Mostrando entradas con la etiqueta Carlos Gardel. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Carlos Gardel. Mostrar todas las entradas

miércoles, 9 de julio de 2014

Coplillas para las feas


La suerte de la fea, la bonita la desea. A la fea y a la hermosa, la copla en sus cabellos siempre engarzó una rosa. A las niñas morenas y a las rubias encendidas. Sin distinciones. Por eso, en 1950, Juanita Reina grabó La coplilla de la fea, compuesta por Antonio Quintero y Rafael de León. Una rareza del repertorio que, inexplicablemente, no se ha vuelto a versionar.
 
¿Por qué se fija ese hombre y arrepara
en esa niña que pasa por su lao,
por qué se ríe mirándola a la cara,
por qué el coló de la niña ha quebrao?
¿Por qué le dice la gente:
-Caballeros, atensión,
por qué a la triste inocente
se le parte el corazón?
Tú te diviertes,
malas ideas,
y con fatigas de muerte
va disiendo así la fea:
 
No sabes, niño bonito
que me miras y te ríes,
que soy como un huertesito
de claveles y alhelíes.
Que tengo las condisiones
de la casa del rey moro,
por fuera con desconchones
y por dentro es un tesoro.
Cuando lleno de angustias mortales
sin amigos yo te vea,
y la vida a los dos nos iguale,
ya verás tú lo que vale
el cariño de una fea.
 
 
Existe otra copla, algo más conocida y versionada, titulada Ana María, la fea. Fue compuesta en la década de los 30 por Perelló y Mostazo.
 
Era Ana María
Por buena y por fea
La risa del barrio
La burla de tós.

A nadie atraían
Sus trajes de sea
Y nadie en la vida
De amores le habló.

Cuentan que una noche
Un guapo mocito
Al verla tan rara se quiso burlar.
Y en plan de guasita
Con unos amigos
Al pie de de su reja
Lanzó este cantar:

Ana María.
Ana María la fea.
¡Qué desgraciaíta eres!
¡Que aunque te vistas de sea
Naide en el mundo te quiere!
¡Sal a tu reja y no llores!
¡No pierdas tú la alegría
¡Que yo te doy mis amores!
¡Ana, ay, mi Ana!
¡Mi Ana María!

Loca por la copla
Que alegre escuchaba
Su reja florida
Le abrió al rondador
Y al ver que de ella
Así se burlaba
de rabia y coraje
La fea lloró.
 

Con estas canciones populares, llegamos a la conclusión que, aunque oculta tras la celosía, más vale fea y con gracia, como la niña picadita de viruela, que bonita y sosona. Todas las coplillas de las feas tienen, pues, un final feliz, sin embargo, en el tango los desenlaces son mucho más descarnados, con la protagonista, como una flor de angustia, transida de dolor. 
 

Picadita, picadita,
picadita de viruela
con la cara morenita
del color de la pajuela.
Nadie le dice bonita,
nadie de amor la camela,
como un lirio se marchita
sentadita en su cancela.
Y el aquel de su penita
por Sevilla corre y vuela:
no se casa esta mocita
porque tiene la carita
picadita de viruela.

 
Procurando que el mundo no la vea
ahí va la pobre fea
camino del taller;
y a su paso, cual todas la mañanas,
las burlas inhumanas
la hieren por doquier.
Cuando alguno le dice una torpeza
inclina la cabeza
transida de dolor,
y piensa con amargo desencanto:
Por qué se reirán tanto
de mi fealdad, ¡Señor!...

Una noche su viejita
en el cuarto llorando la encontró
y la fea, ¡pobrecita!,
la tragedia de su alma le confió;
aquel hombre que debía
conducirla muy pronto ante el altar,
con su amiga Rosalía,
la que ella más quería,
se acaba de escapar...
 

domingo, 25 de mayo de 2014

El advenimiento de la catástrofe

Yo me juego entero.
¡Qué le voy a hacer..!
 
 
Nacer en el seno de un patriarcado atlético marca de por vida, pues te prepara para aguardar el advenimiento de la catástrofe en el momento más inesperado. En esta vida, el único medio para ser optimista es temerse lo peor, por eso, casi desde el nacimiento, siempre hay unos brazos prestos a apresarte con el fin de encerrarte entre los barrotes de la cuna justo en lo mejor del jolgorio: la aburridísima siesta. Aquellos paseos desesperados de mi padre a la hora del partido desde el salón hasta la cocina, donde mi madre y yo cenábamos, y los gritos mentando a los fallecidos del equipo contrario a los diez minutos del final, iban calando imperceptiblemente en mi personalidad futura. Años después, cuando a todos los compañeros del colegio se les hacía la boca agua con las películas de las Spice Girls, yo prefería ver El tercer hombre, una historia donde todo acaba mal. Y, al aficionarme a los toros, como no podía ser de otra manera, me hice partidaria de César Rincón en el ocaso de su carrera. Y después de Fernando Robleño.
 
