La noche del 31 de octubre al 1 de noviembre, los algecireños celebran una fiesta que no es Halloween ni se le parece. La llaman "Tosantos", contracción de "Todos los santos", y consiste en visitar la plaza de abastos con el fin de comprar frutos secos, castañas asadas, cañas de azúcar, garrapiñadas, chirimoyas, boniatos, granadas y otros productos típicos del invierno. La tradición se remonta a finales del siglo XVIII, cuando este mercado se instalaba en una de las entradas de la ciudad, próxima a las huertas del Río de la Miel. La costumbre, lejos de extinguirse, fue aumentando, transmitiéndose de padres a hijos, y aún hoy, la plaza de abastos se llena de niños y adultos que hacen sus compras mientras la banda de música interpreta temas populares.
Una de las ventanas de mi casa, la de la cocina concretamente, da hacia el mercado. De cría, jamás supe qué era Halloween. A mí lo que me interesaba era ver cómo los puestos de frutos secos se iban montando desde primera hora de la tarde y todo comenzaba a oler a castañas asadas. Cuando se hacía de noche, bajaba, principalmente a comprar nueces -que después había que partir-, dátiles -nunca me gustaron, pero en mi casa tenían gran aceptación-, garrapiñadas -eso sí que me interesaba-, buñuelos y "huesos de santo". La noche del 31 de octubre nunca me disfracé, ni dije "truco o trato", ni pedí caramelos. Aquellas costumbres quedaban demasiado lejos.
El botín gastronómico de los "Tosantos" solía durar hasta Navidad, y a veces aún sobraba. Los restos de almendras, normalmente, se aprovechaban para hacer algún postre. Y así, un año tras otro, hasta que abandoné Algeciras para vivir fuera y buscarme la vida. Sin embargo, cada 31 de octubre, sigo pensando en los vendedores de castañas de la plaza de abastos.
Esa especial sensibilidá en la elecsión de los temas que traes sa la taberna es propia de una andalusa genuina , me alegro de que lo seas y si llegas sa naser en Colombey les Duex S,Egilses, yo me muero.
ResponderEliminarBeso Gloria.