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viernes, 25 de septiembre de 2015

El cigarrillo pixelado

Me da por encender la tele tras semanas de "apagón". En La 1, en un vídeo de hace años, aparece la genial Lola Flores fumando. Sin embargo -gran desconcierto-, observo que la mano que porta el cigarro está pixelada. Somos gilipollas, resuelvo. E inmeditamente, apago la tele hasta nueva orden. 


Papá Estado nos protege para que no nos hagamos fumadores. Fumar es malo para la salud. Por eso, censuran la calada de Lola, no vaya a ser que nos entren unas ganas irrefrenables de bajar al estanco y arramblar con todas las cajetillas de Marlboro. Lola tendría una frase para esto, para todos estos lumbreras que supuestamente velan por nosotros: "Si me queréis, irsen". Pero Lola ya no está: falleció a los 72 años a causa de un cáncer... Y no fue de pulmón, sino de mama.


La actual obsesión por cuidar la salud -no fumar, no trasnochar, no envejecer, no excecederse, no consumir azúcares ni colesterol-, provoca que la gente, obediente, atemorizada y pastueña, se olvide de vivir. Sin embargo, y a pesar de todos sus vicios, Lola siempre estuvo como nunca... A una mujer como ella, tan vital, rebelde e incontrolable, jamás habría que pixelarla. Es delito.

viernes, 13 de marzo de 2015

Las coplas de Susana


Susana, en egipcio, significa "flor de loto" y, en arameo", "lirio". Como la copla. Susana Díaz, candidata premamá, quiere mirar a los ojos a su hijo, el que aún lleva en el vientre, y contarle que los de su partido han dejado una Andalucía mejor que la heredada de nuestros padres. Así lo dijo durante la apertura de la campaña electoral que tuvo lugar en Almería. Y a mí aquello me sonó a copla. 

"A la nanita mi niño,
no llores ni tengas penas,
yo te daré mi cariño
porque seré una madre buena".
(Con los bracitos en cruz)


"Bordando pañales
pa su criatura,
lloraba Canales
la de Puerta Oscura".
(La niña de Puerta Oscura)



Susana dice que su niño, la flor de sus entrañas, se porta muy bien, "parece que quiere contribuir a la mayoría porque no me da fatiga, ni cansancio ni nada".

"¡Bendita sea la madre,
la madre que te ha parido!
Que solita se quedó
para darme a mí un jacinto
que alegraba sus jardines
y era gloria para el mío".
(Trece de mayo)


La futura madre Susana está en duermevela: PP, Podemos y Ciudadanos son tres clavos de amargura, como los hijos de la Gabriela. Cuentan que, arengando junto a la cuna, le dan las claras del día... ¡qué pena de suerte mía!

martes, 27 de enero de 2015

I want lo live in America, pero por bulerías


Los españoles estamos invadiendo Estados Unidos. Somos la comunidad que más ha crecido en los últimos años: de 2000 a 2010, nuestra presencia ha subido un 534%, de 100.000 inmigrantes a más de 600.000. Un joven expatriado sevillano, profesor de flamenco y que intenta abrirse paso al otro lado del Atlántico, declaraba en una entrevista: "En España somos felices con un trozo de pan y aceite, y aquí necesitas tener un buen coche, una casa y un seguro médico. Son dos cristales distintos para mirar las cosas. En Estados Unidos se mueve mucho el dinero y eso mismo es lo que permite que existan oportunidades".

 
Precisamente, porque un español es más feliz con un buen aceite de oliva a mano, la venta de oro líquido en Estados Unidos ha aumentado exponencialmente. Con los años, el mito de "la tierra de las oportunidades" también ha progresado en nuestro subconsciente. Nino Bravo nos cantaba que, cuando Dios hizo el Edén, pensó en América (aunque sin olivares). Aquel mítico tema fue grabado en su álbum póstumo "...y volumen 5", editado en 1973.
 
 
En 1961, Robert Wise machacó al mundo entero con I want lo live en America, número principal del musical West side story, una movida coreografía que se bailaba en una azotea donde un grupo de puertorriqueños, encabezado por Rita Moreno, discutía sobre su vida en Estados Unidos. Leonard Bernstein compuso la música mientras que Stephen Sondheim se encargó de la adaptación de la letra. La peli fue un exitazo y se llevó el Óscar.
 
