Plissetskaya, Rodión Schedrín, compuso para la actriz de Avellaneda una ópera española titulada Lolita, que más adelante se estrenó en Noruega. El escritor Jorge Asís, escribió sobre esta artista de voz frágil: "Era notable la pasión que aún despertaba Lolita Torres, una argentina agallegada que había atravesado el corazón virginal de todas las rusas. Les había renovado la existencia de sentimientos...".
 
 
He recordado la versión que Lolita Torres hizo de la salerosa Chulona gracias a la última memez de Ángeles Carmona, presidenta del Observatorio sobre la Violencia de Género del CGPJ, quien ha declarado: "El piropo ha sido siempre permitido y se ha asumido como algo normal, pero lo cierto y verdad es que supone una invasión en la intimidad de la propia mujer [...] Para no escuchar los comentarios de este tipo y aunque sean bonitos, buenos y agradables y sean actitudes absolutamente permitidas en nuestra sociedad, deben ser erradicadas". El piropo, flor de los labios desprendida, desde ese momento, dejó de ser español como una bata de cola. Descanse en paz.
 
 
Soy vendedor de piropos,
¿quién me los quiere comprar?
Si le acepto yo un piropo,
lo tendrá que regalar,
los requiebros son suspiros,
que dicen cosas de amores.
A las hembras de bandera
que van regando la flores.
 
 
Ni tres veces guapa, ni leches. Ahora, gracias a la señora Carmona, TRES VECES FEA, que es mucho más liberador.
 
 
Estás que arrebatas preciosa
estás de lo más retrechera
estás tan bonita y graciosa
que luces airosa tu sal postinera
estás tan soberbia y airosa
que luces mimosa tu gracia chispera.

Cuando me miras morena
de adentro del alma un grito se escapa
para decirte muy fuerte
¡Guapa, guapa y guapa!

lunes, 12 de enero de 2015

Un diamante es para siempre y otros cuentos de hadas

Ni vivieron felices ni comieron perdices. Según datos de las Naciones Unidas, el 53% de los matrimonios termina en divorcio. Alertados por esta cifra, dos economistas de la universidad norteamericana de Emory han publicado un estudio -titulado A diamond is forever and other fairy tales- donde enumeran los factores que propician el descasamiento. Tomen nota: cuanto más caro sale el anillo de compromiso, mayor probabilidad de acabar tirándose los platos a la cabeza. Teniendo en cuenta que el precio medio de una boda en España ronda los 17.000 eurazos... ¡normal que se disparen los divorcios! Y otro detalle curioso: las parejas que se van de luna de miel se separan un 41% menos.


A pesar de haber hecho un rutilante viaje de novios entre Camboya y Australia, con suites de mil euros la noche, recientemente ha saltado la noticia de la ruptura entre Marta Ortega (la heredera del imperio Inditex) y Sergio Álvarez.

 
Ante tanta probabilidad de fracaso, resulta natural que nuestra Marisol no se quisiera casar; ni siquiera en el precioso pueblo de Arcos de la Frontera, donde se rodó este disparatado vídeo en 1971, obra del rumano Lazarov.
 
 
Ya puestos, no me resisto a colgar otro de los vídeos que Lazarov y Marisol grabaron durante aquel viaje a la provincia Cádiz... Se trata de una versión futurista del Porompompero, cantado en chino desde la Torre de Puntales.
 

sábado, 10 de enero de 2015

Las tardes de enero


[...] En las tardes de rosas y brisas 
los dolores se olvidan, riendo, 
y las penas glaciales se ocultan 
tras los ojos radiantes de fuego. 
Cuando el frío desciende a la tierra, 
inundando las frentes de invierno, 
se reflejan las almas marchitas 
a través de los pálidos cuerpos. 
Y hay un algo de pena insondable 
en los ojos sin lumbre del cielo, 
y las largas miradas se pierden 
en la nada sin fe de los sueños. 
La nostalgia, tristísima, arroja 
en las almas su amargo silencio, 
Y los niños se duermen soñando 
con ladrones y lobos hambrientos. 
Los jardines se mueren de frío; 
en sus largos caminos desiertos 
no hay rosales cubiertos de rosas, 
no hay sonrisas, suspiros ni besos. 
¡Cómo cae la bruma en el alma 
perfumada de amor y recuerdos! 
¡Cuántas almas se van de la vida
 
estas tardes sin sol ni luceros!
 
