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martes, 15 de marzo de 2016

Un buen torero, a pesar de llamarse Jonathan


Lo difícil que resulta llegar a ser un buen torero. No hablo de figuras ni leches, sino de hombres que saben su oficio, que resuelven con cualquier encaste y ganadería, que conocen los terrenos y las distancias, que bajan la mano cuando hay que bajarla, que templan cuando hay oportunidad, que miden las faenas y que se cruzan al pitón contrario. Algunos también son mañosos con el estoque. Entonces, capitán general.

Reconozco que, a menudo, prefiero ver a un buen torero antes que a una figura. Los primeros no son de "arte y pellizco", pero sí profesionales de las zapatillas a la castañeta. Ellos se adaptan al toro, al que salga por toriles, sea el que sea. Para hacer faena, no tienen que alinearse los planetas. Ellos están allí para resolver, toreando bien, con recursos y oficio. Rara vez dan una mala tarde.


Jonathan Sánchez, es decir, Juan del Álamo, es un buen torero. Lo mismo mata una "zalduendada" en Valencia que toda la camada de Pedraza de Yeltes. En las últimas siete veces que ha toreado en Las Ventas, ha cortado seis orejas. Y si la espada hubiera entrado a la primera, una Puerta Grande habría caído con todas las de la ley. Ante el toro, tiene la facilidad de los elegidos, como si ningún otro oficio se adaptara a su forma de ser. Sólo torero. Un buen torero; seco, sin florituras. Algunos llaman a esto "ser académico". Pues vale.

Del Álamo ha venido a Fallas dispuesto a cortar orejas por lo civil o por lo criminal. Y su lote de Zalduendo, de una sosería atroz, no le ha ayudado nada. Así que ha tirado de recursos para atacar -y poner un poco de sal- sin atacarse él, que no es fácil. Luego, ha medido el tiempo de ambas faenas y ha matado con solvencia. Si un académico hace esto, firmo por poblar el escalafón de académicos.

Parece mentira que hubiera gente que quisiera racanearle dos tardes este año en Madrid. Tras la salida a hombros de Valencia, espero con aún más ganas las corridas de Joselito (2 de mayo) y Pedraza de Yeltes (San Isidro) para volver a ver a este buen torero. Porque no abundan.

lunes, 20 de julio de 2015

La Mariló de los ruedos


La plaza de Roquetas de Mar quedó conmocionada a causa de un robo a mano armada acaecido el pasado sábado. Un insensible presidente deció negarle el rabo del quinto toro a Miguel Ángel Perera, quien declaró en el callejón: "Aquí hace falta triunfalismo y sobra el purista, porque para purista y para recortes ya están los de Podemos". A pesar de que un rabo en la Monumental de Roquetas cambia el rumbo de la temporada, algunos aficionados -a todas luces "puristas"- criticaron las palabras del torero de la Puebla del Prior, argumentando que "lo que sobran son figuras que torean toros de tercera en plazas de segunda". Ciertamente, Perera es un especialista en tener enganchadas con los aficionados pues, casi siempre que abre la boca, sube el pan. Podría considerarse la Mariló Montero de los ruedos. De hecho, Televisión Española debería barajar la posibilidad de ficharlo como presentador de Las Mañanas.

Desgraciadamente, y aunque comprendo que sea una jodienda, Perera debería pensar que los "puristas" también pagan por entrar en una plaza de toros, por tanto, son clientes... Esto es: no conviene tocarles mucho los costaos. Por otro lado, mendigar un rabo en Roquetas no deja de resultar un tanto estrambótico, incluso en los mundos de Mariló Montero.

Me da la impresión que las figuras, con la excepción de Talavante y Castella, andan algo atorados esta temporada. La buena noticia es que otros toreros, con frescura y reaños, poco a poco, van triunfando en las ferias. Es el caso de López Simón, Morenito de Aranda, Manuel Escribano, Paco Ureña, Rafaelillo, Joselito Adame, Juan del Álamo, Fernando Robleño, Alberto Aguilar, Eugenio de Mora... Gracias a su esfuerzo, se están ganando un hueco en las plazas, ahorrando dislates y hablando exclusivamente con la muleta y el estoque. ¿Sin rabo en Roquetas no hay paraíso? Próximo tema a debatir en el programa de Mariló. 

miércoles, 13 de mayo de 2015

En mitad de camino hacia el Yeltes


Dicen que no hay bueno que no pueda ser mejor ni malo que no pueda ser peor. Y ahí, en medio camino entre un Barravás y un toro bravo que persiguiera los engaños con claridad, quedó la corrida de Pedraza de Yeltes: sin ser lo que el aficionado esperaba, mantuvo el interés. Al lote, en conjunto, le faltó clase en la muleta, sin embargo, peleó bastante bien en el caballo, empujando en el peto con avidez, derribando incluso al picador Tito Sandoval. En éstas, también se cruzó un pellizco de mala suerte: un jaco caído en el ruedo durante una eternidad (4º), un pitón enredado en los atalajes del peto (5º)... Avatares de la lidia. El mejor ejemplar para el torero fue el tercero, "Joya", aplaudido en el arrastre.


