sábado, 23 de mayo de 2015

Y llegaron las figuras entre tragaldabas y ajumados


Cada vez tolero peor las corridas de figuras: por la escasa pujanza del ganado, la previsibilidad de las faenas y el público de clavel. Mientras Padilla toreaba a su cuarto toro, un señor ha comenzado a repartir Miguelitos de La Roda por el tendido a voz en grito. "¡Pili, coge uno, que son los auténticos! ¡Los rellenos de crema!". La tal Pili ha respondido con otro alarido: "¡Ahora me cojo uno de postre, que aún estoy tomando jamoncito!". Entre medias, cinco tíos, altos como armarios, colapsaban el pasillo que divide el tendido alto del bajo porque "tenían que salir urgentemente a por un cubata". Casi simultáneamente, Pili ya había finiquitado el jamón y echaba mano del Miguelito. "¡Pero qué rico! Mucho mejor que los de chocolate blanco". A lo que respondía el experto en Miguelitos: "Es que los auténticos son estos, los de crema". ¡Cuánta chusma! Aquello, más que Las Ventas, se había transformado en un manicomio. Y todos estos tragaldabas y ajumados, ¿dónde se meten el resto de tardes, cuando en el cartel no se anuncian las figuritas? 


No sé si por los Miguelitos o por la corrida de El Pilar -que también iba rellena de crema-, pero ha sido la primera tarde en este San Isidro que he salido de Las Ventas con mala leche. Y cuidadito con los nombres de los toros, que los carga el diablo: ni Mira-bajo ni Miralto... Petardo de Moisés Fraile se mire por donde se mire, con viento, avaricia y alevosía. Por arriba, por abajo y de lado. El único que se ha salvado de la quema ha sido Curro Javier.


Moisés y sus figuras pueden quedarse en el exilio egipcio separando las aguas del Mar Muerto. Aconsejo a Su Majestad que regrese a Las Ventas durante la semana torista porque estos carteles "de campanillas" se indigestan más que una caja de Miguelitos al sol.

1 comentario:

  1. Tendría que estar prohibido tomar y comer en las plazas. Sólo agua.Y así "el público " más atento a lo que sucede en el ruedo.

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