domingo, 9 de septiembre de 2012

Jugadores, putas y aficionados minoritarios, ¡a Eurovegas!

La decisión final del magnate Sheldon Adelson -un hijo de taxista cuyo primer trabajo fue repartir periódicos- de construir sus Eurovegas en Madrid preocupa a un amplio sector de la sociedad que considera que el futuro paraíso de los casinos sólo traerá a la capital jugadores, traficantes y prostitutas (también 250.000 puestos de trabajo). Ocurrió algo parecido cuando a finales del siglo XIX el ferrocarril llegó a numerosas ciudades del Oeste norteamericano, como Denver o Colorado. Mientras que a los comerciantes y dueños de "saloones" se les hacía la boca agua con el humo de las primeras locomotoras, otros ciudadanos veían con malos ojos a estos monstruos de hierro que prostituirían sus puritanos y embarrados pueblos.


Una mirada igual de hostil se posa cada domingo de septiembre sobre Las Ventas, donde la empresa ha decidido programar un ciclo de "encastes minoritarios". El nombre elegido ya escama: parece la sección de especies exóticas del zoo. ¿No podrían haber bautizado estas novilladas como "ciclo de promoción/resurrección de encastes"? ¿O "ciclo para salvar encastes bravos que, a este paso, terminarán en el matadero"? ¿O "ciclo de encastes históricos que causan alergia a las neo-figuras"? En su día también se barajaron los nombres de "encastes raros" y "encastes en peligro de extinción". Sea como fuere, para los taurinos de clavel, del arte y la kultura, los "aficionados minoritarios" que peregrinamos a Las Ventas estos domingos somos como los jugadores, putas y traficantes que atraerá Eurovegas. Gente sospechosa y, a ser posible, recluible en guetos. Igual que los centros de las ciudades se limpian de prostitutas, los "aficionados minoritarios" (o "trogloditas", como dijo en su día Pelegrín), mientras llega la erradicación total, deberían ser trasladados a plazas en los extrarradios, lejos del Ministerio de Cultura, en sitios perdidos como el Valle del Terror o el sur francés.


¿Qué imagen daríamos si cada domingo se lidiase en Las Ventas una novillada como la de Mauricio Soler Escobar -procedencia Santa Coloma vía Graciliano-? Una corrida que tuvo tanta casta que no permitió disfrutar, ni estar a gusto, ni ponerse bonito; sino torear con valor y mando. ¡Qué añejo suena eso! Salieron tres novillos (segundo, tercero y cuarto) para triunfar "a la antigua"; mientras que el primero fue más noblón; y quinto y sexto, mirones y parados. Un lote impecablemente presentado, variado y entretenido en comportamiento -con cuatro animales ovacionados en el arrastre y todos con la boca cerrada hasta el final- que pidió guerra en varas. Salvo el tercero, que fue picado en su sitio por Diego Cotán, varios novillos habrían ido al caballo tres y cuatro veces si los novilleros no hubieran pedido el cambio de tercio. Una alegría, por cierto, ver en las cuadrillas a Juan José Rueda "El Ruso" tras la grave cornada que recibió en San Isidro de 2008. Saludó una ovación por su buen hacer con los palos.


Sobre los novilleros (Daniel Martín, Sergio Blanco y "Gallo Chico") poco que decir: salieron ilesos del trance, que era más que suficiente teniendo en cuenta que algunos sólo torearon dos festejos la pasada temporada. Al cordobés "Gallo Chico" le sonaron los tres avisos en el sexto, que vendió cara su vida: incluso con una estocada y varios descabellos, luchó hasta el último minuto por mantenerse en pie. El salmantino Dani Martín, el más rodado de la terna, cortó una oreja del cuarto, mientras que el colombiano Roberto Blanco, desbordado, se fue de vacío.


Mientras tanto, El Juli, que a buen seguro también está en contra de Eurovegas, se quejaba en su Twitter de que la corrida de Garcigrande en Dax no le había permitido disfrutar y que el público francés había sido muy duro con él. A esos aficionados minoritarios de la Galia también deberían encerrarlos entre tragaperras y ruletas, fuera de las "plazas de bien" donde el disfrute se ha vuelto ley.

Si Eurovegas trae a tipos como Redford, firmo a ciegas

1 comentario:

  1. Gloria:
    Me has dejado pensando, si no soy jugador, ni traficante, no sé si lo que me queda me encaja o no, más que nada por la clientela, que por otra parte, a mí me da igual. Con lo que sí me siento halagado es con lo de troglodita, eso sí que es un elogio. Y para más INRI, salí encantado de la novillada de los Gracilianos, salí pensando que los tres chavales podrían haber triunfado, pero no a base de pases, pases, pases y más pases, para eso no estaban los novillos; solo valían para ser toreados, lo ser manteados no lo asimilaban demasiado bien, gracias a Dios.
    Un saludo

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