martes, 19 de marzo de 2013

Mantilla va luciendo el mujerío


Para la Misa de Inicio de Pontificado, celebrada al aire libre en la plaza de San Pedro, el Vaticano recomendó una etiqueta "flexible" en el caso de los caballeros, que han podido elegir entre el frac, el chaqué y el traje oscuro. Las señoras, sin embargo, han tenido que asistir con vestido negro cerrado (nada de escotes ni manga corta), con el largo por debajo de la rodilla y velo sobre el rostro. Ya no se lleva a rajatabla la norma obligada hasta hace poco, según la cual, los caballeros debían llevar frac y las señoras, vestido largo. El Vaticano también se ha apuntado a la moda del "arreglao, pero informal".
 
¿Hay algo más bonito y español que un look peineta+mantilla?
"De los pinreles a la peineta, yo le zurraba la pandetera" (Carmen de España)
 
En sus sucesivas visitas al Papa Francisco, a la princesa Letizia todavía le tienen prohibido sacar del armario ropa clara y primaveral. El histórico "privilegio de blanco", que permite a las reinas católicas, tanto titulares como consortes, vestir de blanco ante el Santo Padre, de momento, en nuestro país, sólo está al alcance de la reina doña Sofía. Esta concesión fashion tiene su origen en el agradecimiento del Papa a los Reyes que se mantuvieron fieles durante la Reforma Protestante. Por tanto, junto a la Reina de España, que además de mantilla blanca puede lucir peineta, las únicas que hacen uso de este privilegio son las reinas belgas Paola y Fabiola, la Gran Duquesa María Teresa de Luxemburgo y las princesas María de Liechtenstein y Charlene de Mónaco. Las demás, deben ir, sin rechistar, como negras duquelas.
 
 
A Letizia no le gusta llevar peineta: ni blanca ni negra, ni pal´Vaticano ni pa´los toros... Lo demostró en su visita a Benedicto XVI con motivo de la beatificación de Juan Pablo II,  cuando sólo lució una discreta mantilla de encaje negro. Este martes, en la misa que celebraba el inicio del Pontificado del Papa Francisco, tampoco ha llevado. Debe de tener su intríngulis hacer tanta genuflexión y mantener la peineta en to´lo alto.
 
Leti en los toros, desmonterada... ¡con lo bien que le quedaría la peineta!
 
 
Sobre otros abalorios, como bien sabemos las fashion victims, no es aconsejable combinar prendas negras con joyas de oro. Algunos expertos en protocolo lo prohiben expresamente y recomiendan usar perlas. Mantengo mis dudas, sin embargo, sobre el pandero postizo de doña Letizia. Desde hace un tiempo, el trasero de la Princesa de Asturias está en entredicho: como el río Guadina, en algunos actos aparece y en otros, desaparece gracias a un "postizo para glúteos". El protocolo Vaticano no aclara este punto.  
 
 

lunes, 18 de marzo de 2013

I+D+i cofrade

Última hora: "La Hermandad del Arca de Noé pide su incorporación inmediata a la nómina de Semana Santa. Podría salir todos los días". Firmado: la Sevilla Rancia.

 
La ingeniería cofrade desafía a la lluvia. La empresa jerezana Sispromet 23 (Sistemas de Protección Meteorológica), tras cinco años de pruebas, ha inventado un artilugio que, en tres minutos, permite poner los pasos a cubierto... Igual que el plástico en las sillitas de los niños. El armatoste pesa 70 kilos y puede guardarse dentro de una maleta. Aseguran sus creadores que las primeras pruebas sobre la parihuela de varios pasos han sido "muy positivas". Están tan satisfechos que ahora estudian patentar una mesa camilla rectangular para que las imágenes se calienten los pies durante esas desagradables jornadas de lluvia.


"Es algo que se nos ocurrió y que se ha convertido en una obsesión. Somos conscientes de que la Semana Santa no se puede proteger con un plástico. Ahí están los sentimientos, los cortejos... pero sí creemos que puede ser una herramienta muy útil para facilitar a las hermandades la decisión de salir a realizar la estación de penitencia en caso de que no esté lloviendo, pero existan porcentajes inciertos", dice uno de los inventores-cofrades, realmente preocupado por el resultado estético. "Ahora tenemos que ir probando a ver cuál es el que mejor funciona teniendo en cuenta el movimiento del paso al andar y otros aspectos. De las pruebas saldrán dos diseños: uno para palios y otro para misterios".


