Ahora que está tan de moda soliviantarse y salen encolerizados hasta de debajo de las piedras, propongo crear un movimiento de indignados por la ausencia de toreros como Curro Díaz y Sergio Aguilar en las ferias. Resulta desesperante la cantidad de morralla que nos tragamos a lo largo de la bendita temporada mientras dos matadores como los anteriormente citados, con su clase y pureza, están esperando en casa a que suene el teléfono. Estos son los números: Curro Díaz hizo el paseíllo en trece ocasiones el año pasado; Sergio Aguilar, una. ¡Tiene bemoles el asunto!
Y los pobres tienen tan mala estrella que, cuando por fin los anuncian en Las Ventas, les sale una corrida mala que, a perro flaco, todo son pulgas. De cualquier manera, tanto Curro como Sergio, estuvieron por encima de sus descastados Carriquiris, firmando algunos muletazos sueltos de auténtica categoría, como un natural de Curro Díaz al cuarto. Ambos saludaron dos cariñosas ovaciones que, con toda justicia, les brindó el público de Madrid. Sin embargo, de poco les va a servir, pues la empresa no ha tenido a bien acartelarlos durante San Isidro. Parias en los despachos y olvidados de las grandes ferias, van desgranando su exquisito toreo de higos a brevas, cuando les dan la oportunidad de vestirse de luces. Sergio Aguilar ha venido a Las Ventas sin apoderado... ¡clama al cielo!
En cambio, un tal Leonardo San Sebastián ha confirmado alternativa este 3 de mayo, sin tener otro mérito que ser hijo de uno de los presidentes de la plaza, Justo Polo. El capricho de colgar una foto en su salón haciendo el paseíllo en Las Ventas le ha salido caro: una cornada en el muslo derecho.
¡Aficionados, indignaos! ¡Por más ferias con Curro Díaz y Sergio Aguilar! ¡Basta ya de morralla, Matilla´s boys e intercambios de cromos!
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