Entre los diestros, despuntó una vez más Juan del Álamo, quien toreó primorosamente de capa a esta "Joya" colorada. El comienzo de la faena de muleta entre las rayas resultó igualmente magnífico, de enorme torería, no obstante, toro y torero se fueron diluyendo y el público, bronco para variar, se encaró con el espada salmantino, que mató de una estocada delantera y caída. Saludos desde el tercio. El segundo de su lote llegó desfondado a la pañosa y Del Álamo nada pudo hacer para recuperar la simpatía de la plaza.


Paco Urena también quiso hacerse perdonar tras desaprovechar a aquel Fuente Ymbro de bandera, de nombre "Agitador". En el intento, puso más voluntad que acierto, resultando volteado en tres ocasiones y siendo atendido en la enfermería de dos puntazos. Monumental paliza. Finalmente, Javier Castaño se las vio y se las deseó con los dos torazos de su lote, de más de 600 kilos cada uno. Una pepeleta muy dura que se le atragantó. De su cuadrilla, henchida de valor y amor propio, se desmonteraron Ángel Otero y Fernando Sánchez tras parear al quinto.


A medio camino entre el río Yeltes y la plaza de Las Ventas, quedó la monumental corrida de Pedraza. Seguiremos esperando a que esta joven ganadería pegue el zambombazo en Madrid como ya ha hecho en Dax, Azpeitia o Salamanca. La novelista británica George Eliot escribió que el mejor fuego no es el que se enciende rápidamente.

sábado, 9 de mayo de 2015

El valor de Juan del Álamo descorcha San Isidro


Se descorchó este San Isidro en una tarde ventosa pero templada, con el Rey Felipe VI en una barrera del 1, una mansada de Lozano Hermanos/El Cortijillo y una oreja al valor de Juan del Álamo. Poco que destacar, salvo la disposición del salmantino, que citó a su primero -un manso que, como el resto de la corrida, no se dejó picar y galopó pegando tarascadas- desde el centro del anillo, a lo César Rincón, en una faena, quizás algo brusca, aunque vibrante, rematada de una buena estocada. Los embroques fueron de pasar miedo, mucho, pero Juan Del Álamo derrochó seguridad y raza. Oreja merecida a pesar de que, desde el 7, algunos gritaron que la vuelta al ruedo habría sido un premio más ponderado. Lo de siempre: los San Isidros pasan, pero la plaza, como las personas, no cambian. Y eso, en el fondo, acrecenta su encanto. 


En el sexto, Del Álamo recibió un derrote en el pecho espeluznante. El toro se tiró al bulto con violencia: si el pitón llega a calar, lo mata. A todos se nos cortó la respiración. Por fortuna, al terminar la corrida, en la enfermería confirmaron que "sólo" llevaba una fuerte contusión en la región costal y el torero de Salamanca ya está pensando en su segunda tarde -la de Pedraza de Yeltes- para poner a la plaza de acuerdo. Que así sea.


De Pepe Moral sólo despuntaron unos naturales a su primero, mientras que Joselito Adame no tuvo opciones en una corrida de presentación muy desigual y desbravada. Estupendo Domingo Siro en banderillas.

martes, 16 de septiembre de 2014

El invitado pobre a la mesa de las figuras traía hambre


Este lunes, en Salamanca, Ponce, Juli, Perera y Del Álamo formaban el cartel con ocho toros de Garcigrande. 8 toros 8. Pasadas las nueve de la noche y superadas las tres horas de corrida, durante la faena al octavo Garcigrande, el invitado pobre a la mesa de las figuras -que no era el Plácido de Berlanga sino Juan del Álamo- dio una lección de clase ante las barbas de los jerarcas del escalafón. El torero mirobrigense tiene aquello que ni se compra ni se vende: naturalidad, improvisación y gusto, sin trampas ni resabios. Es una tauromaquia noble, intemporal, liberada de modas. Y, encima, esta vez mató bien.
 
 
Tras 8 toros 8, prácticamente sólo recuerdo el trasteo de Del Álamo y la faena del Juli al segundo Garcigrande, un toro descastado, malo y peligroso. Con esa prenda, me reconcilié con Juli, justo cuando se rumorea que el próximo año apenas hará campaña en España con el fin de exiliarse en las Américas. Sea como fuere, en La Glorieta estuvo hecho un tío y un maestro. Dio una lección de poderío emocionante. Desplegó la muleta y puso en práctica aquella frase de Muñoz Seca de "mantenella y no enmendalla" hasta que el belcebú rodó sobre el albero. El Juli gana ante lo difícil. No cabe duda.
 