 
Nacer en el seno de un patriarcado atlético te enseña a encontrar la victoria que subsiste en la derrota; a ser consciente de que, tras los mayores triunfos, siempre puede sobrevenir un añito en el infierno; a caminar con la cabeza alta incluso en la cuesta abajo, y a admirar el atractivo que emana de los perdedores henchidos de honra. No se trata de una actitud claudicante, ni mucho menos, sino de mirar cara a cara, con estoicismo, a esa catástrofe que siempre nos jode en el último minuto. A perder por una cabeza. Esos son los fundamentos de la educación atlética.
 
 
Cuántos desengaños,
por una cabeza.
Yo juré mil veces,
no vuelvo a insistir.
 
Por ello, esta mañana, la siguiente a la final de la Champions, cuando a salí a caminar por el parque, me reconfortó comprobar que todo seguía en su sitio. Los niños del Atleti iban de la mano de sus padres cuestionándose la realidad de la existencia, curtiéndose para el próximo golpe, mientras que un crío del Real Madrid, con gafas y los pelos de punta, correteaba, confiado, varios metros por delante de su madre, vestido con la camiseta de Cristiano Ronaldo. Le observé largo rato. Inconscientemente, con sus felices saltos, llevaba el compás de Volare.
 
 

martes, 29 de octubre de 2013

Calenturas otoñales, casi todas son mortales

"Era inevitable: el olor de las almendras amargas
le recordaba siempre el destino de los amores contrariados"

(Gabriel García Márquez)
 

 Oye: bajo las ruinas de mis pasiones,
En el fondo de esta alma que ya no alegras,
Entre polvo de sueños y de ilusiones
Yacen entumecidas mis flores negras.
[…] Guarda, pues, este triste, débil manojo
Que te ofrezco de aquellas flores sombrías;
Guárdalo; nada temas: es un despojo
Del jardín de mis hondas melancolías.

El amor es quizás el sentimiento más bello y noble que el hombre puede sentir. Suele presentarse de muy diversas maneras, todo depende de la edad, del sexo, de las condiciones previas a su inicio, y así hasta el infinito.
 
[...] Pasa la pubertad y lo mismo sucede con la juventud que se va como dice la canción: "De prisa como el viento". Se entra en la edad adulta, entonces todo el fuego, todo el ímpetu desbocado, toda la locura desatada desaparece o se modera. El hombre se asienta y su conducta se hace más normal, se es más calmado, más reflexivo, se piensa y se razona mejor, se vuelve más sensato. Es entonces cuando se busca el complemento, cuando se inicia de manera definitiva el encontrar la media naranja, cuando se sienta cabeza, cuando se piensa fundar un hogar. Atrás han quedado los devaneos juveniles, los recuerdos son guardados en el arcón, y hasta olvidados. Y qué bueno que todo sea así pues: "Quien no la corre de joven, la corre de viejo".
 
Continúa el tiempo su marcha inexorable, la mayor parte de los individuos se tranquilizan, jamás se vuelven a alborotar, se transforman en pastueños, en hogareños, terminan sus días como la Mousmé de la canción: "apacible y dulcemente".
 
Pero en cambio otros dan la siguiente lidia:
 
Algunos que se pensaban que ya estaban más allá del bien y del mal se vuelven, como decía un amigo mío, a bullir, agarran su segundo aire y tratando de emular a José Alfredo Jiménez intentan "sacar juventud de su pasado"; craso error, pues lo único que va a aprender la que "viva con ellos" es a curar reumas y a no dormir, pero por la tosedera del viejo, ya que de "eso de moler, ni un grano". Además el vejete se expone a que su frente se vea coronada, y no precisamente de laureles, o bien a lo que dicen los dichos populares que son, como decía mi abuelita: "evangelios chiquitos". Ya que algunos dicen esto:
 
Casamiento a edad madura,
cornamenta o sepultura.
 
O también éste otro:
 
Calenturas otoñales,
casi todas son mortales.
 