Pero, ¿qué sucederá los días en los que caigan chuzos de punta? Tranquilidad: los apasionados de la Semana Santa perfilan un plan B a cubierto. Se llama "My Cofradía" y es el primer juego cofrade para móviles (hasta ahora, en analógico, sólo conocíamos "Carrera Oficial", el bombazo de las pasadas Navidades).


¡Atarse los machos, mis capillitas! "Si eres cofrade y gustas del tipo de juegos Sim City (en el que eres alcalde y gestionas una ciudad) seguro que disfrutarás creando tu propia hermandad de Semana Santa. Podrás crear y gestionar tu hermandad desde cero. Encargar titulares al imaginero, establecer la cuota mensual para los hermanos, comprar enseres, realizar donaciones para obras sociales y realizar la procesión de Semana Santa son algunas de las funciones que podrás realizar en este juego. En función de tu gestión, la hermandad será más o menos atractiva y el número de hermanos crecerá o decrecerá".

 
En Navidad, gracias a otra "app", conseguimos localizar la cabalgata de Reyes Magos e ir a por ella a su paso por la calle San Jacinto.

 

sábado, 16 de marzo de 2013

Buñuelos de bacalao... y cuaresma


"Un viejo camarero jubilado del Ritz de Barcelona conservaba el tarjetón del menú de cuando hospedaron allí a Himmler, el 23 de octubre de 1940, y me dijo que uno de los bocaditos que probó y aprobó el Reichsfürer y antiguo criador de pollos fueron precisamente los buñuelos de bacalao. Bueno, por lo menos algún recuerdo positivo se llevó el buen hombre de nuestra tierra, porque lo demás fueron contrariedades: creía que los monjes de Montserrat le iban a revelar el paradero del Grial y le dijeron que allí no había tal cosa y que, si la hubiera, en seguida se la iban a enseñar a él; traía unas escopetas en el maletero pensando que podría cazar antílopes y otra fauna africana y, diluvió de tal manera en los días de su estancia, que hasta se deslució en el quinto toro lacorrida de Las Ventas a la que lo invitó su anfitrión, Serrano Súñer. En fin, un desastre sólo redimido por los buñuelos de bacalao.

Este plato es típico de Semana Santa, cuando comer carne se considera pecado. En Viernes Santo, en la larga Madrugá, cuando la gazuza contiende con la devoción, los bares de Sevilla se ponen a reventar de penitentes vestidos de túnica cofrade, el capirote debajo del brazo, que degluten cantidades notables de tapas; se observará cómo guardan la Cuaresma en que se abstienen de comer carne: ¡ahí triunfan por igual el bacalao y la fe!".
(Juan Eslava Galán, autor de "Cocina sin tonterías").
 
A propósito de los buñuelos de bacalao, aquí pueden leer cómo se lo pasó Himmler en Las Ventas. Además, les recomiendo encarecidamente un artículo de don Antonio Burgos sobre los Soldaditos de Pavía.
 
Y si me permiten un último consejo para sus próximas paradas semana-santeras, el mejor acompañamiento para la ración de buñuelos de bacalao es, sin lugar a dudas, la "Crema del Penitente", la primera bebida con sabor cofrade con un "ligero" toque a incienso.

jueves, 14 de marzo de 2013

La saeta


Quejidos en la noche... ¡Alaridos del alma...!
Saetas que ascendéis como incienso de fe
en las noches templadas del abril sevillano...
Decidme lo que sois, porque yo no lo sé...
¿Sois votos o sois quejas... ? ¿Sois llanto... ? ¿Sois canción... ?
¡Sois llagas que desgarran el propio corazón...!

[…] Ya suena la Saeta. El mozo postinero
en sus talones se alza... Ya se quitó el sombrero.
Con la mano en acción se dirige hacia Cristo.
¡En ninguna nación ni en ningún pueblo han visto
cara a cara a un muchacho hablarle así a su Dios...!

Le pide que le salve en la guerra del moro,
que no le olvide mientras la novia que aquí deja,
que al despedirse de ella se ha dejado enredado
los cachos de su alma al hierro de su reja...

(FERNANDO VILLALÓN)


¡Cantar del pueblo andaluz,
que todas las primaveras
anda pidiendo escaleras
para subir a la cruz!