 
En cualquier momento, las figuras pueden ponerle la cruz a Garcigrande si echa dos toros más como aquel. Bien es sabido que la gratitud es una cualidad que flaquea en el corazón de un torero.
 

Fotos: Carlos Pereletegui
 
Estos dos momentos, las faenas de Juan del Álamo y El Juli, son los dos únicos recuerdos nítidos que mantengo de la tarde. Ocho toros nublan la vista y el juicio de cualquiera. También se me ha quedado en la retina la imagen del maestro El Viti y Morante de la Puebla -que torea hoy- contemplando, juntos, la tarde desde una barrera. El primero, impecable, vestido con chaqueta y corbata. Un señor. El segundo, con su estilo bohemio e indescriptible, una chaqueta roja y el eterno puro de dos palmos. Fuera, esperaba aparcado, escupiendo una música infernal, el autobús del arte y el miedo...

domingo, 11 de mayo de 2014

El rosal de Las Ventas

"¡Que me maten como a este rosal de mayo!" (Valle-Inclán)

No es casualidad que la feria de San Isidro se celebre en mayo. También es éste el mes en el que florecen las rosas. Conozco un rosal que podaron el pasado invierno y al que le realizaron una escabechina notable. El desmoche fue tan brutal que, durante mis paseos, di por sentado que esta primavera no brotaría una sola rosa. Me equivoqué. Esta mañana pasé junto a él y ya está reventón. El secreto reside en dar tiempo al tiempo. Y en esperar a que llegue mayo con su San Isidro.
 
 
Juan del Álamo también ha necesitado temple y perseverancia. Pero ya emergió, con una fortaleza inquebrantable. Comenzó a despuntar la pasada temporada y se insinuó durante la Feria de Abril con la corrida de Montalvo. Los duros inviernos camperos en su Salamanca natal resultan fecundos. Este sábado, en Las Ventas, ha derrochado verdad ante un sobrero sosote del Vellosino que ha brindado a su madre. Previamente, sembró un sólido toreo a la verónica frente al titular que echaron para atrás, un ejemplar lisiado de Martín Lorca. Con la muleta enjaretó una faena maciza a dos manos, cuatro series por la derecha y una por la izquierda, rematada con un estoconazo arriba yéndose detrás de la espada, como saben hacer los que tienen hambre por ser toreros. Oreja cosechada a ley.
 
 
La suerte cambió en el sexto, toro magníficamente picado por el también salmantino Óscar Bernal. A toma y daca, Del Álamo le tenía cortada otra oreja al que cerraba plaza, un boyancón de Martín Lorca que se vencía mucho por el pitón izquierdo. Una fea voltereta por ese lado no amedrentó al mirobrigense. Todo lo contrario: tiró de raza. Sin embargo, la espada truncó la Puerta Grande. Que vaya afilando el estoque para la tarde en la que salga un toro de verdad... Se despidió de Las Ventas con una unánime ovación del color de un rosal reverdecido. Juan del Álamo. Rosal de mayo.
 
Fotos de Tierras Taurinas y Juan Pelegrín
 
Los álamos de plata
se inclinan sobre el agua,
ellos todo lo saben, pero nunca hablarán.
 
[...] El silencio profundo de la vida en la tierra,
nos lo enseña la rosa
abierta en el rosal.
 
(Federico García Lorca)

jueves, 1 de mayo de 2014

Bombonería fina en una Feria de Abril que comenzó en mayo


A buen seguro, aquellos seis "dijes", nacidos y criados en Matilla de los Caños del Río, no habían conocido semejante calor. No en vano, el primero remoloneó a la hora de salir de los chiqueros, desconcertado por la luminosidad hiriente de la tarde. Cuando se decidió, encontró una plaza de la Maestranza a medio llenar. Mitad de aire, mitad de gente. La corrida de Montalvo que ha descorchado esta Feria de Abril tardía, más que de una finca charra, parecía sacada de una bombonera fina. Nobilísima. Tierna como un bizcocho de chocolate derretido bajo el sol sevillano.

 
El único que no se disolvió en medio del ardor, el único diestro que demostró cierta consistencia, fue el mirobrigense Juan del Álamo. A su primero, un gran toro llamado Capullo, lo toreó ceñido por la izquierda y largo por la derecha, con mando, dibujando unos remates por bajo de mucho gusto. Una faena fresca, bien estructurada. Lástima que, a la hora de matar, pinchara varias veces, perdiendo una merecida oreja. A pesar de fallar con la espada, su presentación en La Maestranza ha sido notable.
 