 
Sin embargo, la grandeza de esta canción corrió a cargo de Lola Flores, que la reinterpretó en el programa "A la española" de TVE. ¡Con ella cantando sobre una de las carabelas de Colón sí que entraban ganas de embarcarse para América! El baile cowboy que se marcaba ante el "drugstore" dejó en pañales a West side story y medio Broadway.
 

lunes, 1 de diciembre de 2014

El "Je t'aime... moi non plus" de Lola Flores y El Pescaílla

En el invierno de 1967, Serge Gainsbourg y su amante, Brigitte Bardot, grabaron una canción de muchos voltajes que consiguió derretir toda la nieve que aquel año cayó sobre Francia: Je t'aime... moi non plus. Aunque el tema olía a exitazo, la idea de escuchar los gemidos de su esposa en la radio, no le hizo gracia al marido cornudo de la Bardot, quien amenazó de muerte a Gainsbourg. En el último minuto, el compositor echó la patita atrás y paralizó el lanzamiento del escandaloso disco. Esta frenada también enfrió el "affaire" Serge-Brigitte y cada cual continuó por su camino.

 
El compositor necesitaba una nueva musa, más encastada, que estuviera dispuesta a llegar hasta el final con los gemidos de Je t'aime... moi non plus. Et voilà: la vida le puso ante la joven Jane Birkin. En diciembre de 1968, un invierno después del fracaso con la Bardot, la pareja grabó una segunda versión del tema. La definitiva. Birkin, eterna Lolita, interpretó a la perfección los suspiros, quejidos y espasmos que requería la letra. L'Osservatore Romano puso el grito en el cielo y prohibió la radiación de la canción en toda Italia. Poco después, en septiembre de 1969, Franco también la censuró en España.
 
 
Sin embargo, en la España de finales de los 60 y primeros de los 70 se estaban grabando canciones con una carga sexual mucho más alta que el Je t'aime... moi non plus de Gainsbourg y Birkin. Sin gemidos, sino a grito limpio, como la arrebatada interpretación de Dime que protagonizaron Lola Flores y El Pescaílla en una de las galas sabatinas de Televisión Española. Una verdadera orgía a ritmo de rumba.
 


"Yo llevo el peligro de tu amor en mis ojos,
yo llevo el peligro de tu amor en mis venas,
yo llevo  el peligro de quererte tanto,
yo tengo el peligro de sufrir esta pena.
Dime si tú no puedes vivir sin mí,
dime si tú no puedes ya ni llorar,
dime si tú no puedes ya ni dormir...
dime, dime, dime..."

 
Por no mencionar el bailecito erótico de Pepa Flores, luciendo ombligo, sobre un surtidor de gasolina en la película El taxi de los conflictos, rodada por José Luis Saenz de Heredia y Mariano Ozores en 1969. En ella, Lola y El Pescaílla también formaron parte del reparto. Rombos por un tubo. Arrancamos diciembre calentitos.
 

lunes, 24 de noviembre de 2014

Ay, trena, trenita, trena


"...Y sin que nadie la vea, rayando la madrugada, camino de la prisión, ojeras, dolor del alma, una cantaora busca los hierros que, como espadas, van a clavarse en su vida, la van a dejar marcada [...] Sevilla hubiese querido que todo en esta mañana fuera en el mismo escenario para no perderse nada, y haberse partido en dos: una mitad carcelaria llorando por Isabel su copla más desgarrada, y otra mitad plañidera llorándole a la de Alba. Le dé Dios descanso eterno a la grande Cayetana y que sea leve la cárcel que a la Pantoja arrebata. Porque por este noviembre con alumbrado de Pascua, se cante como se cante, hoy la copla sabe amarga".
 
El perverso de Antonio García Barbeito (21 de noviembre de 2014)
 
 
"Aquí tiene usted mis manos, señor Sargento Ramírez. Póngame usted los grilletes, cumpla usted con su deber". Lástima que esta copla no formara parte del repertorio de la Pantoja. La tonadillera se encuentra ya en la prisión de Alcalá de Guadaira y quizá engrose la nutrida lista de artistas que han cantado en prisiones, desde Los Chichos hasta Johnny Cash. Pido al cielo que los medios de comunicación dejen de llamarla "reina" o "diva" de la copla. Señoras de la copla han sido Juanita Reina, Concha Piquer, Marifé de Triana o Gracia Montes, pero no Isabel Pantoja. Para que nos entendamos: Paco Camino ha sido una figura del toreo y Francisco Rivera Ordóñez, un torero a secas. La copla también tiene su propio escalafón, que va más allá de gustos personales.

