Un tren ha vuelto a atravesar el continente euroasiático, tal como hicieron el Expreso de Oriente o el Transiberiano. El "Yixinou" ha tardado 21 días en llegar de China a España, y en su trayecto de 13.000 kilómetros ha cruzado Kazajistán, Rusia, Bielorrusia, Polonia, Alemania y Francia. Como en una novela de Julio Verne, ha salvado inmensas estepas heladas con 30º bajo cero, descomunales cordilleras por donde triscó Marco Polo y amenazantes desiertos.
Sin embargo, esta nueva "Ruta de la Seda" no se ha reabierto con el fin de transportar, como antaño, suntuosos tejidos, piedras preciosas o especias, sino género para abastecer a las tiendas chinas de "Todo a un euro" durante las fiestas: adornos navideños, juguetes, artículos de papelería, etc.
El "Yixinou", que partió de la ciudad de Yiwu el pasado 18 de noviembre, arribó este martes a la estación que Adif tiene en Abroñigal (Madrid). Pero no regresará a Oriente de vacío: transportará productos típicos de España, como jamón, vino y aceite de oliva, para celebrar el Año Nuevo Chino. Tras esta primera experiencia, de carácter experimental, se estudiará la posibilidad de establecer un corredor ferroviario de mercancías estable entre Madrid y Yiwu, el centro de producción de bienes más grande del mundo.
En el siglo I, la seda era tan popular entre la elite romana, que el Senado emitió, en vano, varios decretos para prohibir el comercio de este tejido con China por motivos morales... Veremos si la Historia se repite y el Senado de los comercios tradicionales se rebela ahora ante esta nueva Ruta de la Seda de "todo a un euro".
"Veo ropas de seda, si los materiales que no ocultan el cuerpo, ni siquiera la propia decencia, se puede llamar ropa... rebaños miserables de las camareras trabajan para que la mujer adúltera puede ser visible a través de su fino vestido, para que su marido no tiene más conocido que cualquier extraño o extranjero con el cuerpo de su esposa" (Séneca).
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