jueves, 4 de abril de 2013

Clase práctica de economía de mercado: "teletorrijas" versus "teleyemas"


Clase práctica de economía de mercado. ¿Qué es la competencia? Una situación en la cual los agentes económicos tienen la libertad de ofrecer bienes y servicios en el mercado. Esto se traduce por un escenario en el cual, para un bien determinado, existen una pluralidad de ofertantes y demandantes. Ejemplo: varios conventos venden al público los dulces que preparan sus monjas. ¿Qué es la competencia desleal? Son aquellas actividades de dudosa honestidad (sin cometer un delito o fraude necesariamente) que puede realizar un fabricante o vendedor para aumentar su cuota de mercado. Ejemplo: que uno de los conventos del caso anterior monte una página web para vender los dulces de las monjas a domicilio.


Vamos al meollo para entenderlo perfectamente: en Sevilla, las monjas de San Leandro y sus maravillosas yemas que deleitaban a Luis Cernuda sufren competencia desleal por parte de las de San Clemente, que son cibernéticas y han puesto en marcha un servicio de "teletorrijas".


"Y las yemas de huevo hilado, obra de anónimas abejas de toca y monjil, aparecían en blanca cajilla desde la misteriosa penumbra conventual para regalo del paladar profano... El exquisito alimento nada tenía de terreno, y al morderlo parecía como si mordiéramos los labios de un ángel" (Cernuda).


Total, que ya nadie va a la penumbra de San Leandro a por su cajita de yemas porque, tecleando www.monasteriosyconventos.com, puedes comprar una docena de torrijas de San Clemente. Sor Isabel, responsable del obrador cibernético, asegura que preparan cientos de torrijas al día: "Las hermanas del convento las prefieren de vino. Así las tomamos cada Jueves Santo y están buenísimas". Con este negocio y la venta de cirios para las primera comuniones, las monjas de San Clemente van tirando, eso sí, sin calefacción: "Nos ponemos más ropa y así pasamos el invierno".


Las de San Leandro, en cambio, lo tienen más crudo: la fachada se les está viniendo abajo y nadie las ayuda; ni la Junta de Andalucía ni la Iglesia. A este problema, se le ha sumado la competencia desleal de las clementinas. ¿Por qué no cambian el torno por la pantalla e inauguran un servicio de "teleyemas"? Habría que retocar un poco la letra de "Alacena de las monjas" pero, en vista del éxito, ¿a quién le amarga un dulce? Sobre todo si lo puedes adquirir a golpe de ratón...


"En el convento de las esclavas de Santa Rita
andan las monjas dale que dale por la cocina.
Con las sartenes y las perolas en los fogones
y las tinajas llenas de tortas de chicharrones.
El torno rueda, rueda que rueda, "Ave María…”,
y la tornera pues, sin pecado fue concebida.
- ¿Qué quieres, niño?
- ¿Tiene usted dulce de calabaza?
- ¡Recién salidos, da gloria verlos, como la escarcha!
A freír ya los pestiños, Hermanas, que es Navidad,
vamos a cantarle al Niño con cariño y humildad.
Alacena de las monjas que te dan gloria bendita,
pastelillos de toronja y dulces de leche frita.
Se dice que fue la Virgen que en sueños se apareció
a la madre superiora y esta receta le dio:
Medio kilo azúcar blanca,
agüita del avellano
y al perol la calabaza.
Tres Salves y un Padrenuestro,
y la gracia de tus manos".


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