 
Sin embargo, es cierto que Isabel despierta simpatías y por eso muchos partidarios desean que la trena le resulte leve. Incluso que la liberen de inmediato. "Libertad para Pantoja", claman las redes sociales, lo que me recuerda aquel temazo de Los Calis -cuyos cassettes eran imprescindibles en cualquier gasolinera- titulado Libertad para ti.
 
Sé lo que piensan los presos
que están en la cárcel,
sé bien que es algo muy triste,
muy desagradable...
 
 
Los Chichos, por supuesto, también tenían su himno carcelario: El vaquilla, la historia de un buen muchacho que sólo vio lo malo y, al final, dependía de un simple carcelero. Como la Pantoja. ¡Con lo bonita qué es la libertad!
 

 
Y ya que hablamos de carceleros, otra zambra que la Pantoja debería incorporar a su repertorio de inmediato. Por Caracol. Qué desgracia perderse por culpita de los ojos de Julián Muñoz... Entran ganas de "ajogarlo". Ay, ¿por qué no abrirán ahora puertas y cerrojos? Ánimo, Isabel.
 
 
Al final, lo mejor es tirar por la calle de en medio. Que le pregunten a la Lola, que también tuvo sus problemillas con Hacienda.
 

jueves, 13 de noviembre de 2014

La nave del olvido


En la década de los 60, España experimentó un fuerte crecimiento económico gracias al buen trabajo de los tecnócratas que aprobaron el Plan de Estabilización de 1959. El desarrollo del país también impulsó el turismo de sol y playa. Durante la dictadura franquista, se declararon varias Zonas de Interés Turístico Nacional y se construyeron rutilantes urbanizaciones en la costa. Pronto, Barajas quedó pequeño. A principios de los 60, más de un millón de viajeros pasaron por el aeropuerto madrileño, una cifra que desbordó las previsiones y obligó a ampliar el número de pistas y terminales.
 
Azafatas de Iberia
 
A finales de los 60, Lola Flores y el Pescaílla grabaron un inaudito videoclip del tema La nave del olvido, cantado a ritmo de rumba, donde se muestra cómo era Barajas por aquellos años. El Pescaílla recorre media terminal con la guitarra como único equipaje. Al final de la canción, desde la pista de aterrizaje, Lola, con vestido de flecos y melena al viento, grita desesperada "¡Espera, espera!" mientras el avión de su amado despega, quién sabe a dónde.
 

 
Afortunadamente, en Barajas no todo eran despedidas. Por aquellos años, también llegaba gente, gente nueva, como las suecas, que tanto entusiasmaban a José Luis López Vázquez. Las liberadas turistas extranjeras venían a España en "vuelos chárter" con las maletas llenas de bikinis y minifaldas. En la Semana Santa de 1965, un resignado Manuel Fraga declaró: "En España hay más bikinis que nazarenos".
 


jueves, 15 de mayo de 2014

Alegrías de San Isidro


"Una de las prendas más valiosas de doña Gregoria, la mujer de don Agustín, era un mantón de Manila que había heredado de su madre. El mantón era lo último que se empeñaba en los días muy negros y lo primero que se liberaba en los risueños días. Y en el verano, en los tiempos verbeneros, antes se quedaba toda la familia sin comer en quince días que empeñar el mantón, el cual tenía que lucirlo, bien su dueña o bien su hija, en las kermeses y en las señaladas noches de verbena" (Antonio Díaz-Cañabate).
 
 
Así de juncales y carialegres, luciendo sus mantoncillos de Manila, iban antes las madrileñas a la verbena de San Isidro. Ni la penuria de la postguerra era capaz de ensombrecer aquellos rostros dulces como el mosto y tostados como las rosquillas del Santo. Morenas y rubias, hijas todas del pueblo de Madrid.
 
 
Algo me cuestan mis chulapas, pero la cosa es natural,
no han de salir a todas horas, con un vestido de percal.
Pero también algunas veces, se me ha ocurrido preguntar,
¿Si me querrán esas chiquillas, por mi dinero nada más?
 
 

jueves, 30 de enero de 2014

Las flores del tomillo, del té y de la canela

Resulta complicado conocer al dedillo todas las letras que Rafael de León escribió para el mundo de la copla. La producción es tan inmensa como soberbia. El otro día volví a escuchar una canción ya casi olvidada, compuesta a ritmo de bulerías en 1951 para el espectáculo La niña valiente de Juanita Reina: La flor del tomillo, con música de Manuel López-Quiroga y el imprescindible toque de Antonio Quintero. La copla se recuperó en la película Gitana tenías que ser, interpretada por Carmen Sevilla.
 
