Hace algunas semanas, describíamos, gracias a la hemeroteca del ABC, cómo había sido un festejo taurino celebrado en el velódromo de París en 1949. Al leer el post, el incansable y certerísimo Xavier González-Fisher me mandó un documento que complementa a la perfección la visión de aquella corrida. Se trata de la perspectiva de Conchita Cintrón, que hizo el paseíllo al lado de Ángel Luis Bienvenida y El Vito. Al corresponsal del ABC se le pasó por alto que, en los improvisados tendidos parisinos, se encontraba la actriz Rita Hayworth.
Estaba en París. Vestía de corto y
esperaba la hora: las nueve de la noche. Tocarían entonces el himno
nacional del Perú y en seguida La Marsellesa. El embajador
extranjero y todos los presentes permanecerían en pie. Terminadas
las ardientes estrofas patrióticas se iniciarían las arias de la
ópera Carmen. A su compás haría yo el paseíllo en el Vel d'Hiver .
Sabía todo esto porque la víspera
había ocurrido así. Por cierto que durante mi actuación surgió un
incidente gracioso: un representante de la Sociedad Protectora de
Animales había querido comprobar si las banderillas le harían
demasiado daño a su protegido, un toro de lidia. La cuadrilla había
escondido rápidamente los palitroques detrás de un burladero y
luego invitó al curioso señor a que entrara y viera las
banderillas, pero como el toro estaba allí, su protector optó por
no entrar... y continuó la lidia.
Qué duda cabe, sucedían muchas cosas
graciosas en sitios donde la Fiesta era espectáculo nuevo. Ayer , en
el tendido , el público se había presentado con smoking, Ali-Khan y
su linda esposa, Rita, estaban en barrera, y el Vito había resultado
cogido porque se quedó mirando a la estrella —princesa—. El
hermano de Julio , para castigar su distracción en la arena —que
en París era una alfombra cosida a mano— no le avisó de la salida
del toro al ruedo.
—Tiene bonitas piernas —había
observado el Vito, mirando, admirado, a la actriz.
—Mejores las tiene el que está
detrás de ti —contestó su hermano .
Y listo. Menos mal que no pasó de una
voltereta.
CONCHITA CINTRÓN
"Dos que duermen en un mismo colchón, se vuelven de la misma condición".
Rita, la eterna Gilda, se contagió de la afición de su segundo marido, Orson Welles.
Que bonita entrada y que bellas fotos. Por cierto, en toro, torero y afición, complementan tus fotos con otra de Rita Hayworth toreando a Tyrone Power. Parece que hubo tiempos que el toreo estaba de moda.
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