viernes, 18 de septiembre de 2015

Historia de una cruz


Una cruz, colgada en la pared de cada casa de piedra, vela sobre el pueblo costero de Saintes Maries de la Mer, en el delta del Ródano. El emblema de hierro fue forjado por primera vez en 1926, ideado por el marqués de Baroncelli, quien deseaba plasmar en él las tres virtudes básicas: la Fe (simbolizada a través del tridente y el trabajo de cada día), la Caridad (el corazón) y la Esperanza (el ancla). A su vez, la cruz congrega a los personajes fundamentales de la villa: los pastores de La Camarga, los pescadores de la desembocadura del Ródano y las "Santas Marías", es decir, María Salomé y María Jacobé -junto a la esclava Sara, patrona de los gitanos-, quienes recalaron en la ciudad procedentes de Tierra Santa, tratando de huir de los ataques contra los cristianos. La iglesia fortificada de Nôtre Dame de la Mer conserva las reliquias de las santas.


En 1888, Van Gogh pintó los barcos varados en la playa de Saintes.


A pocos kilómetros de aquella playa inmortalizada por Van Gogh, se despliegan las marismas de La Camarga, con sus plantaciones de arroz, sus flamencos rosas, sus toros y caballos salvajes, y sus masías blancas, donde la cruz de Baroncelli siempre está presente, dando la bienvenida a los forasteros y velando sobre los nativos, orgullosos de sus símbolos y costumbres.

La Cruz Camarguesa, bordada en el vestido de Juan Bautista

(Goyesca de Arles, 2014)


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