(ANTONIO MACHADO)

Manolo Caracol le canta una saeta en Triana
(Foto encontrada en la web de Julio Domínguez Arjona)

miércoles, 13 de marzo de 2013

El fracaso de un torero por culpa de las torrijas de su madre


La torrija, como todo manjar simple, es deliciosa. La torrija no es nada: es un pedazo de pan frito con aderezo de leche y azúcar. Y, sin embargo, la torrija se eleva a lo selecto, eso a lo que es tan difícil llegar, como escribir el castellano igual que fray Luis de Granada, sin aparente esfuerzo, porque sí, porque lo quiso Dios [...] Una torrija no se describe, se come, que es lo difícil, y se paladea, lo que es aún más complicado, y luego eleva uno los ojos al cielo, se bebe un vaso de vino y, después, otra torrija, y otra, y otra, y los vasos de vino congruentes. Y así los años necesarios hasta que la muerte llegue, en la seguridad de que Dios no nos pedirá cuentas. Y si lo hace, exhibiremos la lista de las torrijas comidas y de los vasos de vino injeridos. Total, la gloria eterna. Las torrijas no son un alimento. La torrija es lo superfluo. Un lujo que valía diez, quince céntimos. En los barrios bajos madrileños se hablaba de las torrijas como de los brillantes en la Quinta Avenida de Nueva York, con la misma naturalidad, pero con mayor deseo, porque eran más difíciles de obtener, pese a su baratura.

El borracho no es goloso. El que bebe vino necesita sabores agrios, pues al dulce le va bien el agua, ¿por qué, entonces, las torrijas, manjar dulzarrón, tenían ese éxito de asombro entre los bebedores? Misterios del costumbrismo.


La gloria de la divulgación de las torrijas entre el pueblo madrileño se debe por entero a la señora Dolores Ugarte, mujer de Antonio Sánchez Ruiz. Ella fue la artífice perfecta de esta joya culinaria insuperable [...] Y jamás dio a nadie la fórmula. Sus hijas las hacen buenas, bonísimas, pero no como aquellas de la señora Dolores [...] El primer Jueves Santo que hubo torrijas en la taberna del señor Antonio Sánchez, fue algo así como el descubrimiento de América. La gente no lo quería creer [...] ¡Ocho docenas de torrijas se llevó un día el señor duque de Tovar a su finca El Soto de Aldovea, para obsequiar con ellas a los Reyes de España, huéspedes suyos en una fiesta taurina de campo! Desde aquel Jueves Santo, cuya fecha no puedo precisar, vista la aceptación inusitada con que fueron recibidas, las torrijas se hicieron diariamente en casa de Antonio Sánchez [...] Llegaron a venderse hasta dos mil diarias. En un gran perol de aceite, hirviendo durante todo el día, iban friéndose torrijas y torrijas. Dos mujeres no descansaban en la tarea de partir en rodajas los panecillos, cuatrocientos panecillos. La compra de una máquina simplificó mucho esta tarea. Las fuentes de torrijas se sucedían en el mostrador, y apenas llegadas quedábanse vacías.

- ¡Al cochero, lo que quiera, y al caballo una torrija!


[...] ¡Fuentes de torrijas como lingotes de oro espolvoreados de la plata del azúcar! [...] No se sabe por qué, quizá por razón de oficio, los albañiles han sido los mayores consumidores de torrijas. Tal vez, colocadas simétricamente en las fuentes, les parecían ladrillos que cogían para ir colocándolos en la pared medianera de sus estómagos. Y a propósito, ¡qué buenos estómagos ha habido en Madrid! [...] Otra ventaja de las torrijas radicaba en que se podían comer a cualquier hora. Siempre venían bien, siempre reconfortaban, siempre pedían vino detrás. Una fuente de torrijas de casa de Antonio Sánchez era el Perú de los barrios bajos.

En las tardes de triunfo de Antonio Sánchez hijo en la plaza de toros de Madrid, resonaba por los tendidos de sol un grito triunfal. Éste: "¡Viva el Torrija!". Antonio Sánchez, al oírlo, se estremecía. "¿Me lo dirán en guasa?", se preguntaba [...] El señor Antonio padre cuenta que un día, un lunes, bajó a la estación  del Mediodía a retirar un vagón de vino. En la espera de los trámites enreda conversación con un ferroviario. Éste le pregunta:

- ¿Estuvo usted ayer en los toros?
- No, señor.
- Pues yo sí. Fui a ver a ese Antonio Sánchez que decían si era tan valiente, y ná, no hizo ná. ¿No le ha visto usted torear?
- No, señor.
- No se ha perdido usted ná. Dicen que ha tenido tantos éxitos en Madrid porque su padre, que es tabernero, regala los días que torea su hijo torrijas y vino a todo el barrio del Mesón de Paredes. Y claro, luego, en la plaza, ¡pues el desmiguen!


