En 1919, con 56 años, el pintor
Joaquín Sorolla recaló en Ayamonte con el objeto de plasmar la
tradicional pesca del atún. Fue éste el último lienzo de un
conjunto titulado “Visión de España”, encargo de la Hispanic
Society of America a un Sorolla ya reconocido como “el maestro de
la luz”. El día de San Pedro, dio la última pincelada del cuadro
y escribió la siguiente carta: “Ayer estuve nervioso, porque
cuando vino el modelo, algo tarde, el sol daba ya en el agua, y me
cegaba, y no podía saber cómo tenía el modelo la cara […] Perdí
el verdadero tono y empecé a tantear y cansarme, para que, al final,
comprendiese que había perdido una tarde. Pero, ¡he aprovechado
tantas en esta obra!”. Y no es de extrañar: en Ayamonte, cada
atardecer vale su peso en oro. Pocos lugares desprenden luz de
pintor.
Aquel modelo cuya cara Sorolla no podía
distinguir a causa del sol, se llamaba Francisco Hernández Pérez.
Posó durante siete días con un cigarrillo en la boca a cambio de
trece pesetas. El marinero -casado con una ayamontina- nunca vio
terminada la obra porque tuvo que zarpar antes de que Sorolla
rematase el lienzo. Se conformó con una reproducción sobre azulejo
que aún adorna uno de los bancos de la plaza de La Laguna.
Hola Gloria. No conocía este blog pero cuando ví que unias el mundo del toro con la sensibilidad de un baño en agua clara , me dije a mi mismo: tate, aquí hay torería. Pero es que, luego, has proseguido la faena con un homenaje a las mañanas vestida de dulzura y leyendo los horóscopos y las cuentas del IBEX y has cerrado la faena con un homenaje a la luz que se va ocultando por poniente. Entonces, subyugado, he mirado a la Presidencia y le he dicho: que sean dos orejas, las ha concedido y se me ha quejado porque dice que también debí pedir el rabo.
ResponderEliminarUn beso para ti.
Como bien sabes, inefable es aquello que no puede explicarse o describirse con palabras, por tener cualidades excelsas o ser demasiado sutil. El toreo tiene momentos y circunstancias inefables, excelsas, y por eso fué inventado por españoles, y no por unos vecinos de Indianápolis o de Colombey les Deux S,Glises con sus castas todas.
ResponderEliminarLa cuestión es cómo describir una verónica de Rafael de Paula, cuando en ese momento torea ( así lo crees tu por tradición oral) el pelo, la barbilla, el pecho, las piernas, las manos y las zapatillas del torero, creando una figura corporal artística, única, que te emociona instantáneamente y que es absolutamente distinta a la que puede presentar otro torero ejecutando el mismo lance. Inefable.
Lo fascinante del toreo es que nos provoca respuestas estrictamente emocionales y cómo hemos establecido cánones de gloria (Curro Romero, Belmonte, Paula, Camino, Morante) sin tener palabras para describir su trabajo artístico. Eso es lo grande e inefable del toreo. Sin perjuicio, claro, de adjetivos que esforzada y cariñosamente les dedicamos: lento, mayestático, sevillano, torerisimo, largo, templao, hondo, barroco, etc.
Un beso para ti Gloria.
Por cierto Gloria, qué dificil es hacer un comentario por aquí. Que si perfil Typepad , que si open id, que si vista previa, que si robot....Antitaurino tó.
ResponderEliminarNo soy un robot ni un desaprensivo de esos que hay por las redes sociales. Mi nombre es José, nací en Córdoba, en el barrio humilde llamado Campo de la Verdad, el famoso Arrabal de Secunda donde moros si cristianos se partian la cara , a doscientos metros lineales del Rio Guadalquivir. Mi padre fué aficionado, llegó a vestirse de luces en los años de la jambre, toreaba bien , pero un dia se miró al espejo y se dijo: déjalo, Paco, no tienes valor. Como debe ser. Me licencié en la Universidad de Sevilla y un dia fuí a Jerez y me casé en la Iglesia de San Miguel, gitana pura, con una jerezana de las más guapas que había. Vivo en Málaga , cerca de la plaza de la Malagueta. De manera que me gustan los toros, la manzanilla de Sanlúcar de Barrameda, la profundidad filosófica que se desprende del olor del azahar y recomiendo a todos mis amigos y amigas el maravilloso libro de Marguerite Yourcenar " El tiempo, gran escultor", que contiene el bellísimo ensayo "Andalucia o las Hespérides", que nos define y con el que me identifico. No soy robot, por tanto.
Un beso Gloria.
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EliminarGracias por lo versos Gloria. A mi me pueden Lorca, Machado, Alberti y, en otro sentido, Miguel Hernández Pero la realidá de la verdá es que cada cuarenta y ocho horas tengo que escuchar a Don Antonio Mairena para sentirme bien conmigo mismo:
EliminarUna vez que te dije:
péiname, Juana,
me tiraste los peines
por la ventana.
Un beso Gloria.-
PD. El traje bicolor de Morante en Ronda ha sido curioso.-