Tomillo en flor
 
La letra cuenta la historia de unos bandoleros que, durante el reinado de Fernando VII, asaltan una diligencia donde viajaba una bella joven. Finalmente, tras robarle los vestidos de raso y tafetán, el jefe de la cuadrilla acaba localmente enamorado de la dama.
 
Cuando esta tonadilla,
cuando esta tonadilla
llega a la real presencia del Deseado,
del Deseado.
Ladrones en cuadrilla,
ladrones en cuadrilla
mi hermosa diligencia me han asartado,
me han asartado.
Ciento treinta vestidos,
ciento treinta vestidos de raso y tafetán,
y el corazón herido por el bandido del capitán.

Corre que te pillo, que voy que te mato.
Mira, mira, mira que ya te arcancé,
que yo sólo trato de darte un retrato
con mis patillitas y mi calañé.
Toma, toma, toma que toma er cuchillo,
que ya de poquito me puede valer,
porque como eres la flor der tomillo,
corona y anillo te voy a poner.
 
 
Rafael de León compuso coplas a otras "niñas floridas", como La flor de los cantes o La flor del temperamento, una letra que me hace especial gracia en la voz de Lola Flores.
 
 
Me entiende el ruso y el japonés,
pues donde llego yo soy audaz.
Me da lo mismo cantá en inglés
que dar las gracias en alemán.
¡Ay, várgame Dió!
Me da de momen, ¿qué?
Y todo es por mor,
y todo es por mor riquitintintín,
riquitintintón der temperamén.
 
De la copla al cuplé, tenemos la delicada Flor de té que interpretaban Virginia Luque o Sarita Montiel.
 
 
Ella es pobre y él un caballero
que le ofrece su amor y su fé
como un sol alto y fuerte que quema
besando a la humilde flor de té, flor de té.
La muchacha que muere de amor
sueña así que le canta el señor:
Flor de té, flor de té
no desdeñes mi amor
que contigo es la vida un encanto
y sin ti es un dolor.
 
Infusión con flores de té
 
Y, aunque nos salgamos de la copla, si hemos escrito sobre la flor del tomillo y del té no podemos olvidar la flor de la canela...
 
La flor de la canela
 
Nota: sobre la flor del romero ya hablamos en este blog la pasada primavera.

miércoles, 15 de enero de 2014

El Café de Levante

"En el Café de Levante,
entre palmas y alegrías,
cantaba La Zarzamora;
se lo pusieron de mote
porque dicen que tenía
los ojos como las moras"
 

¿Dónde estaba aquel Café de Levante donde cantaba La Zarzamora? Según lo escrito por algunos autores, en el mismo corazón de Madrid. De hecho, este negocio tuvo tres ubicaciones, todas ellas alrededor de la Puerta del Sol: primero en la calle Alcalá (hasta 1857), luego en el número 5 de la misma Puerta del Sol (1860-1966) y, finalmente, en Arenal. Sin embargo, probablemente la copla hacía referencia a otro Café de Levante, quizás uno gaditano ya inexistente, puesto que el madrileño siempre se distinguió por su silencio y sus tertulias, fundamentalmente las literarias. No en vano, a causa de su tranquilidad, era frecuentado por militares retirados.
 

Cuando estuvo en Sol, el Café de Levante también alcanzó cierto prestigio gastronómico, gracias a la calidad de su bistec. Tampoco podemos olvidar que Manuel Fernández y González, de quien se decía que sus iniciales correspondían a "Mentiras Fabrico, y Gordas", escribió en este céntrico local la novela titulada El cocinero de Su Majestad, ambientada en tiempos del Felipe II.


Recorte en el Diario El Globo que demuestra que en Cádiz hubo un Café de Levante
(Gracias a Javier Osuna García y Rafael Román por su indispensable ayuda)


Actual Café de Levante en Cádiz (gracias a Teresa Torres)

Volviendo a la copla, seguramente tenga razón Antonio Burgos, quien sostiene que el Café de Levante de La Zarzamora era producto de la imaginación de Rafael de León, como sucedió con La Bizcocha de La Lirio o la Taberna El Tres de Espadas de La Ruiseñora. "Tampoco en Chicote estaba la crema de la intelectualidad, sino del puterío", apostilla Burgos. Si la leyenda resulta más hermosa que la realidad, mejor contar la leyenda.

En Cai, tié la Bizcocha,
un café de marineros,
y en el café hay una niña
color de lirio moreno.