Fotos: Arjona

Además de Capullo, otro ejemplar de Montalvo, Jugoso, fue ovacionado en el arrastre como premio a su infinita nobleza. Le cayó en suerte, cual lotería de Navidad bajo la flema, a Antonio Nazaré que, de nuevo, demostró detalles pintureros y poco más. Agua. El animalito se le fue entero, con su pequeño cortijo entre los pitones. Aún más liviano estuvo el mexicano Diego Silveti, a quien se le da muy bien pasearse. Mucho garbo, impertérrito ante el calor, pero a los toros, mejor ni verlos. Si con semejantes bombones estos toreros jóvenes no arman el taco, no ejecutan el toreo fundamental, que abandonen el dulce y se dediquen a otra cosa. A vender aparatos de aire acondicionado, por ejemplo.

 

lunes, 7 de abril de 2014

El primer selfie taurino, Trending Topic

Recibo la siguiente nota de prensa: "El primer selfie taurino, Trending Topic". ¡¡Madre María Santísima!! Continúo leyendo:


Selfie: autorretrato realizado con una cámara de fotos

Madrid, Teatros del Canal. Entrega de premios del Foro de la Juventud Taurina. Eran las 21.18h. de este martes cuando el periodista Marco Rocha, presentador del evento, se quedaba con la concurrencia y para sorpresa de todos sacaba su teléfono móvil y tomaba la que, sin duda, es la imagen de la noche. Si los Oscars tuvieron su selfie, el mundo de los toros también tiene el suyo. Los protagonistas de la autofoto: Miguel Ángel Perera, Antonio Ferrera, Miguel Abellán, Manuel Caballero, Cristina Sánchez, José Pedro Prados “El Fundi” y Juan del Álamo. 

 
Realizo una segunda lectura de la juvenil nota de prensa. Hay mucho que digerir. Luego, reflexiono. Pensar, de vez en cuando, tiene efectos positivos para la salud. No muchos, en realidad. ¿Joselito y Belmonte se hubieran hecho un selfie? Pues anda que uno de Camino, Viti y Puerta habría sido colosal. ¿Se imaginan un selfie de Chenel con el sempiterno cigarrillo en los labios?
 
"Selfie" de Juan Belmonte
 
Otra duda más preocupante: ¿por qué nuestros toreros actuales quieren parecerse a Julia Roberts? ¿Qué tiene Brad Pitt que no tenga Antonio Ferrera? ¿Quién debería imitar a quién? ¿Por qué la Tauromaquia Juvenil desea asemejarse a lo más kitsh y hortera de Hollywood? ¿Piensan, quizás, que así salvarán a la Fiesta de su decadencia?

¿Quién es el héroe? ¿Quién se juega la vida? Realidad vs Ficción
 
Si la Tauromaquia pretende subsistir, tendrá que fortalecer su singularidad, su misterio y esencia épica al margen de la cotidianidad de la vida. El día en que los toreros se parezcan a las estrellas de Hollywood, cuando se conviertan en simples mortales, la Fiesta desaparecerá, y ningún Trending Topic podrá ya resucitarla.

lunes, 8 de julio de 2013

Crisantemo sobre el recuerdo de doña Dolores


Divisa negra para honrar a una ganadera. Y, sobre todo, una señora de los pies a la cabeza. Doña Dolores Aguirre. Sus finos y serios toros -algunos tirando más hacia Atanasio y otros hacia Conde de la Corte- exhibieron casta, movilidad y nobleza. A ratos, también dureza. No aptos, en definitiva, para figuras del arte y la cultura. El mejor ejemplar fue el cuarto, Caracorta, serio aspirante para conquistar el trono al mejor toro de estos Sanfermines. Sería un bonito crisantemo sobre el recuerdo de la ganadera.

 
El poco placeado Manuel Escribano sorteó un lote de cuatro orejas. Sólo paseó una del noble primero, Mascarito, pero al sevillano no se le puede achacar falta de ganas. No en vano, los tres matadores estuvieron dignos y valientes, cada uno en su estilo. Un acelerado Joselillo firmó una faena de infarto ante el emocionante segundo, Burgalés, al que recibió a porta gayola, acelerando el pulso del respetable cuando el toro, literalmente, le arrolló por la espalda.

 
El mejor espada de la terna fue Juan del Álamo que, desafortunadamente, pechó con los Dolores más deslucidos (tercero y sexto) tras jugársela sin alharacas, una estrategia, quizás, poco práctica en Pamplona. El charro es otro que va a optar a premio por la mejor estocada de la feria. Sencillamente escalofriante. El público, en general, más pendiente de sus bocadillos que del ruedo, navegó entre las aguas de la ignorancia y no supo valorar la labor de Del Álamo.

 
Tras ver corridas como la de Dolores Aguirre en Pamplona, uno no puede evitar preguntarse dónde se esconden los matadores que lidian cincuenta corridas por temporada.


Los salvadores de la Fiesta