[...] A todo lo dicho antes es a lo que se conoce como Amor Otoñal; se presenta en individuos que hace ya tiempo dejaron atrás sus mejores años, su primavera. A veces este tardío despertar alcanza estratos muy elevados, e inclusive se llegan a incubar pasiones tormentosas e intensas que pueden terminar en tragedia.
 
(HUMBERTO RUBALCAVA VALDIVIA)
 

[...] Muchos años han pasado
y sus guapezas y sus berretines
los fue dejando por los cafetines
como un castigo de Dios.

Solo y triste, casi enfermo,
con sus derrotas mordiéndole el alma,
volvió el malevo buscando su fama
que otro ya conquistó.

Ya no sos el mismo,
Ventarrón, de aquellos tiempos.
Sos cartón para el amigo
y para el maula un pobre cristo.

Y al sentir un tango
compadrón y retobado,
recordás aquel pasado,
las glorias guapas de Ventarrón.

lunes, 30 de septiembre de 2013

Todo a media luz

 
¡¡Apaguen la luz!! No dejen encendida ni la lámpara de la mesilla de noche. El 1 de octubre vuelven a subirnos la electricidad un 3,1%. Por fortuna, en esta absurda moda por todo lo vintage (ahora lo llaman así, en vez de viejo o antiguo), se llevan de nuevo las velas. La candelería se considera muy "in" y, según los expertos, dan un toque tremendamente "chic" a cualquier rincón.
 

Georges de La Tour

Francis Coates Jones

Jean-Baptiste Santerre

Peter Ilsted

Theodor Grust

Adolph Von Menzel

Los días del futuro están delante de nosotros
como una hilera de velas encendidas
-velas doradas, cálidas, y vivas.
Quedan atrás los días ya pasados,
una triste línea de veles apagadas;
las más cercanas aún despiden humo,
velas frías, derretidas, y dobladas.
No quiero verlas; sus formas me apenan,
y me apena recordar su luz primera.
Miro adelante mis velas encendidas.
No quiero volverme, para no verlas y temblar,
cuán rápido la línea oscura crece,
cuán rápido aumentan las velas apagadas.
(Constantino Cavafis)

martes, 24 de septiembre de 2013

El templo del pecado

 
Hace casi un siglo, a finales de 1913, Carlos Gardel y el uruguayo José Razzano se presentaron, extraoficialmente, en el Armenonville, "El Armenón", para los amigos y clientes habituales durante las noches bonaerenses. Nacía así una leyenda del tango y de los cabarets de lujo. A los porteños les gustaba describir este local situado en la avenida Alvear y Tagle como "el templo del pecado".  


Razzano y Gardel
 
"El 28 de diciembre de 1913 Francisco Taurel, hombre de grandes recursos, amigo de  políticos importantes, los invita a cantar [a Razzano y Gardel] en una reunión privada en casa de Madame Jeannette.  En la madrugada del 29 de diciembre la farra seguiría en un prestigioso reducto de la noche porteña, El Armenonville.  Este importante salón tomaba su nombre de un local similar del Bois de Boulogne de París.  Era un edificio de dos plantas rodeado de jardines.  En la planta baja estaba el salón principal de baile, con mesas y un pequeño escenario.  Arriba había alcobas y cuartos privados, donde Francisco Taurel y sus invitados continuaron la farra.  Lógicamente Gardel y Razzano eran quienes amenizaban la reunión con sus interpretaciones.  El entusiasta canto de los jóvenes atrajo a una pequeña multitud que los aplaudía. Entre ellos se encontraba un pionero de la aviación argentina, Jorge Newbery".
 
El bandoneonista Juan Maglio 'Pacho' se contaba entre los más íntimos amigos de los propietarios del local y por eso tituló "Armenonville" a uno de sus tangos.


Apenas los dueños -Carlos Bonifacio Lanzavecchia y Manuel Loreiro- habían hecho una oferta de 70 pesos por noche al dúo Gardel-Razzano, los artistas mantuvieron la siguiente conversación:
 
- Carlos, me ofrecieron 70 pesos.
- Por mes no es mucho. Pregúntale, a lo mejor es por quincena.
- La oferta es por día, Carlos; con comida y propinas incluidas.
- ¡Por esa guita también lavamos los platos!
 