 
En la Taberna del Tres de Espadas
entre guitarras y anís de mora,
cómo cantaba de madrugada
por soleares La Ruiseñora.

lunes, 29 de julio de 2013

El pendiente de La Faraona

Si se aburren en la piscina, la arena de la playa les pone de mal humor o, sencillamente, disfrutan llevándose lectura para sus ratos de sol y tumbona, les recomiendo el último y entretenidísimo libro de José María Íñigo: "La tele que fuimos", un recorrido nostálgico, ágil y con sentido del humor por la historia de la televisión en España. Como en este blog somos grandes amantes de la bata de cola, sirva de muestra una anécdota protagonizada por La Faraona.


La historia de Lola Flores transcurre durante la grabación del programa "Esta noche... Fiesta". Cuenta José María Iñigo: "En pocos meses, la sala Florida Park, en el parque del Retiro de Madrid, se convirtió en un sitio extremadamente popular y centro de la actualidad nacional e internacional en el campo de la música y la moda. Las invitaciones para el programa, a pesar de ser gratuitas, se cotizaban en el mercado negro hasta alcanzar precios superiores a las cinco mil pesetas de aquella época [hablamos del año 1976]. Decenas de reporteros acudían semanalmente a la madrileña sala de fiestas y aguardaban a que surgiera alguna noticia interesante. ¡Y vaya si surgían!


[...] Quizás uno de los episodios que tuvo más trascendencia en los programas que he hecho tuvo lugar la noche en que actuaba Lola Flores. Lola apareció allí con sus músicos, sus palmeros, sus guitarristas y cantó una canción. Luego, en la segunda, se lanzó al escenario y, con ese brío que la caracterizaba, empezó su Pena, penita, pena. Se dio media vuelta y, al volverse, uno de sus pendientes salió volando por el aire y se perdió entre la multitud. La Faraona hizo parar a los músicos, a la televisión, todo, y dijo:
- ¡Ojo! ¡Ese pendiente es de los buenos y yo de aquí no me muevo hasta que se busque y se encuentre!.


Como digo, paró la televisión, paramos todos y todo el mundo se puso a buscar el famoso pendiente. La operación nos costó entre siete y ocho minutos. Buscamos entre las mesas, por el suelo... Fue un hecho irrepetible. Cuando por fin se encontró el pendiente, Lola dijo:
- Señores, ahora ya puedo seguir cantando. Es que era de los buenos, y se puso otra vez a cantar".


jueves, 18 de julio de 2013

Mujeres (y algunos hombres) que se perdieron por culpa del parné

El que tenga un amor,
que lo cuide, que lo cuide.
La salud y la platita,
que no la tire, que no la tire.

 
Dicen que el dinero no da la felicidad, pero yo prefiero llorar en un Ferrari. La platita, además, siempre ha sido gancho infalible para llevarse a las mujeres de calle. Desde María de la O a la protagonista del tango "Mano a mano", todas, castizas y porteñas, han caído en los brazos de payos y otarios con parné. Ley universal. A toro pasado, bajo un buen techo que las cobija, algunas se arrepienten y otras no. Siempre resulta más agradable enjugarse las lágrimas con pañuelo de seda.
 
 
Para mis manos tumbagas,
para mis caprichos monedas.
Y para mi cuerpo lucirlo
mantones bordados, vestidos de seda.
La luna que yo pida, la luna que me da.
Que para eso mi payo ha visto
más parnés que tiene un sultán.
Envidio tu suerte,
me dicen algunas al verme lucir.
Y no saben pobres la envidia que ellas me causan a mí.
María de la O, que desgraciaíta
gitana tu eres teniéndolo tó.
Te quieres reír y hasta los ojitos
los tienes morados de tanto sufrir.
Maldito parné que por su culpita
dejaste al gitano que fue tu querer.
Castigo de Dios, castigo de Dios.
Es la crucecita que lleva a cuesta María de la O.

 
Rechiflado en mi tristeza, te evoco y veo que has sido
en mi pobre vida paria sólo una buena mujer.
Tu presencia de bacana puso calor en mi nido,
fuiste buena, consecuente, y yo sé que me has querido
como no quisiste a nadie, como no podrás querer.

Se dio el juego de remanye cuando vos, pobre percanta,
gambeteabas la pobreza en la casa de pensión.
Hoy sos toda una bacana, la vida te ríe y canta,
Ios morlacos del otario los jugás a la marchanta
como juega el gato maula con el mísero ratón.

