"El mando y señorío es de aquellos que vencieron la batalla"
(Jenofonte)
Foto de Ignacio Pereletegui
El general cartaginés Aníbal Barca -considerado como uno de los más grandes estrategas de la Historia- sostenía que las batallas se ganaban con ejércitos cansados. También heridos. Porque es en los momentos de debilidad donde los auténticos guerreros sacan fuerza de flaqueza. Y eso ha sucedido con David Mora: tras sufrir una cornada en Las Ventas que casi le cuesta la vida y que, tras múltiples intervenciones quirúrgicas, se saldó con una lesión en el nervio femoral que le dejó parcialmente paralizada la pierna izquierda, el torero de Borox ha vuelto a tentar en el campo, preparando su impensado regreso a los ruedos a comienzos de la próxima temporada. El epílogo de su titánica lucha tendrá lugar en Valencia, durante la Feria de Fallas, donde, a buen seguro, una atronadora ovación sonará en su honor al finalizar el paseíllo. Después vendrán Arles, Madrid... y lo que le depare el toro y el destino. Así es la vida del torero: un constante vaivén entre el sacrificio y la recompensa, entre el revés y el triunfo, entre la vida y la muerte.
Foto de Juan Pelegrín
El cansancio y el desánimo no han minado el espíritu de David Mora durante estos casi dos años de rehabilitación. Al contrario, siempre luchó por recuperar la movilidad de la pierna y volver a enfundarse el traje de luces. Contra todo pronóstico, ha ganado su propia batalla, escribiendo una historia que bien pudiera ser incluida en los libros sobre dioses y héroes. Incluso Ulises tuvo que esperar veinte años hasta poder regresar a Ítaca... Agotado, y cuando todos lo daban por muerto, volvió a casa.
"Cuando emprendas tu viaje a Ítaca
pide que el camino sea largo
[...] Ten siempre a Ítaca en tu mente.
Llegar allí es tu destino"
(Constantino Cavafis)
Con las ganansias del sebo
ResponderEliminarte viá comprá una shamarra
y un sombrerito de pelo.
Guapa.