[...] - A mí -dice ahora con el pelo ya cano, Antonio Sánchez hijo- me perjudicó mucho en mi vida torera la fama de las torrijas de mi casa.

ANTONIO DÍAZ-CAÑABATE
Historia de una taberna (1947)


martes, 12 de marzo de 2013

Fumata cárdena

Pasadas las seis de la tarde, del número 28 de la calle Xátiva, una columna de humo se elevó hacia el cielo valenciano. "¡Fumata cárdena!", gritaron algunos aficionados. "Habemus toro bravo", dijeron otros.


Aviador, un negro entrepelado de casi seis años, se había convertido en dueño y señor del ruedo. Con un par de "aviadores" así, planeando a diestra y siniestra, se zanjaría la huelga de Iberia antes de pronunciar "esta boca es mía". El Adolfo Aviador, ya de salida, humilló en el capote hasta rozar el albero con el hocico. Luego, tras una mala lidia, empujó con codicia en el caballo, metiendo los riñones, y llegó a la muleta alegre y con un cortijo en cada pitón. Le tocó en suerte a David Esteve, un torero que hace el paseíllo una vez al año, poco placeado, pues, para semejantes turbulencias. Si bien es cierto que le echó ganas y firmó un bonito saludo capotero, Aviador voló más alto y su matador no llegó a despegar. No era empresa fácil. 


Este ejemplar de Adolfo Martín fue lo más reseñado de una corrida cinqueña impecablemente presentada. Los dos primeros toros, Madroño y Horquillono, tuvieron guasa, casta y emoción. Ambos se revolvían rápido, el segundo casi en el mismo embroque, y tuvieron en vilo al respetable hasta que cayeron apuntillados. En cambio, los tres últimos toros salieron mansos, geniudos y a la defensiva. Corrida, por tanto, irregular de Adolfo Martín, quien hacía su reaparición tras el grave incidente sufrido este invierno mientras realizaba labores camperas. Algunos revisteros oficiales dirán mañana que el ganadero trajo a Valencia unas alimañas imposibles de lidiar que no facilitaron el disfrute de sus matadores. Qué le vamos a hacer. Para gustos, cárdenos.


Sobre los toreros, además de resaltar la poca pericia de Esteve, deben destacarse algunos aspectos positivos, como el oficio, adquirido a sangre y fuego, de Antonio Ferrera, que dominó al bronco cuarto hasta que terminó por rajarse; o la buena colocación y firmeza de Eduardo Gallo, siempre cruzándose al pitón contrario, quien estuvo por encima del segundo. Ambos sortearon sendos lotes de escaso lucimiento. Quizás algunos echamos de menos faenas más cortas, aunque en estos tiempos gustan los muletazos al peso.


De cualquier manera, no olvidemos que este martes hemos visto uno de los toros de la feria de Fallas. Por fin un verdadero toro bravo que, como ya sabemos, salen con la misma frecuencia que un nuevo Papa. Celebremos la fumata cárdena.


lunes, 11 de marzo de 2013

El cónclave alternativo


Se busca Papa. Como en el Oeste. Y si declara que los Reyes Magos son choqueros, mucho mejor. A partir de este martes,  115 cardenales se reúnen para encontrar al sucesor de Benedicto XVI. Barajan emplear el tradicional sistema taurino: escribir el nombre de los "elegibles" en un papelito, hacer bolitas, echarlas en un sombrero y, a las doce, ante las cuadrillas vaticanas, realizar el sorteo. Una vez terminado con éxito el sorteo papal, todos a fumarse un puro -"fumata blanca"- y, a las cinco de la tarde, clarines y timbales para empezar el paseíllo a través de la Capilla Sixtina.
 

Competencia de "fumatas"
 
Últimamente, al Vaticano, plaza de primera categoría, le ha vuelto a salir competencia en el Palmar de Troya. El Palmar, para que nos entendamos, es como la feria de Olivenza, de tercera, pero pintona y que, de cara a los medios de comunicación, da mucho juego. Mientras que las cuentas en Roma hacen aguas -en 2011, la Santa Sede perdió 15 millones de euros-, en el Palmar de Troya tiran la casa por la ventana y redecoran su mastodóntica Basílica, que parece un fortín del Far West. Cuenta la prensa que, en los últimos meses, el edificio, que domina la campiña de Utrera, está mudando "la color": del gris del hormigón a la pintura marrón y blanca, como un helado de corte nata-chocolate.

 
Los Carmelitas de la Santa Faz han hecho un milagro mucho más inverosímil que las apariciones marianas de los años 60: tener pasta. "En El Palmar de Troya, la mayoría de los ciudadanos guardan silencio. Pocos son los que se atreven a aventurarse acerca de los cambios que se están produciendo en el enclave más famoso de la población. «Allí están siempre de obras» o «está entrando de nuevo dinero», son algunas de las frases sueltas que se escuchan en los bares y cafeterías".
 
 
Se rumorea que en este prodigio económico ha jugado un importante papel Gregorio XVIII, el actual Papa, un militar murciano que tiene a toda la orden más tiesa que una vela. Se acabaron los años del Papa Clemente, quien permitía a sus carmelitas pegarse unas comilonas en Utrera de Padre y muy señor mío. Quizás el Vaticano debiera tomar ejemplo e imponer un régimen militar. Las malas lenguas aseguran que en El Palmar siguen tiesos y que allí sólo hay dos albañiles vendiendo la burra. Sea como fuere, a causa al inmenso muro que rodea el edificio, es imposible adivinar cómo viven sus moradores. Tampoco sería la primera vez que los seguidores de Clemente, a quien su madre describía como un "perturbado mental", se quedan con el personal...
 
 
En un pueblo cercano a Sevilla,
pa más señas llamao El Palmar,
ha ocurrio'na cosa mu gorda:
el milagro de la Santa Faz,
que parece qu'a visto Clemente
a la Virgen diciéndole así:
"Que moderna s'a güerto la Iglesia
mucho progresista corre por aquí,
qu'hasta l'Papa lo tienen drogao
obispos marxistas d'esos de Linin".
Clemente no te quedes con la gente.
Clemente con la copla se quedó.
Y nos cuenta Clemente'l vidente
que la Virgen dijo:
"Fundarás a la Orden Carmelita
con el nombre de la Santa Faz
y además quiero que desde ahora
toa la misa se jaga'n latín
y alevantes otro seminario
qu'en los oficiales hay mucho rojí,
mucho Mao, mucho Fidel Castro,
mucho Ché Guevara y mucho herejí.

Cónclave alternativo-gaditano
 

domingo, 10 de marzo de 2013

Paella sin tonterías


"La paella es, junto con el flamenco y los toros, el símbolo español por excelencia. Un plato colorista y sabroso, de gran fachada y poco fondo, como la propia España, al que por circunstancias de la vida le han gastado más putadas que a Jesucristo en Semana Santa. En verano, cuando paseo con la parienta por las Ramblas y veo las terrazas llenas de guiris color marisco hervido y japoneses color perro mustio, suelo fijarme en lo que están cenando. No falla: paella con sangría. Y yo le pregunto a mi propia mismidad: ¿es que no existe en el mundo un alma caritativa que oriente un poco a estas criaturas?".

Juan Eslava Galán en su libro "
Cocina sin tonterías".


"Paella" es una palabra universal que no se ha traducido a ningún idioma. "Paella" es paella y se entiende en los cinco continentes aunque, en sus orígenes, el término designaba a la sartén donde se elaboraba el guiso, no al alimento en sí. Una romántica historia cuenta que, cierto mediodía, un hombre le preparó a su hambrienta novia una suculenta paella... y "pa´ella" se quedó.

Manolete y Carlos Arruza se despachan una paella en los años del hambre

El  plato surgió en las zonas rurales de Valencia, entre los siglos XV y XVI, cuando los campesinos y pastores idearon una receta nutritiva y fácil de transportar, a lomos, generalmente, de un animal de carga, elaborada con los ingredientes que tenían a mano. En su origen, la paella llevaba distintas aves, conejos silvestres, verduras (principalmente judías verdes y alubias blancas), azafrán, romero, a veces caracoles, aceite, agua y, por supuesto, arroz. Todo se cocinaba a fuego lento sobre ramas de naranjo, lo que aportaba al guiso un aroma mediterráneo muy característico. No sabemos en qué momento de la historia a la paella campera le surgió la competencia de la paella marinera, hecha con calamares, sepia, cigalas, langosta, almejas, mejillones... "Endegenerando", a algún iluminado se le ocurrió la "paella mixta", que es un esperpento incomestible. En la web del Arroz SOS reflexionan con buen criterio: "La imposibilidad de una paella mixta reviste una lógica aplastante. ¿Qué iba a hacer un campesino del interior con una langosta en la mano o un pescador con un conejo bien limpio y bien dispuesto para cocinar?".

