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lunes, 30 de marzo de 2015

Amargura


Un viejo refrán dice que el buen valor asusta a la mala suerte. Y aunque en tardes pasadas Fandiño ha demostrado que tiene las faltriqueras llenas de buen valor, este domingo, el día clave, no fue capaz de espantar su mala estrella. Ninguno de los toros que saltaron al ruedo de Las Ventas (un Partido de Resina, dos Adolfos, un Cebada Gago, un José Escolar y un Palha) era de triunfo: ninguno fue un toro bravo para cortarle las dos orejas. Con una actitud más decidida y tesonera, de matar o morir, Fandiño podría haber arañado una oreja a base de valor seco y sopapos con la espada, pero ni en eso tuvo su tarde. Porque, ¿qué es Fandiño sin su extraordinario valor? Como un Sansón sin pelo de donde extraer su fuerza, el David de Las Ventas se empequeñeció ante sus seis "goliats", algunos de muy feas hechuras, por cierto. Pero éste es el riesgo de quien apuesta. Quien desafía a la fortuna sabe que la moneda puede caer por cualquiera de las dos caras. 


Para el filósofo Gregorio Luri, es mucho más sensato enseñar a los niños a superar las frustraciones inevitables que venderles un mundo eternamente feliz y sin desilusiones. Ciertamente, vivimos en una sociedad donde, los medios de comunicación y los estrategas de marketing, nos hacen creer que las apuestas siempre se ganan y que el triunfo siempre llega. En la vida real, a menudo, las gestas del héroe no tienen un final feliz; sin embargo, seguimos necesitando que David se enfrente a Goliat, que se juegue la vida a carta cabal, que mire a los ojos a sus propios demonios, y después, que salga el sol por Antequera. 

Fotografías de Juan Pelegrín

Unos días antes de su gesta, Fandiño declaró que, en su espada y su muleta, se encontraban su destino y su libertad. A la postre, el cuarto Goliat, un peligroso toro de José Escolar, pegó un puntazo en la mano derecha del torero, una herida por donde se escaparon la fe y la esperanza. No obstante, en eso consiste también la nobleza del héroe: en volver engrandecido al campo arrasado de la batalla y plantar cara de nuevo al azar, sin amargura, porque la moneda, a veces, también cae de cara para los toreros de Orduña.

lunes, 12 de mayo de 2014

Ganaderías cariñosas, mantecosas y melosas


Vamos a ver, señores. Un poquito de cordura o el asunto se nos va de las manos. Por aquí se escucha que la corrida de José Escolar ha decepcionado a la afición de Madrid. Que los toros estaban aguados, que mansearon en el caballo, que anduvieron faltos de casta, que aburrieron al más bendito. ¿Y qué esperaban ustedes de unos animalitos que llevaban por nombre "Cariñoso", "Mantecoso" y "Meloso"? ¿Tigres de Bengala? ¡De decepción, ni mijita! Don José Escolar, anunciándolo por derecho desde el momento sagrado del bautismo, está poniendo la ganadería blandita y en pomada: cariñosa, mantecosa y melosa.
 
 
Supongo que este exceso de mantecosidad será para ir en concordancia con el planteamiento festivo del famoso "Tendido Once", situado en los bajos del 9 y el 10. Un espacio de "copas, tapeo, exposiciones y música" (sic). Las hojillas volanderas que reparten por la plaza cuentan que el chef Paco Roncero ha desembarcado en "una renovada Sala Alcalá" en la que se puede reservar mesa al "medio día" (así, separado, que queda más moderno)  para "disfrutar de una propuesta gastronómica que combina presente y futuro del mundo taurino". La redacción tiende más a macarrónica que a mantecosa. En fin.
 
 
Pero aún hay más. Porque este año, en Las Ventas, el sufrido aficionado puede encargar su bebida desde el móvil a través de una sofisticada APP. "Ahora puedes pedir tu consumición en cualquier momento desde tu teléfono", anuncian en los programas de mano. Se acabaron las voces de aquel simpático vendedor que pregonaba por el tendido: "¡¡Hay whisky, Coca-Cola, cerveza...!!". Y, si nadie reclamaba sus servicios, protestaba: "Estáis de secano hoy, ¡hay que beber más! Whisky, Coca-Cola, cerveza... Hay whisky".
 
 
En medio de tanta modernidad, ¿a quién se le ocurre exigir un toro que ande trasteando la bragueta o que tome la muleta hasta el final? Cariñoso, Mantecoso y Meloso, he aquí vuestro reino.
 
 

lunes, 13 de mayo de 2013

Crónica del 12 de mayo: Escolares con más fachada que cimientos


Tras el petardo de José Luis Pereda y los Bayones, la corrida de José Escolar mantuvo el interés, sin embargo, le faltó mucho para convencer al aficionado riguroso. Salvo el escurrido quinto, el conjunto salvó la papeleta por la fachada, en vez de por los cimientos de la casta. En definitiva, más geniuda que brava. El mejor toro, sobre todo por su movilidad, fue el cuarto, de nombre Bustillo II, aplaudido en el arrastre y que tomó tres varas propinadas por Juan José Esquivel. Rafaelillo plantó cara en las primeras arrancadas del violento animal, justo antes de arrugarse y recortarle el recorrido. No pudo con él. El primero fue un Escolar deslucido y agarrado al piso.


Entre los matadores, sobresalió la actitud de Alberto Aguilar, que jamás volvió la cara y estuvo muy por encima de su descastado lote. En todo momento llevó el mando de la lidia, con cordura y cabeza fría. Lástima que haya quemado sus dos cartuchos en Las Ventas. Merece más.


El momento más torero llegó de la mano de Fernando Robleño, doblándose en el comienzo de faena a su primero. Firmó detalles para un cartel de toros, a pesar de que al conjunto le faltó consistencia y remate, principalmente por el pitón derecho. El madrileño, que llevaba un crespón negro prendido de la chaquetilla, quiso abandonarse con el toro menos adecuado y le acabó pasando factura. El mejor de la tarde con el estoque. Ante el quinto no hubo nada que hacer.


Entre las cuadrillas, además del tercio de varas de Esquivel, se desmonteraron José Mora y Pascual Mellinas, en las filas de Rafaelillo. Tarde primaveral con la plaza casi llena. Desde el tendido, un maestro en el arte de lidiar Escolares aplaudió el arrojo de la terna.

Fotos: Juan Pelegrín