jueves, 14 de noviembre de 2013

Sabor gaditano en Madrid

"La belleza de las mujeres gaditanas es célebre en el mundo entero; en sus ojos hay, además de la pasión española, la alegría andaluza moderada por esa melancolía soñadora, por esa languidez que a menudo pierde la mirada en lontananza del mar. Estas atractivas criaturas, en grupos por los paseos, o indolentemente reclinadas en los balcones, o sentadas a la sombra de sus miradores, dan a Cádiz una especie de aire oriental..."

Antoine de Latour (1858)
 

Son de sobra conocidos los encantos y placeres que, a fuego lento, se cocinan en Cádiz. Esta vez no vamos a hablar de sus mujeres, sino de su gastronomía; en concreto, de un rincón en pleno centro de Madrid donde pueden degustarse las especialidades gaditanas. El lugar en cuestión, una abacería en la calle de Las Conchas, se llama Lambuzo que, en el diccionario gadita, significa: "dícese de la persona que le gusta de probar de todo lo que le pongan por delante, esté en su plato o en el del acompañante".

 
¿Y qué ponen por delante en el bar Lambuzo? ¡A fe mía que no es poca cosa! Al leer la carta entre aquellas paredes frescas y encaladas, recordé los versos de El Emigrante que bordaba Juanito Valderrama: "Cuando salí de mi tierra, volví la cara llorando, porque lo que más quería, atrás me lo iba dejando...".

 
Tras sobreponerme del hambre y la nostalgia, probé con placer la ensaladilla con atún de Barbate (excelente y a la altura del Donald en Sevilla), el guiso de papas con chocos al pimentón (servido en una simpática cazuelita), las albóndigas de chocos y las espinacas con garbanzos y piñones. Pero me quedó pendiente, para una próxima visita, el salmorejo con melva canutera, la mojama, las croquetas (de gambas al ajillo, de tortillita de camarones y de ortiguillas), el adobo gaditano, el pescaíto frito y el arroz caldoso a la marinera. Otro punto fuerte de Lambuzo es el pan, de miga esponjosa y corteza crujiente, además de los picos y las regañás.

 
El local resulta familiar y, entre cucharada y cucharada, si uno afina el oído hasta el taburete vecino, escucha un reconfortante deje gaditano. El cuarto de baño tiene un punto surrealista, con fragmentos de la canción "Serengueti", de Mártires del Compás, pintados en las paredes.


Los Moreno García, procedentes de Villamartín, han conseguido atracar un pedacito de Cádiz en el corazón de Madrid. Y los nostálgicos les damos las gracias. A partir de ahora, si alguien me busca, ya sabe donde encontrarme.

2 comentarios:

  1. El retrato de la mujer Gaditana por Antoine de Latour parece describir La Perla de Cadiz..

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  2. Me ha encantado saber de esta palabra,
    lambuzo, que también se usa por mi tierra con un sentido muy similar. Le entra a uno hambre de ver y leer la entrada. Vaya descripción de la mujer gaditana.

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