miércoles, 9 de enero de 2013

Ante el vicio de pedir, la virtud de no dar


Algo está cambiando. Los toreros se dan de tortas por entrar en la corrida de Victorino en Sevilla (previsiblemente para el viernes 12 de abril, un día después de Cuadri). El primero en lanzar el guante fue El Cid, quien sabe de primera mano -soberbia zurda aquella- lo que implica triunfar ante los cárdenos en La Maestranza. El de Salteras pidió, además, que otros diestros reputados se subieran al carro de los Victorinos. Al poco -¡bendita y casi olvidada competencia!-, le salieron a la zaga Urdiales y Alberto Aguilar. El cartel quedaba redondo. Sin embargo, la mañana de Reyes, apareció Luque, cual apisonadora de Oriente, y dijo que él también quería su ración de grises, tres bichos concretamente, y mano a mano con El Cid. Tras la temporada de 2012 (siete tardes entre Madrid y Sevilla y, como balance final, una triste oreja), ¿puede Luque permitirse el lujo de exigir? ¿Merecen Urdiales y Aguilar quedarse fuera del cartel porque el de Gerena prefiere la fórmula del mano a mano en vez de una terna, eludiendo así la tan necesaria competencia? Ante el vicio de pedir, la virtud de no dar.    


Mientras ha sido el niño inmerecidamente mimado de una empresa caótica, Luque jamás se ha puesto delante de un Victorino en Sevilla. A diferencia de su paisano Manuel Jesús, no ha querido ni oler la divisa azul y encarnada. El año pasado, Canorea & Company lo anunciaron cuatro tardes (Juan Pedro Domecq, Daniel Ruiz, El Pilar y Alcurrucén) y no le recuerdo un solo pase, salvo unas bonitas verónicas con el compás abierto el Domingo de Resurrección. Su paso por Madrid (tres tardes) también fue anodino. En la funesta Feria del Arte y la Cultura, se le fue, por cierto, un toro de bandera del Puerto de San Lorenzo. A Velosico II, el sevillano le cortó una oreja "clavelera" cuando portaba un cortijo en cada pitón. Con esto no sostengo que Luque cometa un pecado pidiendo Victorinos -al contrario-, pero sí le reprocho que exija un mano a mano tras las apuestas de Urdiales y Aguilar, toreros con un camino a su espaldas mucho más abrupto, y que se han forjado en la fragua cárdena.

Urdiales, a sangre y fuego, en Bilbao

Alberto Aguilar, emoción en Las Ventas

Si la empresa de Sevilla se ha cepillado este año las primeras corridas de preferia (donde solían lidiar el Conde de la Maza, Palha, Cebada Gago y otras ganaderías "duras"), y ciertos toreros pretenden cerrar aún más el abanico rechazando la fórmula de la terna, ¿qué oportunidad les queda a aquellos que siempre bailan con la más fea? Máxime cuando los Victorinos ya están reservados en Madrid para Talavante, otro que se ha apuntado a la moda de las encerronas. ¿Y qué me dicen de Jiménez Fortes, que también quiere matar seis toros en Pamplona cuando todavía ni siquiera ha confirmado alternativa en Las Ventas? ¡Cuánto atragantón de toro! Ningún torero se hizo figura a base de encerronas, sino de competencia ante las ganaderías más difíciles y exigentes.


En 2010, Luque se estrelló en Las Ventas
con una encerrona para el olvido

¿Y sobre El Cid qué quieren que les diga? Aún sueño con aquel 19 de abril de 2007 cuando, de camino hacia La Maestranza con mi padre, por la calle Arfe, una gitana nos enjaretó una ramita de romero y dijo aquello de "la suerte, con papel se paga". Esa tarde, El Cid le cortó las orejas al Victorino Borgoñés. Casi seis años más tarde, aún conservo ese brote de romero y la crónica escrita al alimón, con la esperanza de que conserve la alegría intacta de una tarde de toros perfecta, y de que El Cid vuelva a ser aquel Cid.

El romero de la gitana de la calle Arfe seis años más tarde

Cruzábamos el Arco del Postigo para adentrarnos en El Arenal, cuando mi acompañante decidió echarse al coleto el segundo carajillo de Cazalla en un vano intento de humillar unos callos rebrincados que habíamos almorzado en la Puerta de la Carne. Arfe abajo íbamos con la bandera bajada cuando nos arrinconaron dos gitanas jamonas, de más de doce arrobas, para leernos la buen ventura. Servidor se resistía, pero mi camarada de tendido, con más experiencia en esos lances, advirtió:
“- Abre la mano que tardamos menos”.
Nos leyeron el gori-gori y nos dejaron bendecidos con el ramito de romero, pero cuando echamos manos a la faltriquera la jamona mayor se engalló y dijo:
“- La suerte con papel se paga”.
De modo que ya puestos a redondear faena, le dejé el billete en las simas del canalillo del escote y nos abrimos por Adriano adelante.

