sábado, 12 de enero de 2013

Pablo Berger, director de "Blancanieves", habla de toros

Mudito

Esta semana, en la que hemos sabido que el filme mudo Blancanieves opta a la mejor película de habla catalana en los Premios Gaudí -regardez la gilipolluá, que hubieran dicho Tip y Coll-, copio el fragmento de una entrevista al bilbaíno Pablo Berger -director de la cinta- donde conversa sobre toros (cualquier día, la Generalitat incluye entre sus obras maestras El nacimiento de una nación de Griffith). Acerca de la película de Berger, ya escribí largo y tendido en su día
 
Fotografía: Emilio Gavira

Pablo Berger-. "Taurino no lo soy en el sentido estricto de la palabra. Pero siempre me ha parecido un espectáculo muy cinematográfico. Desde pequeño pensé que los toros tenían todo lo que tenía el cine: había una historia con un principio, un desarrollo y un final, que casi siempre estaba preestablecido. A veces hay un indulto, que es una sorpresa, como en nuestra película. Hay un  protagonista y un antagonista que cambian en función del resultado. Hay personajes secundarios: la cuadrilla, la presidencia… Y, sobre todo, hay movimiento y conflicto. El indulto al toro estaba en el guión desde el principio. Me servía para poner más acento en la ejecución de la madrastra: se mata a la malvada, que es ella, y no al toro, que es noble.

Rodaje en Pedraza (Fotografía: Emilio Gavira)

En los últimos años apenas se han hecho películas con fondo taurino: Belmonte, de Juan Sebastián Bollaín en 1995 y Manolete, de Menno Meijes en el 2008. En el cine mudo, en cambio, hay muchas: Rosario la cortijera, Currito de la Cruz… En el cine americano hay varias dirigidas por Budd Boetticher, como Bullfighter and the lady o Santos el magnífico. Auque posiblemente las más populares son las dos versiones inspiradas en la novela Sangre y Arena de Vicente Blasco Ibáñez […] Pero la película fundamental del cine taurino es Torero de Carlos Velo, de 1956 […] Y no nos podemos olvidar de la parte taurina en ¡Qué viva México! de Eisenstein, que es fantástica. La secuencia cuando Antonio Villalta se está vistiendo es un claro homenaje a una secuencia de esta película.

Aunque, si hay una película de toros que me encanta por su tono tragicómico es Mi tío Jacinto (1956), de Ladislao Vajda, que además tiene niño: Pablito Calvo. El guionista de esta película, José Santugini, vivió casualmente toda su vida en mi piso de Madrid. Lo descubrí a través de una vecina muy mayor. Santugini era uno de los grandes guionistas españoles que empezaron en el cine mudo.
 
No entiendo por qué hay ese complejo con los temas que nos identifican fuera del país. Es como si los americanos se avergonzaran del jazz y los westerns. El flamenco tiene siglos, los toros vienen de Creta. Yo creo que tiene algo que ver con ciertos intelectuales, los del 98 odiaban los toros, los del 27, en cambio, los adoraban. En el franquismo, el régimen se los apropia. Ahora están divididos en dos bandos, aunque en la actualidad hay muchos intelectuales taurinos.

Durante el rodaje con toros, yo estaba asustadísimo, pero intentaba no demostrarlo […] Reyes Abades estuvo ayudándonos en esas secuencias. Reyes ha diseñado una caja que ha ido evolucionando con el tiempo y con cada película. Es como una caja contra tiburones. Es un cajón muy grande que nos permitía colocar la cámara en el centro de la plaza y rodar con lentes cortas. En las corridas en televisión, los toros siempre se ruedan desde lejos y nosotros lo que queríamos era que nuestras corridas no recordaran a las de televisión, que el espectador sintiera que estaba en el ruedo, que la acción ocurriera delante de la cámara. En esa caja estaban Kiko y su equipo, y Carlos Gras. Todos teníamos miedo de que al toro le diera por levantar la caja o saltar dentro. Reyes Abades decía que nunca suele pasar, pero… Sí, había un elemento de incertidumbre.

El único problema que tuvimos fue que Ana Infante, la doble de Macarena, tuvo una lipotimia tras un par de toros y tuvo que ser atendida en la enfermería. En rodaje tenía que continuar pero ¿cómo?... Tuvimos muchísima suerte de tener en el set ese día de visita a Cristian Escribano, un matador que apodera José Luis Seseña, nuestro asesor taurino. Es un chaval muy joven –tiene veinte años-, muy delgadito y al que, milagrosamente, le cabía el traje de torera de Blancanieves. Tuvo una tarde espléndida y dio pases espectaculares a los toros. Cristian tomó la alternativa un mes después del rodaje apadrinado por Cayetano Rivera".
Alternativa de Cristian Escribano, en Parla, el 11 de septiembre.
Toros de Santiago Domecq, con Cayetano y Daniel Luque.
 

1 comentario:

  1. Hola Gloria me he enterado q la peli esta denunciada x los de siempre x maltrato animal. Me imagino k las escenas taurinas las harian con los permisos perminentes, no?. Sabes algo?

    A mi la peli me encanto.

    Un saludo

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