domingo, 7 de abril de 2013

Las flores de la copla (I)

"De Sevilla un patio, salpicado de flores,
y una fuente en medio con un surtidor,
rosas y claveles de todos los colores,
que no los soñara mejor ni un pintor".


Aunque el tiempo no dé tregua y el invierno se resista a entregar las armas, ya es oficialmente primavera, el mes de las flores. No hay flor sin su copla; ni copla sin su flor. Desde aquella Rocío que parecía un manojito de claveles hasta la gitana que vendía flores a las mocitas para curar sus males de amores.

“Flores...
la que no tenga novio,
la que se le fue el marido,
la que está en relaciones
veintidós años seguidos,
si se adornan la cara
con estos claveles míos
almirantes y reyes,
caerán a sus pies, rendidos.

Venga la fea, venga la hermosa,
que en sus cabellos pondré una rosa,
no hay un milagro como mis flores,
para las que sufren de mal de amores”.


La marcha "La Rosa de Capuchinos" (Quintero, León y Quiroga) fue cantada por muchas intérpretes, pero ninguna versión supera a la grabada por la reina de Triana. 

"¡Qué bonita!, ni pintá por los pinceles de Murillo
¡Qué carita!, envidiá por el coral de los sarsillos.
La niña como un jilguero
Por calles y plazas pregonando flores,
Los hombres a retortero
Bebían sus vientos con ansias de amores.
Y una noche de la Cruz de Mayo
Entró en un corral y en los ojos
De un mozo de rumbo leyó este cantar:
Rosita de Capuchinos
Vara de nardo y clavel,
Dame el ramito más fino
Del jardín de tu querer.
¿De qué rosal has robado la sangre de tus mejillas
Si eres lo más delicao de los parques de Sevilla?
Te tengo sembrás de flores
Las piedras de tu camino
Porque quiero que me adore
La Rosa de Capuchinos".
 

De la misma manera que la Rosa de Capuchinos pertenece a Marifé, el clavel es de la sensual Rocío.

“Un clavel, un rojo, rojo clavel, un clavel
a la orilla de mi boca
cuidé yo como una loca
poniendo mi vida en él,
y el clavel, al verte cariño mío
se ha puesto tan encendido
que está quemando mi piel”.


Y hablando de claveles, ¿quién podría olvidar aquel clavel grana sangrando en la boca...?
Junto al clavel y la rosa, quizás la tercera flor más coplera sea la violeta. Ya hablamos de "La violetera" cuando escribimos sobre pregones, pero hay otras canciones de color nazareno, como "Violetas imperiales" de Luis Mariano o "Coplas de la violeta" de Carlos Cano". ¿No huele ya al despuntar de la primavera?
“Sabes que ya no habrá primavera
si tú no estás aquí, violetera,
la primavera ha venido
y yo sé por qué ha sido,
entre las flores que ofreces
es como una flor.
Piensa que en esta corte francesa,
eres más que gitana, princesa,
violeta de España,
tú, en tierra extraña,
vives para el recuerdo de aquel amor.

[…] Era un cielo de primavera,
cuando me dijo la violetera
cómpreme usted mis violetas
que son las primeras,
van a traerle la suerte,
su suerte es mi flor”.


"Coplas de la violeta, arena y sal,
como blancas gaviotas echan a volar
y me traen de los cielos la luna de azahar,
la caricia del viento,
la rosa del tiempo que no volverá.
Amor mío,
que huele a jazmín…"


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