Hoy tenés el mate lleno de infelices ilusiones,
te engrupieron los otarios, las amigas y el gavión;
la milonga, entre magnates, con sus locas tentaciones,
donde triunfan y claudican milongueras pretensiones,
se te ha entrado muy adentro en tu pobre corazón.
 
 
Últimamente he leído dos noticias sobre millonarios dignas de contar. La primera historia trata sobre una joven que puso un anuncio en un periódico para buscar un marido rico. Su reclamo comenzaba así: "Soy una chica hermosa (yo diría que muy hermosa) de 25 años, bien formada y tengo clase. Quiero casarme con alguien que gane como mínimo medio millón de dólares al año". Casi de inmediato, le respondió un acaudalado hombre de negocios que, amablemente, le explicó que ella era un activo que sufría depreciación y él un activo que rendía dividendos. “Por lo tanto, todavía en términos comerciales, el casamiento con Ud. no es un buen negocio a mediano o largo plazo, pero alquilarla puede ser en términos comerciales un negocio razonable que podemos meditar y discutir usted y yo”. Aquí pueden leer toda la historia.
 
 
La segunda noticia narra las peripecias de un millonario chino que busca una mujer para que lo amamante. El cliente puede beber directamente del pecho materno o a través de un extractor de leche, en caso de que le produzca vergüenza. Las nodrizas que se encargan de ofrecer este servicio cobran alrededor de 2.000 euros mensuales, cuatro veces más que el sueldo medio en China. Otra lectura muy recomendable sobre gente con plata.

miércoles, 19 de junio de 2013

"Si no se torea, no se come" o toreros con hambre

"Si no se torea, no se come" (Morante de la Puebla)


Ha caído en mis manos un libro francamente entretenido titulado "Gastronomía del toro de lidia". Primorosamente editado, está escrito al alimón por Ismael Díaz Yubero y Pedro Plasencia. Aunque sus páginas suponen un auténtico festín para los paladares más trogloditas, no piensen que se trata exclusivamente de un recetario con mil versiones para cocinar rabo de toro. No en vano, los capítulos más entretenidos narran anécdotas de toreros "cocinillas" o con más hambre que el perro de un ciego. He aquí una selección de cuatro de estas historias:
 
A ver si crece...

HONORARIOS CON JAMÓN
 
Don Indalecio Mosquera fue empresario de la anterior plaza de toros de Madrid, que estaba ubicada donde en la actualidad está el Palacio de Deportes. Citó a Guerrita para proponerle que torease una tarde en Madrid. El torero escuchó la oferta, y pidió una cantidad que al empresario le pareció excesiva, por lo que al contestar negativamente al torero utilizó la típica expresión: "y un jamón".
 
Al año siguiente, don Indalecio llamó al torero para comunicarle que aceptaba los emolumentos solicitados, a lo que el torero respondió: "y un jamón que me prometió usted el año pasado".
 

LA CUCHARA DE CÚCHARES
 
Cúchares fue un torero muy serio, poco dado a juergas, juego, vino y mujeres, entrenamientos que por aquellas épocas, y algunas posteriores, eran muy frecuentes entre los toreros. Cuando se despedía de su mujer cada vez que toreaba le decía siempre la misma frase: "Señá María, que esté lista la puchera que vuelvo en cuanto se acabe la corrida".
 

LAS HAMBRES DE BELMONTE
 
Aunque felizmente hoy día las circunstancias han cambiado, el ejercicio de la profesión de torero ha estado desde siempre marcado por el estigma del hambre, perentoria necesidad de la que sus protagonistas no lograban zafarse, en ocasiones ni siquiera llegando al más alto nivel de la profesión, es decir, matador de toros, e incluso a figura del toreo de cierto nivel. La frase "más cornás da el hambre" andaba siempre en boca de aquellos que aspiraban a figurar en los carteles. Son numerosas, al respecto, las anécdotas en las que vemos reflejada la agudeza del ingenio, bastante generalizada por cierto en personas de escasa cultura, pero dotadas de una inteligencia privilegiada. Sírvanos como ejemplo (tanto de las cornadas que da el hambre, como del ingenio patrio) la historia verídica que Manuel Chaves Nogales relata (dando voz a Belmonte) en su impagable biografía del Pasmo de Triana, en el capítulo que titula "Cuando pedía limosna por los caminos".


Por la tarde llegamos a un cortijo, y mi camarada se acercó a la manijera con un trozo de pan que nos había sobrado en una mano y los diez céntimos en la otra:
- "¿Quisiera usted darnos por esta perra un poco de aceite y vinagre para hacer un gazpacho con este cacho de pan que tenemos?".