(Juan Ramón Jiménez)

miércoles, 7 de enero de 2015

El sueño de los Reyes Magos

La Navidad terminó, volvemos a la rutina y los Reyes Magos, después de varios días de frenético trabajo, ya reponen fuerzas. La historia cuenta que sus Majestades dejaron oro, incienso y mirra a los pies del Niño Jesús y luego se fueron a dormir, como todo hijo de vecino. Sin embargo, el 7 de enero, mientras soñaban plácidamente, un Ángel se les apareció para advertirles que debían regresar a sus hogares por un camino diferente al que habían seguido en la ida, con el fin de evitar a Herodes, quien andaba medio loco por conocer el paradero de la criatura que iba a sustituirle como rey de los judíos. Total, que a los pobres Reyes Magos les fastidiaron el sueño.
 
Capitel románico de Saint-Lazare, en Autun (Francia). Maestro Gislebertus, siglo XII
 
 Capitel románico de la Iglesia de Santo Domingo, en Soria, siglo XIII
 
Misal de Salzburgo, Regensburg, siglo XV
 
 Libro de horas de Taymouth, siglo XIV
 
En esta última ilustración, Melchor está soltándole algún improperio al Ángel, que le ha dado un susto de muerte. Sus compañeros, Gaspar y Baltasar, son más duros de oído y duermen como troncos. Les deseo que la vuelta a la rutina tras las vacaciones de Navidad no resulte tan abrupta como el despertar de Melchor.
 
 

martes, 6 de enero de 2015

Para los niños


«Para los niños no existe separación alguna entre el Cielo y la Tierra, y en ese mundo mágico viví yo hasta los nueve años por lo menos, y gracias a haber vivido en ese mundo mágico de niño, he sido capaz, ya de hombre, de entender y de sentir el lado mágico de la vida [...] Para un niño el tiempo no existe; tiene tanto tiempo por delante que se olvida de su existencia hasta que algún acontecimiento importante le imprime tal o cual fecha en la imaginación [...] Las sombras pasan, la luz permanece. A esa edad los disgustos se olvidan con rapidez; de la miseria sólo se ve el lado cómico y de la tragedia el heroico».
 
(Aquilino Duque, fragmentos del libro "El Rey Mago y su elefante", 1993)


Revista gráfica "La Esfera"
 

lunes, 5 de enero de 2015

El día de los caramelos


El 5 de enero es el día de los caramelos; los que arrojan con brío Sus Majestades, los Reyes Magos de Oriente, durante la cabalgata. Tras la dulce metralla real, los niños se lanzan al suelo para aumentar su botín de dulces, terminando el desfile con un colosal entripado. Pero también hay caramelos que gustan a los adultos...

 
A comienzos de los 70, los hermanos José y Delfín Amaya, familiares de la genial bailaora Carmen Amaya, versionaron el tema Caramelos a ritmo de rumba. La canción, con cierto toque erótico y picarón, fue un enorme éxito.

Mira, nenita, yo traigo unos caramelos,
si tú los pruebas, chiquita,
te comes hasta los dedos.
 
Los traigo de coco y piña,
de limón y menta, nena,
de piña para las niñas,
y limón para las viejas.
 
 
Y hablando de caramelitos de menta que elevan los espíritus a primera hora de la mañana, imposible pasar por alto la farruca, también picantona, de Ochaíta y Solano compuesta para Marifé de Triana a finales de los 60.
 
Ay, bésame, besa,
bésame en la cara,
caramelitos de menta
por la noche y la mañana.
Ay, bésame, besa,
bésame en los labios,
caramelitos de menta
por la mañana temprano.
 
 
La canción sobre caramelos -en este caso, piruletas- más depravada de la historia de la música fue maquinada, por supuesto, por Serge Gainsbourg. Corría el año 1966 cuando l'Enfant Terrible le pidió a la inocente France Galle que le explicase por qué le gustaban tanto las piruletas, sin que ésta sospechara el doble sentido erótico de la letra. Si el texto dejaba dudas, el vídeoclip las disipó.
 

jueves, 1 de enero de 2015

Próspero 2015

Deseo a mis lectores salud y buen humor en 2015 con esta felicitación donde figura la antigua plaza de toros de la Puerta de Alcalá, en Madrid, que funcionó de 1749 a 1874 y fue lugar de inspiración para Francisco de Goya. Puestos a pedir, a pesar de ciertas reapariciones, deseo también que disfrutemos de un buen año taurino y que veamos con mayor frecuencia a Juan Mora hacer el paseíllo. Ahí queda eso.
 
 
Ya tarde abrí los ojos.
Por el segundo de un segundo
sentí lo que el azteca,
acechando
desde el peñón del promontorio,
por las rendijas de los horizontes,
el incierto regreso del tiempo.

No, el año había regresado.

Llenaba todo el cuarto
y casi lo palpaban mis miradas.
El tiempo, sin nuestra ayuda,
había puesto,
en un orden idéntico al de ayer,
casas en la calle vacía,
nieve sobre las casas,
silencio sobre la nieve.
 
(Fragmento de Primero de Enero de Octavio Paz)