lunes, 8 de julio de 2013

Ganadero charro


Gran pensador de negocios,
ladino en compras y ventas,
serio y honrado en sus cuentas,
grave y zumbón en sus ocios,

vividor como una oruga,
su vida de siempre es ésta:
con las gallinas se acuesta,
con las alondras madruga.

Clavado en la dura silla
de su viejo caballote,
se va a Extremadura al trote
y al trote toma a Castilla;

y toma allá montaneras,
y arrienda aquí espigaderos,
y busca allá invernaderos,
y goza aquí primaveras,

y viene y va con ganado,
y vende, y vuelve a arrendar,
y paga y vuelve a criar...
y siempre está atareado.

Y entre tantos trajinares,
aun puede al año unos días
lucirse en las romerías
de los rayanos lugares;

porque el intrépido charro
juega tan bien a la calva,
que no hay en tierra de Alba
quien no respete su marro.
"Charro a caballo" (Sorolla)

Ni hay labrador ni vaquero
que de tan brava manera
coja una manta torera
y eche a rodar un utrero.

Nadie como él ha lucido
yeguas en las «cuatropeas»,
y mantas en las capeas,
y marros en el ejido,

rumbos, en las romerías,
maña en los retajaderos,
fuerzas en los herraderos,
y enas tientas, valentías.

Pocas habrá tan certeras
cual sus sagaces miradas
para arrendar otoñadas
y calcular montaneras,

pesar un novillo «a ojo»,
vender oportunamente,
saber observar prudente,
saber mirar de reojo...

Mas, ¡ay, que todo declina!
Ya no baila, ni capea,
ya no lucha ni pulsea,
ya va viejo, ya se arruina...

Ya con su grave figura
y su aspecto, antes bizarro,
sombras de aquel cuerpo charro
que fue broncínea escultura...
(Fragmento del poema de José María Gabriel y Galán)
Monumento al Charro (Venancio Blanco)

Si sumamos las ferias de San Isidro, de la Comunidad y del Arte y la Cultura, desde el 1 de mayo hasta el 9 de junio, se han celebrado en Madrid 34 festejos taurinos. De ese total, sólo siete ganaderías (aproximadamente un 20%) procedían de Salamanca. Esta representación no es mucho más alta en su propia tierra, concretamente en la plaza de La Glorieta, donde cada año se anuncian menos divisas históricas charras. A las trabas del mercado, se suman los problemas tradicionales provocados por la climatología: de todas las regiones donde se crían toros bravos, Salamanca posee el tiempo más extremo, con inviernos muy duros que retrasan el crecimiento de la hierba y el remate de los animales. A pesar de todo, y sin pasar por alto los agresivos controles sanitarios puestos en marcha por la Administración, el campo charro conserva una riqueza genética única, con ganaderías de casi todos los encastes y ramificaciones: Domecq, Atanasio-Lisardo, Contreras, Saltillo, Santa Coloma, Vega-Villar, Murube, Urcola, Gamero Cívico... Y si ricos y variados son los toros salmantinos, más aún los ganaderos que los crían, "serios y honrados en sus cuentas; graves y zumbones en sus ocios". A ellos va dedicado el poema de Gabriel y Galán.
 
Precisamente, mañana, 9 de julio, debuta en Pamplona una ganadería charra: Valdefresno. Después de la estafa que la empresa de Madrid protagonizó a las puertas de La Beneficencia eligiendo a esta divisa como víctima -Choperita llegó a afirmar que eran toros "antiestéticos"-, se incrementan las ganas de que los Atanasio-Lisardos de Nicolás Fraile tapen bocas. De momento, ya ha vendido su corrida mucho mejor de lo que le iban a pagar en Las Ventas, cumpliendo con todos los requerimientos de trapío, remate y edad. Suerte, pues, para los Fraile.
 

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