domingo, 18 de noviembre de 2012

La plancha de Miliki


La madrugada del sábado fallecía en Madrid Emilio Aragón, Miliki, uno de los "payasos de la tele". Reconozco que siempre he detestado el circo y los payasos (quizás de ahí provenga mi rechazo a la cubierta de Las Ventas), y tampoco padezco el Síndrome de Peter Pan (a los 30 años ya no se es niño). Cuando cumplí los 7, en mi casa estaban muy contentos porque ya había alcanzado la edad del "sentido común". Esto supuso un gran alivio familiar.


A pesar de todo, comprendo que Miliki fuera un personaje entrañable y que sus "niños" le lloren, sobre todo los hombres, ya que, gracias a él, lucen las camisas mejor planchadas y lavadas, llevan los calcetines mejor remendados, viven en casas mejor barridas y almuerzan como reyes. ¿O las feministas han olvidado la letra de la canción "Los días de la semana" de 1973?

"Lunes antes de almorzar,
una niña fue a jugar
pero no pudo jugar
porque tenía que planchar.
Así planchaba así, así,
así planchaba así, así,
así planchaba así, así,
así planchaba que yo la vi".


Cuando en 1999 Miliki sacó del armario musical sus viejas glorias para un disco recopilatorio, "actualizó" la letra de "Los días de la semana" con el fin de no meterse en un jardín. El hombre, razonable y pragmático, no quería líos en su circo.

"Lunes antes de almorzar,
un marido fue a correr
pero no pudo correr
porque tenía que planchar.
Así planchaba, así así,
así planchaba, así así,
así planchaba, así así,
así planchaba que yo lo vi".



Algunos, incluso, han imaginado la correspondencia que debieron de mantener Fofó y Miliki cuando escribieron la letra de esta polémica canción.

Aparte de las digresiones teóricas, Fofó y Miliki se enzarzaron a lo largo de los años en agrias discusiones en torno a las letras de algunas canciones, especialmente la de “Los días de la semana”, que arranca diciendo “Lunes antes de almorzar una niña fue a jugar pero no pudo jugar porque tenía que planchar”. La intención de Miliki era “contagiar a las niñas la certeza de que el deber conlleva la renuncia a un anhelo y guarda en sí la posibilidad de la constitución trascendental”. Fofó, en cambio, creía que “es demasiado extremo que la niña no pueda compaginar el juego con la plancha”, a lo que Miliki responde que “te quedas en la plancha cuando lo importante es la dimensión gnoseológica”. Fofó, sin embargo, insiste en que “a mí no me gusta que la niña tenga que planchar”.


Qué pena que Miliki no le metiera mano también a la letra de "Eres más chica que un huevo"... Hoy en día, ser payaso también tiene su guasa y "las niñas de 30 años" le sacan punta a todo. El sueño del circo produce monstruos.

"Eres más chica que un huevo
y ya te quieres casar.
Anda, ve y dile a tu madre
que te enseñe a remendar".


Comparto con ustedes la canción favorita de mi infancia...
Algunos detalles marcan de por vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario