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viernes, 14 de marzo de 2014

La vida entre dos rebanadas de pan de molde


Antes de que España fuera invadida por una pandilla de cursis, a los sándwiches se les llamaba emparedados y al Bimbo sin corteza, pan inglés. En 1939, en este país había menos cursis y más espabilados. A esta segunda categoría pertenecía Antonio Rodilla, un guijuelense de 30 años que regentaba una pequeña charcutería en Callao, en pleno corazón de Madrid. Allí vendía, con éxito, embutidos traídos de su tierra que enloquecían a la sociedad más adinerada de la postguerra. Tras viajar fuera de España y conocer mundo, Antonio, que había pasado la contienda negociando en Tetuán, tuvo la idea de combinar sus fiambres con un pan mucho más ligero, sin corteza pero con algo de grasa, denominado "inglés".
 

Antonio, obsesionado, comenzó a investigar en el sótano de su charcutería hasta que dio con la receta de aquel exótico pan. ¿Qué mejor manera para aprovechar las traseras de las barras de jamón o de queso que hacer emparedados con este pan sin corteza? Inventó, así, en 1940, el "bocadillo de la clase alta", mucho más refinado que el bocata de tortilla al uso. El éxito fue descomunal. Cada fin de semana, cuando los sombríos madrileños salían de los cines de Callao y la Gran Vía, iban de cabeza a la charcutería de 60 metros cuadrados de Antonio, donde compraban, para llevar, varios emparedados a 3 y 4 pesetas con un vaso de agua, cortesía de la casa. Entre sus clientes más asiduos se hallaba Machín, quien tenía una debilidad por el emparedado de jamón serrano.
 
 
Durante los años del desarrollismo, Antonio creó el "sándwich" de ensaladilla rusa, una auténtica revolución hasta nuestros días, pues sigue siendo el producto más vendido de la carta. Un poco más adelante, en 1972, Rodilla abrió un segundo local en la calle Princesa, ya con barra y mesas.
 
 
En 2014, el negocio del charcutero Antonio, ya fallecido, cumple 75 años. A menudo, cuando tengo clase en el Instituto Francés, me gusta sentarme ante la cristalera del Rodilla de la calle Génova y contemplar al personal. Veo a las alumnas del Institut rematando sus deberes y a los camareros memorizando una larguísima lista de emparedados que les encargan los clientes. La variedad es descomunal, e incluso tienen uno especial para cursis, de pavo con miel y menta.
 
 
Si a un españolito de la postguerra, radiante con su emparedado de foagrás y su vaso de agua, le dices que, 75 años más tarde, en España comeríamos "sándwiches" integrales de pavo con miel y menta y Coca-Cola Light, le da un joenco del que no se recupera ni con las maracas de Machín.

viernes, 17 de enero de 2014

Corazón loco: de Flamby a Follande


En pocos días, el presidente francés, François Hollande, ha cambiado de apodo entre la ciudadanía: de Flamby, por su carácter huevón, a Follande, a causa de su incontinencia sexual. El supuesto romance del Jefe del Estado con la actriz progre Julie Gayet -a quien llevaba croissants montado en una Scooter- ha desviado la atención sobre la catastrófica situación económica, educativa y moral del país.
 

Su último lío de faldas también ha mandado al hospital a su actual mujer, Valérie Trierweiler, conocida como La Rottweiler por su mala leche. Los médicos aseguran que sufre "un etat de fatigue extreme". A pesar de su "debilidad", Hollande no ha tenido huevos para ir a visitarla al hospital, algo que sí podría haber hecho su primera esposa, Ségolène Royal. Las dos primeras damas, probablemente, han perfilado la estrategia para lanzar a Hollande al fondo del Sena.
 
 
Para rematar el asunto, el Ministro del Interior, Manuel Valls, ha declarado que Hollande padece un "comportamiento de adolescente tardío", algo que encaja muy bien con la expresión francesa "adulescent", que describe el comportamiento de los adultos-adolescentes.
 
 
Se rumorea que por el Palacio del Elíseo suena Corazón loco de Machín.
 