Entramos pronto en la plaza, que era tarde de mucho lío. Acodados en la baranda que el 10 tiene sobre el patio de cuadrillas, mi socio advirtió que a Pepín le caía mal el blanco del vestido; y dos señoras de permanente incombustible corrigieron que iba “de blanco roto o espuma de mar”.
“- La jodimos, tía Manuela”.



A Pepín, el primer Victorino le tiró derrotes de santos óleos más que de primera comunión. Y al cabrón de “Paquito” se lo quitó de encima de pinchazo y media en los bajos. A su segundo, Liria se fue a recibirlo a porta gayola. “Petrarquista” no salía, que estaría rematando sonetos, y a Pepín le hizo aguantar un quinario de órdago. Banderilleó valiente Diego Robles, que saludó montera en mano, y su matador, hecho un león toda la tarde, pasaportó al Victorino con una estocada tendida.
Se hizo presente en el ruedo maestrante Borgoñés y el Cid lo hipnotizó con los vuelos del capote: ¿venía ya hipnotizado por el brujo Victorino o lo hizo con su magia el de Salteras? El caso es que el diestro estuvo enorme a siniestras, toreando al natural las humilladas embestidas de aquel toro de bandera. El Cid acalló un alboroto de “indultitis” que se inició en el tendido con una estocada, y le cortó las orejas a ley. A su segundo, un “Baratero” que traía memorias de glorias pasadas, pero venía sin hipnosis, le dio Manuel Jesús los naturales más cuajados de la tarde. Y los “oles” parecían truenos venidos de las nubes del Aljarafe. Tardó en morir “Baratero” y en el último estertor acertó a herir Julio López cuando intentaba apuntillarlo.
Salvador Cortés estuvo ausente; se quitó de encima los peligros sordos del terciado tercero y desaprovechó clamorosamente el pitón izquierdo del sexto, por nombre “Estupendo”, que le estaba entregando las orejas, y Salvador sin enterarse.
Nos preguntábamos a la salida si la gitana jamona tuviera razón, con qué papel se pagarán la suerte Victorino y El Cid. Triunfo de clamor el del Cid en Sevilla: El Cid no necesita ir a Burgos para hacer jurar a la torería andante si alguien quisiera destronarlo del escalafón.

6 comentarios:

  1. tapese usted hombre Luque es un torero de sevilla y ha triunfado en sevilla varias veces y en madrid y esta en figura y tiene derecho a pedir al igual que talavante pero aora viene usted y dice que vamos que lo que tienen ambos se lo han regalado acabe usted ya hombree.........

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No se de que triunfos habla usted. Yo no le recuerdo ninguna puerta del principe ni faena de dos orejas en Sevilla, tampoco nada rotundo en Madrid (alguna gran tarde con el capote, eso si). No se puede seguir ninguneando a toreros como Urdiales, ni mucho menos por caprichitos de niñatos que se creen figuras.

      Eliminar
  2. Luque es un niño mimado que no ha devuelto jamás la confianza que algunos depositaron en el. Yo desde la previa a su encerrona en Las Ventas cuando ya hablaba de "ponerse rico" no creo en él. No ha hecho nada para que cambie mi opinión. El Cid en cambio tiene todo el derecho a pedir lo que quiera. Alguien que consigue torear tan bien un toro tan encastado como borgoñés y que ha conseguido lo que tiene en él toro con la verdad x delante no se puede comparar con Luque.

    ResponderEliminar
  3. Totalmente de acuerdo... que se hubiera apuntado a estas corridas cada año y no ahora, que ve que el tren se le escapa (si es que alguna vez ha pasado). Sin lugar a dudas Urdiales y Aguilar merecen mucho mas estar en ese cartel, porque ellos si que se lo han currado de lo lindo. Que se apunte Luque a la de Cuadri o a Miura, que esos no son grises pero también quitan el hipo

    ResponderEliminar
  4. Ni te quiero contar el "Agua" que se llevó Luque en S.S Reyes con Victorino y Aguilar en el cartel.
    No se estuvo quieto ni un momento...q mal lo paso... como aficionado disfrute con Aguilar pero no ocn Luque.

    Si los toreros modestos trinfan con Victorino y no las pueden matar en los sitios que te ponen a funcionar Madrid, Sevilla,Bilbao mal vamos.

    Esta bien la ambición de Luque pero ponte a las cola de las oportunidades que las tuyas te las han dado ya como bien dice la bloguera

    ResponderEliminar
  5. Con toreros como Luque y con sus "gestas", el toreo me parece un arte menos interesante, me parece que hay que gallear menos en los despachos y torear mas en la plaza...estamos todos un poco hartos de toreros modernos que imponen formas y estilos nuevos...esto afortunadamente todavia no es futbol o beisbol aunque cada vez se parezca mas

    ResponderEliminar