La discreta proposición surtió su efecto y salimos del cortijo con el aceite, el vinagre, más pan del que llevábamos y, naturalmente, los diez céntimos. "¡Hay que saber vivir, muchacho!" -me dijo mi camarada, guiñándome un ojo maliciosamente. El truco del pedazo de pan y los diez céntimos lo repetimos en varios sitios...


RAMÓN MAGAÑA, TORERO MODESTO Y COCINERO EXCELENTE

Ramón Magaña, si como torero fue modesto, como escritor es muy correcto, como guarnicionero un artista, y como cocinero francamente bueno. Ya lo demostró en la cocina del Gran Hotel Colón de Madrid, en donde cocinó para las principales figuras de la política, de las ciencias y del arte en sus diferentes facetas. Y a él dirigió Lola Flores, mientras elegía el menú, la famosa frase: "No soy mujer de farfolla sino de olla".


Este entretenido libro puede comprarse por 20€... una inversión para las tardes de verano. A las anécdotas seleccionadas, sumo una última, leída en el opus 20 de Tierras Taurinas dedicado a "La hora Núñez". Habla el genial Pablo Lozano, La muleta de Castilla:

"Yo no me doy coba, he podido ser lo que no he sido…, he fracasado. Y mi fracaso me ha permitido enseñarle, a aquel que estaba a mi lado, cómo evitarlo. Yo fui torero por no estudiar. Pero, para ser torero, también hay que estudiar más que para nada. Cuando empecé, era la época de Manolete… Teníamos su imagen en la cabeza y le queríamos copiar. Pero al tercer o cuarto muletazo, venía la voltereta… Tenía diecisiete años, no sabía nada. Con esa edad, si no has pasado hambre, no dejas de ser un gilipollas perdido. No es que mis padres fuesen ricos, pero hambre no pasamos. Entonces, eso. Era un gilipollas".

 

lunes, 13 de mayo de 2013

Ay, trece de mayo, cuando me encontré contigo


La tarde de toros en Las Ventas, otra ruina (ya van tres). Pero estaba Curro Díaz, al que entran ganas de cantarle: "ay, trece, trece de mayo, cuando me encontré contigo". Bendita sea la mare, la mare que te ha parío, tan bien vestío, de rosa y oro. Incluso los Palmosillos y las banderillas del Fandi ganan ante su presencia. Desde luego, con una corrida como la de este lunes, se agradece que suene un clarín de olvido...


Un poema de Rafael de León titulado "¡Así te quiero!", y dedicado a Concha Piquer en 1941, fue el origen de la canción "Trece de mayo", musicada por Juan Solano. La copla adelantó el almanaque dos meses (en el soneto, la acción transcurre un trece de julio), pero incrementó, si cabe, la intensidad de la letra del sevillano.

El día trece de julio
yo me tropecé contigo.

Las campanas de mi frente,
amargas de bronce antiguo,
dieron al viento tu nombre
en repique de delirio.
Mi corazón de madera
muerto de flor y de nidos,
floreció en un verde nuevo
de naranjos y de gritos,
y por mi sangre corrió
un toro de escalofrío,
que me dejó traspasado
en la plaza del suspiro.

¡Ay trece, trece de julio,
cuando me encontré contigo!


El 13 de mayo, además de la corrida Palmosilla en Las Ventas, es el día de la portuguesa Virgen de Fátima. En esa fecha del año 1917, la Virgen María se apareció por primera vez ante una terna de pastorcitos: Francisco, Lucía y Jacinta. Tuvo lugar entonces el siguiente diálogo:
- ¿De dónde es su merced? -preguntaron los niños.
- Mi patria es el cielo.
- ¿Y qué desea de nosotros?
- Vengo a pedirles que vengan el 13 de cada mes a esta hora. En octubre les diré quién soy y qué es lo que quiero...

Ay trece, trece de mayo
cuando me encontré contigo.
Ay, tus ojos de manzana
y tus labios de cuchillo
y las nueve, nueve letras
de tu nombre sobre el mío
que borraron diferencias
De linaje y apellido.


Apuesto a que la Virgen de Fátima, en su aparición de octubre,
no pidió una corrida de la Palmosilla


Trece de mayo: momento de escalofrío


domingo, 20 de enero de 2013

Los toreros de Lola


Manolo Caracol "enseña" a torear a Paco Camino

"Un volcán en el escenario y fuera de él, la más grande, la Niña de Fuego, la salvaora, la perdición de los hombres, la que miente cuando besa, según la copla que cantaba Manolo Caracol. Su efímera relación con el torero Manolo González acabó con los tormentos del cantaor".

