Ahora, al poniente morado de la
tarde,
En flor ya los magnolios mojados de rocío,
Pasar aquellas calles, mientras crece
La luna por el aire, será soñar despierto.
El cielo con su queja harán más vasto
Bandos de golondrinas: el agua en una fuente
Librará puramente la honda voz de la tierra;
Luego el cielo y la tierra quedarán silenciosos.
En el rincón de algún compás, a solas
Con la frente en la mano, un fantasma
Que vuelve, ¿llorarías pensando
Cuán bella fue la vida y cuán inútil?
En flor ya los magnolios mojados de rocío,
Pasar aquellas calles, mientras crece
La luna por el aire, será soñar despierto.
El cielo con su queja harán más vasto
Bandos de golondrinas: el agua en una fuente
Librará puramente la honda voz de la tierra;
Luego el cielo y la tierra quedarán silenciosos.
En el rincón de algún compás, a solas
Con la frente en la mano, un fantasma
Que vuelve, ¿llorarías pensando
Cuán bella fue la vida y cuán inútil?
(Luis Cernuda)
Manuel García Rodríguez
"Este año no conoces el despertar de la
primavera por aquellos campos, cuando bajo el cielo gris, bien
temprano a la mañana, oías los silbos impacientes de los pájaros,
extrañando en las ramas aún secas la hojarasca espesura húmeda de
rocío que ya debía cobijarles. En lugar de praderas sembradas por
las corolas del azafrán, tienes el asfalto sucio de estas calles; y
no es el aire marceño de tibieza prematura, sino el frío retrasado
quien te asalta en tu deambular, helándote a cada esquina...".
Julio Romero de Torres
No hay comentarios:
Publicar un comentario