"En el Levante español, se narra una historia que data de la Guerra de la Independencia, acerca de un general francés, una paella, y nuestra Sherezade del arroz. El general estaba tan impresionado por la paella, que hizo un trato con la mujer: por cada nuevo plato de arroz, el general liberaría a un prisionero español. Tras soltar a ciento setenta y seis prisioneros, el general fue destituido y, aún así, seguía pidiéndole a la mujer más y más paellas".


El año pasado por estas fechas, cogí el AVE y me planté con unos amigos en Valencia con la excusa de ver una corrida de Adolfo Martín donde, por cierto, Javier Castaño, que toreó monterado, estuvo soberbio. Antes del festejo, nos zampamos una degustación de arroces de padre y muy señor mío. Tras los toros y la paella, regresamos a Madrid suaves como la seda. Ahora, cada vez que como este plato, recuerdo a Castaño y "Monería".

Castaño y el toro "Monería"

sábado, 9 de marzo de 2013

Engallarse

El calendario de un torero:
- Castellón, 9 de marzo: toros de Cuadri.
- Valencia, 12 de marzo: toros de Adolfo Martín.
- Madrid, 24 de marzo: toros de Torrestrella.
- Sevilla, 11 de abril: toros de Cuadri.


¿De quién en este "planning"? De Eduardo Gallo, el resucitado. Ojo: este Gallo nada tiene que ver con aquel otro que nos producía sueño hace tres, cuatro o cinco temporadas. Al Gallo de hoy le sirven todos los toros y se coloca más bien que la mar. Sólo tiene un defecto, un "espolón" de Aquiles: la espada, porque pica, pero no remata la pelea. Por lo demás, en el ruedo, se hace el amo del corral.
 
 
Me reconvertí al gallismo a comienzos de mayo del año pasado, cuando le vi torear en Las Ventas una infumable corrida de Martín Lorca. Se rumorea que este San Isidro se ha apuntado a la de Pedraza de Yeltes. Antes le esperan Cuadris, Adolfos y Torrestrellas. Hoy, sábado, empieza la tourné. En Madrid le esperamos dentro de un par de semanas para que inaugure la temporada venteña... y para que abra la Puerta Grande, que ya toca. Mucha suerte al Gallo de Salamanca.
 
 
He aquí el apunte que escribí el año pasado tras la mansada de Martín Lorca, el 7 de mayo:
"Una vieja leyenda reza que en Santo Domingo de la Calzada “cantó la gallina después de asada”. No en vano, y en recuerdo de este mito, un gallo y una gallina blancos viven dentro de la Catedral riojana durante todo el año.

 
Este domingo en Las Ventas volvió a cantar un gallo oriundo de Salamanca al que ya daban por asado. Resucitó Gallo en dos faenas repletas de temple, exposición, buena colocación, inteligencia y ligazón. Sólo falló una cosa… algo, por cierto, imprescindible: los toros de Martín Lorca que le cayeron en suerte, sin duda, el peor lote de la tarde. Su primero era una babosa mansurrona y medio inválida; mientras que su segundo se asemejaba a un mulo clavado al piso que, más que embestir, topaba de feas maneras. Tuvo mejor son el trasteo al noble gusarapo donde pudo verse al Gallo templadísimo de antaño, despejado y cruzándose al pitón contrario. Previamente, brilló con el recibo de capote a pies juntos y llevando por galleos a su toro al caballo, con garbo y frescura. Ante el quinto, un ejemplar hondo y serio, y al que también toreó con gusto a la verónica, se pegó un arrimón de mucho cuidado hasta rematar entre los pitones. Pinchó ambas faenas y dio dos calurosas vueltas al ruedo. Como muestra de gratitud por esta deseada resurrección, un aficionado de sol regaló al salmantino un gallo que se emplazó en la boca de riego y ni Florito era capaz de enchiquerar. Bien es sabido que cuando estos animales se engallan, cuesta mucho echarles la mano al pescuezo. Ojalá Eduardo Gallo siga con su encaro y lo veamos pronto con un toro de verdad, a ser posible en alguna sustitución de San Isidro, que bien merecida la tiene".