La terraza del Armenón y clientes bailando tango
 
Con esta anécdota protagonizada por El Oriental y El Morocho del Abasto, comenzó una carrera musical que duró doce años, hasta que un problema en las cuerdas vocales impidió la continuación de Razzano, voz de tenor perfectamente afinada, mientras que Gardel hacía de barítono. En el Armenonville no sólo se cantaba tango, sino que también se bailaba y se paladeaba una exquisita comida francesa acompañada por excelentes vinos y champán llegado desde Europa. En los carteles publicitarios de la época -los afiches- destacaban la confitería y cocina de primer orden, la entrada para autos y carruaje y la hermosa terraza con jardín, cuajado de farolillos, flores y con olor a orquídeas frescas. El edificio constaba, además, de un gran chalet de estilo inglés, con un salón de baile en la planta baja, tapizado de espejos y coronado por una imponente lámpara de araña. También en 1913, en la orquesta del Armenón debutó Roberto Firpo, que hizo del piano el instrumento conductor. Allí estrenó su tango más famoso, "Alma de bohemio". 
 
En lunfardo, garufa significa "hombre que gusta de la diversión y la fiesta"
 
Como buen templo del pecado, en este cabaret de inspiración parisina no podían faltar los reservados, trastiendas del placer, que creaban una especie de "garçonnière" de lujo (une garçonnière est un petit appartement, généralement un studio, occupé par un homme marié, qui l'utilise pour retrouver ses maîtresses à l'insu de son épouse). Allí, los ciudadanos de clase alta y "decente" podían disfrutar del tango, género obsceno y prohibido, procedente de los arrabales, sin recurrir a la clandestinidad.
 
"Porque hay algo que te vende, yo no sé si es la mirada,
la manera de sentarte, de mirar, de estar parada
o ese cuerpo acostumbrado a las pilchas de percal.
Ese cuerpo que hoy te marca los compases tentadores
del canyengue de algún tango en los brazos de algún gil,
mientras triunfa tu silueta y tu traje de colores,
entre el humo de los puros y el champán de Armenonville"
 
El tango "Margot" fue compuesto en 1921 por Celedonio Flores (letra), José Ricardo y Carlos Gardel (música). Por esas fechas, las luces del Armenonville empezaban a apagarse. El templo del pecado bonaerense, en su apogeo, apenas duró una década... ¡pero qué década, che!

jueves, 30 de mayo de 2013

Bien "mamao" en el Congreso

"Vivimos revolcaos
en un merengue
y en un mismo lodo
todos manoseaos..."
(Enrique Santos Discépolo)


Ni apadrina a un niño, ni a un árbol, ni a un chucho callejero. La mejor campaña de todas es "Apadrina a un congresista torpe", puesta en marcha por un empresario de Teruel, que también existe. Desde su página web, se recauda dinero para financiar una correa elástica que impida que sus señorías pierdan el iPad. También puede votarse quién es el congresista más torpe.


"Los ciudadanos, a través de esta iniciativa, pretendemos dar una solución a la pérdida de dispositivos de alta gama. Mediante un dispositivo de seguridad, de sólo 6 euros, queremos evitar que en el futuro los diputados y senadores vuelvan a perder sus dispositivos móviles".

¿Y cómo no van a perder los iPads, las criaturas, si salen del Congreso con una melopea que no se tienen en pie? ¡Si un Gin Tonic Larios subvencionado sale a 3,45€ y un vodka ruso a 5,5€! ¡Vaya pelotazos! Con razón, escribe un usuario de Twitter (@SrDador) que, a 3,45€ el Gin Tonic en la cafetería, cómo cojones queremos que ocupen sus escaños en el Congreso. "A mí me ponen los gintonics a 3,45€ y me encadeno a la barra y no me sacan de la cafetería ni los del 15-M. Como si la prima de riesgo se va a 8.000 puntos que va al escaño a votar su puta madre. Estamos fomentando el alcoholismo en el Congreso por encima de nuestras posibilidades". Este verano debieran convertir la Cámara Baja en el nuevo local de moda de Madrid.

 
Que, por cierto, lo del gintonic (así, todo junto) queda muy trendy pero, de toda la vida de Dios, se le ha llamado ginebra con tónica. Ahora, en muchos bares te pides uno y, entre el pepino, los granos de pimienta, el kiwi, las bayas silvestres, los pétalos de amapola y las cáscaras de naranja, no sabes si te estás bebiendo una copa o una ensalada.


Tras leer informaciones así, de gintonics subvencionados, porque Hacienda somos todos, entran ganas de adaptar el final del tango de Enrique Santos Discépolo:

Esta noticia me ha hecho tanto mal,
que si lo pienso más
termino envenenao.
Esta noche me emborracho bien,
me mamo, ¡bien mamao!,
pa' no pensar.