Este lunes, 21 de enero, Lola habría cumplido 90 años

"Lo cuenta Ignacio García Garzón en El volcán y la brisa. A Lola, torera y genial, tampoco le salió bien ese amor fugaz con el torero de moda, un seductor que la había embelesado con zalamerías y buena labia. «Me dijo palabras tan bonitas al oído que yo estaba como en una nube y comprendí que no podía seguir con Caracol, que tenía que dejarlo». Despechada con Manolo Caracol, que se había acordado de los muertos de Lola, cosa imperdonable en la ley gitana, se lo contó. Y se acabó la historia de Caracol para siempre".

Foto de Martín Santos Yubero (1943)

"A Rafael Ortega, Gallito, sobrino de los Gallos, Lola lo recordaba como un amor iniciático y puro, cuando aún era virgen y el torero un donjuán que quería llevársela al huerto. En sus memorias, dice que se enamoró «hasta los tuétanos; éramos una pareja de cine, el torero triunfante y la gitana bonita». Y luego razona por qué, pese a temblar de deseo cada vez que veía a Gallito, permaneció virgen: «Si doy mi honra a este torero por amor a cambio de nada, ¿qué voy a tener para el día de mañana si me hace falta dar eso a cambio de dinero que puede necesitar mi familia?». Perdido eso en Valladolid, entregado a cambio de nada a Niño Ricardo, genial guitarrista, Lola tuvo menos escrúpulos. Sus grandes amores fueron futbolistas: el vallisoletano Gerardo Coque, un genio que jugaba en el Atlético de Madrid, y Gustavo Biosca, defensa central de la selección y del Barcelona" (fragmento escrito por Javier Villán en su libro "Tauromaquias").


Manolo Caracol -mote que heredó de su padre cuando éste, de crío, entraba en la cocina con una olla de caracoles-  estaba emparentado con los Gallo. Lola Flores también era  gran aficionada  a los toros... y a los toreros. Primero con Rafael Ortega, Gallito, que se despidió de la jerezana un inesperado día, tras confesarle que le aguardaba una señora mayor que ella, dueña de un cochazo de impresión con chófer incluido, abrigo de pieles y joyas a tutiplén. Gallito, de diminutivo, tenía poco.


Después llegó Manolo González, matador zalamero -y posteriormente ganadero y apoderado- que "apuntilló" sentimentalmente a Caracol. Dicen sobre él en el Cossío: "Manolo González ha sido un torero sevillano del más puro estilo. Pertenece a la rama de tal toreo que, sin precedentes en el siglo XIX, cuaja en la figura de Rafael El Gallo a principios del XX, se continúa con el arte excepcional de Chicuelo y llega a su mayor esplendor con Pepe Luis Vázquez. La esencia de tal toreo reside en el garbo de los movimientos, en el garbo y la característica gracia incomunicable del andaluz. Si tal estilo tiene su nombre en Pepe Luis, Manolo González, manteniendo la tendencia, le añade el valor, un valor auténtico que en sus primeros años de matador, y en los de novillero, llegaba a ser lo más destacado de su manera de torear. Habrá habido toreros con más gracia de arte, y los habrá habido con tanto valor; pero el valor informando al arte, no sé de torero alguno de nuestro tiempo que lo haya patentizado como Manolo González".

Manolo González

Éste Manolo González Cabello (Sevilla, 1929-1987) fue el creador de la ganadería homónima, tras comprar, en 1974, una vacada de procedencia Núñez y trasladarla a la sierra de Aracena.  

Otro de los diestros de Lola, al menos en la ficción: el mítico Juncal

Casualmente, hubo más toreros que rodearon a Lola: un antiguo banderillero de Antonio Márquez y Domingo Ortega, Palmita, fue su representante durante algunos años, al principio de su carrera. En esa época cantaba con frecuencia "Los niños de la Gabriela", el pasodoble "Angustias Sánchez" dedicado a la madre de Manolete, "¡Ay, mi abanico torero!" y "Olé mi torero", que decía:
"Señor duque de Veragua
no mande usté ese ganao
que me tiemblan las enaguas
de verle tan bien plantao".

 
Lola tenía casta para regenerar toda la cabaña brava.
En 90 años no ha vuelto a nacer otra como ella.