No te puedo comprender,
corazón loco,
no te puedo comprender,
y ellas tampoco.
Yo no me puedo explicar,
cómo las puedes amar tranquilamente,
yo no puedo comprender,
cómo se pueden querer,
dos mujeres a la vez, y no estar loco.
 

miércoles, 13 de febrero de 2013

Top 3 de canciones empalagosas


C´est le temps de l´amour... le temps du Corte Inglés. Los escaparates se atiborran de corazoncitos, lencería, joyas y juguetes eróticos. Car le temps de l´amour ça vous met au coeur (y en su bolsillo), beaucoup de chaleur et de bonheur (y de ruina). C´est la vie en San Valentín. Una fecha idílica para repasar los tres temas más empalagosos del cancionero rancio. A pesar del subidón de azúcar, he de reconocer que todos son cautivadores.

1. LUNA DE MIEL (GLORIA LASSO)

La canción original, "The Honeymoon Song" del griego Mikis Theodorakis, fue versionada por Los Beatles con letra de William Sansom en 1963. Antes, en 1959, Rafael de Penagos y Gloria Lasso acabaron con el papel. Lasso también la grabó en francés.
 




2. MIRA QUE ERES LINDA (ANTONIO MACHÍN)

Machín cantó este bolero con letra del cubano Julio Brito en 1967. Sólo de escucharlo se caen los palos del sombrajo. Ya que estamos con las versiones, Emilio El Moro no se pudo contener y sacó su "Mira que eres bizca".

"Mira que eres bizca,
qué horrorosa eres,
verdad que no he visto en mi vida
pepona más fea que tú.
Con esos ojazos
que parecen coles,
con esa mirada,
siempre atravesada,
con que miras tú".


3. MARIQUILLA (JOSÉ LUIS Y SU GUITARRA)

El jienense y miembro de la tuna José Luis y su tabarra, en estado puro, en 1958. Este tema se lo dedicó, obviamente, a Mariquilla, su novia de siempre, con quien se casó en 1959. En 1962 sacó una plaza de funcionario de Obras Públicas y dejó de mamporrear la guitarra para dedicarse en cuerpo y alma a su familia. Un romántico.
 

viernes, 30 de noviembre de 2012

10 pregones 10

La otra mañana subió hasta mi ventana el sonido del chiflo del afilador. Y ahora, bajo mi oficina, pasa el camión del tapicero: "Se tapizan sillas, sillones, butacas, tresillos, y toda clase de muebles y tapicerías en mal estado. No deje pasar esta oportunidad. Recogemos y entregamos en su propio domicilio". Los sonidos de la calle desaparecen devorados por el ruido espantoso de los motores y las obras faraónicas. En las grandes ciudades, el afilador y el camión del tapicero son, posiblemente, los últimos supervivientes de la barbarie sonora. Cuando voy a un mercado de los de antes, me embelesa escuchar los pregones de los vendedores. También entra el cuerpo en caja cuando, en las tardes de corrida, en los alrededores de las plazas de toros, te ofrecen a voz en grito "agua fresca" o "almohadillas pa´la piedra". Hoy, con permiso de la autoridad, vamos a repasar diez pregones clásicos de la copla y la canción popular.


LA SOMBRA VENDO

"Llevo los abanicos de mil colores,
que en la plaza florecen con alegría.
Quitan al sol con gracia sus resplandores,
y alegran la tragedia de la corría.
Cuando la puerta de los toriles
se rompe en quiebros de seguidilla,
mis abanicos se ven por miles
y le dan celos a las mantillas

La sombra, la sombra vendo.
¿Quién me la quiere comprar?
De dinero yo no entiendo,
la doy casi regalá.
La sombra, la sombra vendo,
pa´competir con el sol.
Cómprela usted caballero,
que no hay en el mundo entero
la sombra que vendo yo".

EL PREGÓN DE LA GITANA

"Flores... las flores...
a las niñas morenas,
y a las rubias encendías,
a las que entran y salen,
y a las que están escondías,
para que nadie las vea,
detrás de la celosía,
yo les vendo las flores,
las flores mas lindas de Andalucía".

LA VIOLETERA

"Como aves precursoras de primavera,
en Madrid aparecen la violeteras,
que pregonando parecen golondrinas
que van piando, que van piando…

Llévelo usted, señorito,
que no vale más que un real,
cómpreme usted este ramito
pa' lucirlo en el ojal".

POR LA CALLE DE ALCALÁ

"Por la calle de Alcalá,
con la falda almidoná
y los nardos apoyaos en la cadera,
la florista viene y va
y sonríe descará,
por la acera de la calle de Alcalá".

