Mostrando entradas con la etiqueta Javier de Bengoechea. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Javier de Bengoechea. Mostrar todas las entradas

martes, 18 de marzo de 2014

Trance final

Hoy reproducimos dos sonetos del gran Javier de Bengoechea (Bilbao, 1919), posiblemente el mejor poeta vasco que ha escrito en castellano, aunque a lo largo de su vida también ha sido abogado, crítico de arte e incluso cronista taurino, bajo el sobrenombre de "Tabaco y oro". Su tercer libro, Fiesta Nacional, escrito en 1959, fue finalista del prestigioso Premio Boscán. La piel de toro, como él mismo afirmó, está llena de agujeros, pero de esos jirones, de vez en cuando, emergen héroes, hombres buenos y poetas.


Desfilo yo
 
Algunos me reprochan la sonrisa,
impropia de estos tiempos, de este tema.
Son muy pocos, ya sé: no soy problema
de gravedad -oh,no- sino de risa.

Para pisar el ruedo se precisa
estar en gracia, y ése es mi sistema.
Y más, cuando es la gravedad extrema
por ser el propio miedo el que se pisa.

La procesión, si sale, irá por dentro.
Dentro de nada, habré llegado al centro
de la cuestión. Andar es bien sencillo.

Y aunque pregunto, y nadie me responde,
adónde vamos a parar, adónde,
sigo haciendo con gracia el paseíllo.



Trance final
 
Siempre será espantosa una cogida.
Muchos siglos de sangre chorreando,
hermosa plaza, España, van llenando
hasta el borde la taza de la vida.

Mas pese a todo sigue la corrida.
Otro toro, otro toro ¿y hasta cuándo?
Sobra el valor. Se necesita mando
que temple con sosiego la embestida.

Es una cosa de hombres, claro. Las cuadrillas,
los montados, soberbios alguaciles...
La maravilla de las maravillas.

Santíguate, mi España. Ahora diles
que tú ya estás hincada de rodillas
frente a la oscura puerta de toriles. 

martes, 28 de enero de 2014

Amores de verano

"Penúltima sesión", "Álbum" y "Gran amor". Tres poemas de Javier Bengoechea con sabor a cine de verano y bisoños romances durante el mes de agosto.
 
 
PENÚLTIMA SESIÓN
 
El argumento es éste:
un hombre enamorado
cabalga ensimismado
al frente de su hueste.

Mirada azul celeste,
y labios sin pecado,
mil veces te he besado
en una del Oeste.

De mi papel me quejo
y de mi puntería,
galán cansado y viejo

que rueda todavía.
Mi corazón te dejo
con su filmografía.
 

ÁLBUM
 
Alisarse el cabello con las manos.
Sonreir de perfil y no de frente.
Así enamoran infaliblemente
los actores de cine americanos.

En los espejos del ayer lejanos
se mira un presuntuoso adolescente.
Rememoro con él proustianamente
las muchachas en flor de mis veranos.

Pasaron en blanquísimas bandadas.
El sol, su sí, la sombra, su tampoco.
Casta y perversamente deseadas.

A todas en este álbum las evoco.
A las completamente enamoradas
y a las que no me amaron por muy poco.


GRAN AMOR
 
¿Recuerdas, gran amor, a tu vecino
de aquel verano, aquel del todo o nada,
con tu nombre tatuado en la mirada
y la voz de color azul marino?

Verano al sol y a un trágico destino.
Último amor a la desesperada.
¿Recibiste una carta no enviada
que firmaba tu amante clandestino?

Yo pedía tu amor, pedía en vano,
ya no recuerdo si inexperto o ducho,
a los hermosos dioses del verano.

Mis peticiones, siempre las escucho.
Hasta recuerdo que pedí tu mano.
A los diez años, te quería mucho.
 

miércoles, 8 de enero de 2014

Despedida... y último tercio


En memoria de Nicolás Fraile, ganadero de Valdefresno. Descanse en paz, a los pies de una magnífica encina de Tavera de Abajo. Esta temporada, sus toros lucirán divisa negra, y un poco de esa negrura llevaremos también los aficionados por perder a este ganadero. A este gran ganadero. Se van los mejores.
 
DESPEDIDA
 
No he querido tomar la alternativa
como una solución, la más prudente,
sino seguro, y más: hasta valiente,
afirmar, concederme en exclusiva

a la verdad. En todo lo que escriba
citaré por la cara, iré de frente.
Si soy cogido en falta -el arte miente-
curadme de mi error para que viva.

He brindado a la plaza. Yo he querido
quedar como los buenos. Quien no empeña
con fe su corazón, está perdido.

No todo sale tan mal como uno sueña.
Yo he escrito lo que sé, lo que he podido.
Y que Dios me disculpe en su reseña.
 
 
ÚLTIMO TERCIO
 
Tengo el traje de luces preparado
como si fuera ya mi despedida
de color esperanza desvaída
y algún golpe de luz a cada lado.

Dios mío, lo que llevo toreado...
Qué largo de contar cada corrida.
Más de una vez la seda de la vida
me la rasgó algún toro resabiado.

Ya sé que no es lo que era mi figura.
La retirada urgente me amenaza.
Pero es vivir la profesión que adoro.

Y espero conservar la compostura
cuando vaya camino de la plaza
para brindarle a Dios mi último toro.

(Ambos poemas son de Javier de Bengoechea)
 

"
Nicolás se encarga de la educación ganadera de su nieto, Nicolasín. Si los recuerdos de la infancia condicionan la vida adulta, y si hasta entonces el mundo no evoluciona demasiado, el día en que el destino de Valdefresno esté en sus manos, no cabe duda de que Nicolasín Fraile será un gran ganadero que velará por la bravura de sus toros, como su abuelo, tío y padre"
(Fragmento extraído de Tierras Taurinas, opus 11 dedicado al encaste Lisardo).
 
 

Toros de Valdefresno fotografiados por Tierras Taurinas
 


lunes, 6 de enero de 2014

Seis de enero

 

Más que mi mayos -mes de la pureza-
recuerdo unos diciembres muy lejanos,
y aquellas cartas a unos soberanos
que echaba en el buzón de la tristeza.

Pedía para mí una fortaleza
que nunca tuve. Dios, según sus planos,
sabría construirme con sus manos.
Pero me fui rompiendo pieza a pieza.

Yo quería un juguete duradero
con desesperación. Ya nada espero
de la felicidad que perseguía.

Pero mi corazón, pueril a ratos,
pone sus cansadísimos zapatos
por si los Reyes Magos, todavía...
 
(JAVIER DE BENGOECHEA)
 

Belén napolitano que se exhibe en La Estrella (Triana)