martes, 17 de septiembre de 2013

El hombre que desbancó el casino de Montecarlo

"También, al menos una vez en su vida, fue capaz de poner cuanto tenía sobre el tapete de un casino y regresar en la plataforma de un tranvía, arruinado, silbando El hombre que desbancó Montecarlo con aparente indiferencia. Y era tal la elegancia con que sabía encender un cigarrillo, anudarse la corbata o lucir los puños bien planchados de una camisa, que la policía nunca se atrevió a detenerlo si no era con las manos en la masa".
 
 
En la última novela de Arturo Pérez-Reverte, El tango de la Guardia Vieja, el protagonista, Max Costa, silba con frecuencia una cancioncilla popular: El hombre que desbancó Montecarlo. Me pregunté si verdaderamente había existido tal hombre.
 
El verdadero hombre que desbancó Montecarlo
 
Se llamaba Joseph Hobson Jagger, era un ingeniero británico, del condado de Yorkshire, nacido en 1830. Trabajaba en una fábrica textil de Halifax donde pudo analizar el funcionamiento de las ruedas de hilar lana. Con ingenio, descubrió que el desgaste de las ruecas era similar al de una ruleta de casino. En aquel momento, desde que el juego fuera legalizado en 1854, Mónaco se había convertido en la capital del azar, hasta tal punto que el príncipe Carlos III había ordenado la construcción de un casino en el nuevo barrio de Montecarlo, que finalmente fue inaugurado en 1863. Hasta allí se dirigió Jagger en 1875.
 
Jean Beraud (1890)
 
Con la colaboración de seis ayudantes, analizó al milímetros los resultados de las seis ruletas del casino. En una de ellas, ciertos números salían con una frecuencia notablemente mayor que el resto. Así que, el 7 de julio, realizó su primera apuesta y ganó 70.000 dólares. Cuatro días más tarde, las ganancias se habían cuadruplicado. La dirección del casino comenzó a sospechar que aquel pelotazo no podía ser fruto exclusivo del azar, por lo que, al igual que un trilero, cambió las ruletas de sitio. Al quinto día, por primera vez, Jagger perdió. Tras unos momentos de desconcierto, se percató de que no estaba jugando en "su" ruleta -habilidosamente marcada con un ligero rasguño-, por lo que varió de mesa hasta volver a encontrar a la gallina de los huevos de oro. A partir de entonces, el casino intentó darle de nuevo gato por liebre, pero fue en vano: Jagger había ganado 450.000 dólares, una cifra descomunal en aquellos años.
 
 
El casino volvió a confundirlo con nuevos trucos y, con 325.000 dólares en el bolsillo, el ingeniero de Yorkshire decidió que había llegado el momento de abandonar Montecarlo para siempre. Esta vez, la avaricia no rompió el saco. Abandonó su puesto en la fábrica y vivió tranquilo hasta 1892, cuando falleció. Justo ese año, se escribió una canción en su honor: The man who broke the bank at Monte Carlo, escrita por Fred Gilbert e interpretada por el cómico Charles Coborn.
 
 
I've just got here, through Paris, from the sunny southern shore;
I to Monte Carlo went, just to raise my winter's rent.
Dame Fortune smiled upon me as she'd never done before,
And I've now such lots of money, I'm a gent.
Yes, I've now such lots of money, I'm a gent.
As I walk along the Bois Boolong
With an independent air
You can hear the girls declare
"He must be a Millionaire."
You can hear them sigh and wish to die,
You can see them wink the other eye
At the man who broke the bank at Monte Carlo.

En 1935, también se rodó una película con el mismo título. Otros, sin embargo, aseguran que la fuente de inspiración no fue la historia de Jagger, sino la de un jugador posterior, Charles Wells.
 
 
"La ocasión, piensa mientras se abotona y alisa la chaqueta, quizás requeriría, al salir de escena con la flema adecuada al caso, las notas del Tango de la Guardia Vieja. Pero sería obvio en exceso, concluye. Demasiado previsible. Así que abre la puerta, coge la maleta y se aleja por el pasillo, hacia la nada, silbando El hombre de desbancó Montecarlo".
 
 

1 comentario:

  1. Acabo de terminar el libro y me meti a ver de que venia el tema, gracias por los datos y anecdota!

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