O éste otro... el cada vez más "actual" Cambalache:
Vivimos revolcaos
en un gintonic
y en un mismo lodo
todos manoseaos...

¡Hoy resulta que es lo mismo
ser derecho que traidor!...
¡Ignorante, sabio o chorro,
generoso o estafador!

 

domingo, 16 de diciembre de 2012

Moriremos a los 150 años, sanos como peras, tiesos y sin pensión


A unos "expertos" de Nueva Zelanda, que tienen las neuronas de un koala, se les ha ocurrido animar a los gobiernos a que creen un impuesto (¡otro más!) que grave los refrescos azucarados y los alimentos ricos en grasas saturadas. "En base a los estudios de modelización, los impuestos sobre las bebidas carbonatadas y las grasas saturadas y las subvenciones a las frutas y verduras se asocian con cambios beneficiosos en la dieta, que tienen el potencial de mejorar la salud", han subrayado los koalas.

Fotografías de Martin Parr

¿Por qué el Estado tiene que velar sobre nuestra salud? Si una tarde me doy un atracón de donuts, ya sé que, además de ponerme como una foca, subirá mi colesterol junto al resto de índices malignos. Bueno, ¿y qué? En mis niveles de azúcar mando yo. La cruzada contra los fumadores también me enerva. Los ministros del Santo Oficio persiguen, multan, gravan, señalan y expulsan de los lugares públicos a cualquier ser que lleve un cigarrillo en los labios en pro del bien común, la paz social y la alegría infantil. Sepan ustedes, señores gobernantes, que, desde que prohibieron fumar hasta en la pantalla del cine, le han hecho un daño irremediable a los villanos, mujeres fatales y  rebeldes sin causa.


Ya en 1624, el Papa Urbano VIII prohibió el consumo de tabacó y decretó la excomunión para cualquier cristiano que fumase dentro de un recinto sagrado. El tabaco -sobre todo el esnifado- provocaba estornudos, una reacción corporal, bajo su punto de vista, muy similar a la eyaculación, por tanto, impura para el alma. En 1633, el sultán Murad IV pasaba a cuchillo a una media de veinte personas diarias por inclumpir la ley de no fumar en el Imperio Otomano. Poco después, el zar Miguel se lió a rebanar narices a todo ruso que tuviera el valor de humear en su presencia.



Dentro de poco, nos meterán en la cárcel por zamparnos un bocadillo de jamón en mitad de la calle. Sí, queridos koalas: los embutidos, la yema de huevo y algunos quesos también son alimentos ricos en ácidos grasos saturados. Así que, mientras vienen a por nosotros, esperemos fumando un buen cigarrillo a lo Gardel.



Moriremos a los 150 años, sanos como peras, tiesos y sin pensión.

sábado, 8 de diciembre de 2012

Endegenerando: el personaje del año

Los indignados fueron los representantes de 2011, ¡qué nivel, Maribel!

Como es tradición por estas fechas, los editores de la revista TIME hacen balance para elegir al personaje del año. El próximo viernes, 14 de diciembre, anunciarán quién ha sido el individuo más influyente de un 2012 nefasto, es decir, quién ha personificado mejor la actual ponzoña social, cultural e intelectual. ¡Menudo honor! En el último lustro -ojo porque la lista tiene miga-, han sido seleccionados: Vladimir Putin (2007), Barack Obama (2008), Ben Bernanke (2009), Mark Zuckerberg (2010) y El Manifestante (2011). ¿Y qué criaturas están en las quinielas de 2012? Adele, Mustafa Abdel-Jalil, Sheldon Adelson, Ai Weiwei, José Andrés, Anonymous, Bashar Assad, Alec Baldwin, Beyoncé, Warren Buffett, Jon Stewart, los inmigrantes sin papeles, Hillary Clinton, Mohamed Morsi, Mario Draghi  y un largo etcétera que no conozco. Por el momento, en las votaciones populares sobresale el líder norcoreano Kim Jong. De aquellos polvos vienen estos lodos. No somos naide.

Juan Belmonte fue portada de Time en enero de 1925.
Vamos endegenerando.

"Ahora, cuesta abajo en mi rodada,
las ilusiones pasadas
ya no las puedo arrancar.
Sueño con el pasado que añoro,
el tiempo viejo que lloro
y que nunca volverá..."