MAÑANA SALE

"¡La fortuna, pa´mañana!
¿Quién me compra un quince mil?
(Te repiquen las campanas
a la hora de morir).

¡Cuatro series!, ¡qué bonitas!
¡Voy tirando los caudales!
¡Son de doña Manolita!
¿Quién me compra esta penita?
¡Mañana, mañana sale!"
 LOS BOQUERONES DEL ALBA

"Los boquerones del alba
que acabo yo de pescar
de la mismita caleta.
¿Quién los quiere comprar?

Como barritas de plata
como jazmines de sal
que con la red han salido
de lo profundo de la mar".

EL MACETERO

"Abrí, niña, los balcones
que ya llegó el macetero
con mi pregón sandunguero
encandilo corazones.

Vengan y compren la rosa
ruborosa y sin espinas,
miren esta clavellina
que huele a flor de romero
colio, pilistra y geraneo,
de tó trae el macetero".

EL MANISERO

"El manisero entona su pregón,
y si la niña escucha su cantar
bajará de su balcón…
Maniiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii".

EL PREGÓN DE LOS CARAMELOS

"Yo soy el caramelero
que pasea por Sanlúcar,
y traigo pa´las mocitas
dulces terrones de azúcar.
Llevo bombones, llevo bombones
pa´las niñas que sufren
del mal de amores.

Traigo trufillas heladas,
y caramelos de menta,
porque yo sé que a las niñas
siempre las pone contentas.
Llevo de coco y de fresa,
de tutti frutti y limón.
Y la que no se conforme,
yo le doy mi corazón".

EL UVERO

"Uvitas negras de Los Palacios,
comen las niñas dulce y despacio..."

domingo, 11 de noviembre de 2012

Obama y mamá Inés


El otro día, le preguntaron a Paco, el carnicero de La Encarnación, si creía que la reelección de Obama como presidente de Estados Unidos mejoraría la economía mundial. "¿La economía con Obama" -contestó incrédulo el sevillano-, "pues una de dos: o-va-a-má o-va-a-meno".


"¡Ah, mundo! La Negra Juana,
¡la mano que le pasó!
Se le murió su negrito,
sí señor.

—Ay, compadrito del alma,
¡tan sano que estaba el negro!
Yo no le acataba el pliegue,
yo no le acataba el hueso;
como yo me enflaquecía,
lo medía con mi cuerpo,
se me iba poniendo flaco
como yo me iba poniendo.
Se me murió mi negrito;
Dios lo tendrá dispuesto;
ya lo tendrá colocao
como angelito del Cielo.

—Desengáñese, comadre,
que no hay angelitos negros.
Pintor de santos de alcoba,
pintor sin tierra en el pecho,
que cuando pintas tus santos
no te acuerdas de tu pueblo,
que cuando pintas tus Vírgenes
pintas angelitos bellos,
pero nunca te acordaste
de pintar un ángel negro".

Este poema del venezolano Andrés Eloy Blanco no se hizo un himno internacional hasta que se convirtió en bolero y lo interpretó Machín. Probablemente el mundo habría sobrevivido sin Obama, pero no sin Machín y sus maracas.


A finales de los 80, las peñas de Pamplona traían frito al torero venezolano Morenito de Maracay con su "Ay, mamá Inés". Escribía Joaquín Vidal el 1 de julio de 1989:

"Tuvo Morenito de Maracay un toricu pregonau, al que intentó sacar naturales y derechazos, con mayor insistencia de la que merecía semejante pajarraco, y otro absolutamente inválido que se pegaba unas costaladas tremendas y, naturalmente, no podía embestir; si acaso, a pasito corto, cuando no quebrado. Tan pundonorosamente porfió pases Morenito de Maracay, que volvieron a cantarle el mamá Inés, y esto es síntoma inequívoco de que, en Pamplona, mantiene su cartel".



La primera película que protagonizó la gran Concha Piquer fue "El negro que tenía el alma blanca", rodada en París por Benito Perojo en 1927 (aquí puede verse entera). Por aquel entonces, doña Concha sólo contaba con 19 años e interpretaba a una joven que conquistaba a Peter Wald, un famoso bailarín negro exiliado de Cuba que, antes de alcanzar la fama, había trabajado como criado en casa de unos marqueses.

Ahora que el cine apuesta por las segundas partes, podrían rodar un remake de "El negro que tenía el alma blanca" cuando Obama se retire de la política. Seguro que le gusta la idea.