Al caer el segundo toro, los huecos que quedan libres en los tendidos de Azpeitia se llenan de niños. Un sitio vacío no vale nada. En cambio, después de vivir una feria como los San Ignacios de 2015, es muy probable que alguno de esos críos se haga abonado el día de mañana. En el peor de los casos, respetará las tradiciones de su pueblo porque las ha conocido desde dentro.
El modelo de gestión de Azpeitia es impecable: carteles que se salen del cliché de la previsibilidad, ganaderías que aportan un tremendo espectáculo, toreros con hambre que arrean, una empresa que premia a los triunfadores, una plaza con personalidad y un público agradecido.
Paco María picando a un Cuadri (Foto: Tierras Taurinas)
Con estos mimbres, se han visto tres corridas apasionantes: las de Cuadri, Ana Romero y Pedraza de Yeltes. Y nueve matadores que han dado todo lo que tenían, con enorme dignidad y verdad: Paulita, Pérez Mota, Sergio Serrano, Juan Bautista, Manuel Escribano, Arturo Macias, Javier Castaño, Juan del Álamo y Lopez Simón.
Sergio Serrano ha sido declarado triunfador de la feria tras apechugar con tres Cuadris y la desazón de saber que sus compañeros de cartel (Paulita y Pérez Mota) se encontraban en la enfermería. Con justicia, la Presidencia le concedió las dos orejas como recompensa a su mérito durante toda la tarde. En las antípodas, al día siguiente, Juan Bautista cuajó una de las faenas más bellas de la temporada a un excepcional toro de Ana Romero. Y el domingo, como broche, un monterado Javier Castaño planteó un comienzo de faena torerisimo a un excelente Pedraza de Yeltes (el ejemplar más completo del ciclo guipuzcoano) premiado con la vuelta al ruedo. Entre medias, brillaron tercios de varas, bregas y pares de banderillas de enorme arrojo.
Javier Castaño con Pedraza de Yeltes (Foto: Tierras Taurinas)
Azpeitia es una plaza donde se cuida el detalle. Incluso la banda de música suena como la de La Malagueta o La Maestranza. Pero no hay que dormirse en los laureles: el éxito nunca es fruto de la casualidad y menos en el toro. La Comisión de Azpeitia ya mira hacia los San Ignacios de 2016... Enhorabuena a todos.
No hemos visto a la misma feria. Por ejemplo, Jalabert hizo una "faena" de infermero a una craba invàlid, sin ninguna vergüenza. Otro enemigo de la fiesta brava del interior, como casi todas las "figuras"
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