sábado, 9 de mayo de 2015

El valor de Juan del Álamo descorcha San Isidro


Se descorchó este San Isidro en una tarde ventosa pero templada, con el Rey Felipe VI en una barrera del 1, una mansada de Lozano Hermanos/El Cortijillo y una oreja al valor de Juan del Álamo. Poco que destacar, salvo la disposición del salmantino, que citó a su primero -un manso que, como el resto de la corrida, no se dejó picar y galopó pegando tarascadas- desde el centro del anillo, a lo César Rincón, en una faena, quizás algo brusca, aunque vibrante, rematada de una buena estocada. Los embroques fueron de pasar miedo, mucho, pero Juan Del Álamo derrochó seguridad y raza. Oreja merecida a pesar de que, desde el 7, algunos gritaron que la vuelta al ruedo habría sido un premio más ponderado. Lo de siempre: los San Isidros pasan, pero la plaza, como las personas, no cambian. Y eso, en el fondo, acrecenta su encanto. 


En el sexto, Del Álamo recibió un derrote en el pecho espeluznante. El toro se tiró al bulto con violencia: si el pitón llega a calar, lo mata. A todos se nos cortó la respiración. Por fortuna, al terminar la corrida, en la enfermería confirmaron que "sólo" llevaba una fuerte contusión en la región costal y el torero de Salamanca ya está pensando en su segunda tarde -la de Pedraza de Yeltes- para poner a la plaza de acuerdo. Que así sea.


De Pepe Moral sólo despuntaron unos naturales a su primero, mientras que Joselito Adame no tuvo opciones en una corrida de presentación muy desigual y desbravada. Estupendo Domingo Siro en banderillas.

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