Este San Isidro queda resumido en dos imágenes llegadas, directamente, desde el corazón de las tinieblas: del retrato de un hombre que abraza, con la mano ensangrentada, a quien le ha salvado la vida, a la lucha desesperada de otro que pone todo su empeño y voluntad en sobrevivir, haciendo surgir la belleza y el orden de la fiereza y el caos. David Mora, después de cortar las dos orejas de "Malagueño" de Alcurrucén, con don Máximo García Padrós. Y Alberto Aguilar ante un toro decimonónico de Saltillo. "En el fondo de toda belleza habita algo inhumano". Lo escribió Camus y ambas fotos -una de Sánchez Olmedo y otra de Cruz- lo demuestran.
"Penetramos más y más espesamente en el
corazón de las tinieblas. Allí había verdadera calma […] Si aquello significaba
guerra, paz u oración es algo que no podría decir […] Nos podíamos ver a
nosotros mismos como los primeros hombres tomando posesión de una herencia
maldita" (Joseph Conrad).
Y es que, probablemente, la tauromaquia sea la última manifestación visible de una herencia maldita: el recordatorio de que mañana podemos amanecer rodeados de belleza o en el mismo corazón de las tinieblas. Esa inhumanidad consustancial a la Fiesta, alejada del triunfalismo, es la razón y justificación de su existencia, mucho más que mil faenas hermosísimas de Manzanares.
Genial y como la vida mia!!!
ResponderEliminarQuerida Gloria:
ResponderEliminarPrecioso tu artículo, lleno de belleza y rasonamiento taurino. Por esa sensibilidá e inhumanidá entrañable tuya que tienes nasionalisaba yo los patios de luses y los geranios y el agua de las fuentes y los tendidos 7 de las plasas de toros, con to la leshe que yo mamé:
Por lo que me está pasando,
por lo que me está pasando,
yo no he tiraito piedras
y poquito me está fartando.
Beso pa ti.
Hola Gloria; paseando por los muchos blogs taurinos, he conocido esta maravillosa "taberna particular", y habiendome fascinado por el ramillete de articulos acabo de escribir un relato sobre dicha taberna en mi blog: "Desnudos en Venezia"....espero te guste; ciao...
ResponderEliminarMuy agradecido por tu comentario; Gloria....en Venezia, el vino popular se llama "ombra". Es un blanco que se solia dejar a la sombra del campanile de San Marcos para que no perdiese su frescor. Sigo visitando tu particular taberna, con sabor y exquisitez singular. Como me hice aficionado en Las Ventas del Espiritu Santo, reconozco que mis gustos y apreciaciones toreras andan en paralelo con la filosofia de tu blog. Chivediamo...
ResponderEliminarY es que ,le pese a quien le pese ,hay cosas entre otras, como los toros o el flamenco que nunca serán un espectáculo , que no son para espectadores.Que son para un tipo de personas que se acercan con devoción a descubrir sus secretos,su misterio y por tanto su verdad.
ResponderEliminarCuando se va a escuchar un cante por derecho , o lidiar un toro en todo su poderío ,no va uno a divertirse.
Querida Gloria, dos puntos si a continuasión aparte:
ResponderEliminar“Juan es un niño atónito, que cuando asoma por las tardes al portal de su casa con el babadero recosido y limpio....y contempla el abigarrado aspecto de la calle desde la penumbra del zaguán, se siente sobrecogido por el espectáculo del mundo, y se queda allí un momento asustado, sin decidirse a saltar el arroyo.”
Como bien sabes, así empesaba Chavez Nogales su estupendo libro “Juan Belmonte, Matador de Toros”.
Con mi babadero limpio, y teniendo delante la Ley Donth y un gaspashito blanco contra el calor, me digo a mi mismo : por esa ternura y esa poesía y esa inhumanidá tabernaria espectacular que tiene Gloria para construir una crónica taurina, derogaba yo el prinsipio de Arquímedes y canonisaba a Don Antonio Mairena en el Coliseo de Roma y daba cursos de formasión incorrustos en los solivares de Córdoba , con to la leshe que yo mamé
Dises que no me querías
dises que no me querías,
y cuando me tienes delante
to lo malo se te orvida.
Beso Jefa.
No sé qué quieres de mi
ResponderEliminarno sé qué quiere de mi
si hasta el aguita que bebo prima
te la tengo que pedí,
si hasta el aguita que bebo
te la tengo que pedí.
Beso Jefa.
Querida Gloria, dos puntos si a continuasión:
ResponderEliminarPero Gloria por dios, un mes Gloria, un mes sin notisias tuyas, sin una crónica, sin un aliento, sin un manojo de rosas sen tu mano para repartir entre tus sacólitos, sin esa fragansia tuya que que llena de femineidad tu taberna y nos hase sentirnos redimidos por momentos, nos reluse nuestra torería y por una sonrisa tuya eramos capases de partirnos la femoral con seguro de Asisa Gloria, no seas ausente y cuídadenos:
Qué es lo que quieres de mí
qué es lo que quieres de mí,
si hasta el aguita que bebo prima
te la tengo que pedí,
si hasta el agua que yo bebo
te la tengo que pedí.
Beso Gloria.