A contraquerencia de los tiempos. Este es un lugar pasado de moda, irremediablemente demodé; como una taberna aislada en la era de los pubs y las discotecas: vacía, silenciosa, sombría, con el dueño acodado en la barra, ataviado con su mandil, entre el olor a madera y vino. Este blog es como esa taberna, condenado a desaparecer.
Poco dice el nombre de Miguel Vargas Jiménez. En cambio, ante el apodo de "Bambino", son muchos los que se santiguan. Y con motivos. Nacido en Utrera en 1940, "Bambino" ha sido uno de los cantantes más personales de la creación. De pequeño, formó parte del Coro de Consolación, Consolación la de Utrera, "que por un querer de perdición se echó a rodar por los caminos, que por el dolor de una traición cambió de rumbo su destino".
De niño del coro, "Bambino" pasó a ser peluquero. Pero, como Consolación la de Utrera, Miguel cambió de rumbo su destino y el oficio de barbero duró poco: a comienzos de los 60, Gitanillo de Triana lo contrató para debutar en el madrileño tablao El Duende, regentado por el torero y su suegra, Pastora Imperio. De El Duende pasó a Pasapoga, luego a Los Canasteros, el local de Manolo Caracol, y de allí a numerosos teatros, salas de fiesta y discotecas de la capital. El gitano "Bambino" era carne de escenario, razón por la cual grandes genios del flamenco querían actuar con él: Paco de Lucía, La Paquera, Dolores Vargas, Enrique Montoya... Entre la bulería y la rumba, el utrerano de ojos tristes versionó coplas, boleros, tangos y rancheras. Ningún género se le resistía, aportando siempre un sentimiento desbordado a cada interpretación. Quizás quien mejor definió su estilo fue Ramón Vendrell, al decir que era "el príncipe de la rumba fatal".
Las canciones de amor prohibido, como Corazón loco,La Pared oMi amigo, eran su especialidad, y aún desgarran por su dramatismo, ferocidad y veracidad. "Bambino", intérprete maldito y olvidado, hace temblar al que le escucha. Su voz, quema y duele. Ahí está la pared que separa tu vida y la mía.
Vamos a dejarlo así, que nadie advierta el combate, ni me heriste, ni te herí, vamos a dejarlo así, aunque la herida nos mate.
Entre abril y mayo llegan las primeras calores. Que la primavera altera la sangre es un dicho que se cumple tanto en los hombres como en las mujeres, principalmente entre las que andan por la cuarentena, hermosas y sin un amor (o con un marido, tanto da). De pronto, un buen día, estas señoras cambian de peinado y salen al zaguán a decir adioses a un niño tostado. O, en su defecto, se apuntan al gimnasio con el fin de arrimarse a su entrenador personal.
Observo el modus operandi de estas mujeres en la Sala de Fitness. Todo comienza con un tirón ficticio, con una máquina que no funciona o con una duda sobre el plan de entrenamiento. Son señoras burguesas, de escudo y renta, todavía de buen ver, como la rosa de Peñaflor. Van al gimnasio con unos modelos meticulosamente estudiados -realzando las carnes en los puntos clave-, que relucen aún más gracias a los complementos: pendientes de perlas o pulseras de oro. Las alianzas de casadas quedan accidentalmente olvidadas dentro del joyero.
Mientras el especialista en fitness acude cabalmente en ayuda de estas atléticas damas, venas adentro, corre un amor de mayo y abril. A veces, las vecinas -que también están apuntadas en el mismo gimnasio- hablan más de la cuenta: que si ella tiene cuarenta y que él sólo veintidos. Pero contra el viento de la comidilla y a pesar del tango de la edad, a las señoras con zarcillos de perlas les duelen los centros de tanto querer a su "entrenador de definición muscular".
Nada nuevo bajo el sol: en 1957, Rafael de León ya escribió Amante de abril y mayo para doña Concha Piquer. La misma historia... sólo que el especialista en fitness iba a caballo.
El compositor jerezano Manuel Alejandro fue el autor (o culpable) de la canción Como yo te amo, una bomba de almíbar mucho más letal que la atómica. Originariamente, esta tortura musical fue escrita para Rocío Jurado, que la grabó en su álbum Señora (1979). Las malas lenguas cuentan que, al escucharla, Raphael se entusiasmó de tal manera con la obra de Manuel Alejandro que, apenas unos meses más tarde, se la apropió en su disco Y... sigo mi camino (1980). En un plis plas, la personal versión de Raphael eclipsó a la de Rocío, quien se vio obligada a lanzar otros temas del disco Señora, en vez de usar Como yo te amo, destinado, en un principio, a ser el single promocional del álbum. En el mundillo se rumoreó que este desaire fastidió mucho a la diva, ocasionando una enemistad pasajera entre ambos cantantes.
Felizmente, con el paso del tiempo -y de los discos-, el amor volvió a brotar entre ellos quienes, en el fondo, también se amaban con la fuerza de los mares y el ímpetu del viento. El culmen de este cariño llegó la Nochebuena de 2008, un año y medio después del fallecimiento de Rocío, cuando Raphael le brindó un homenaje, un tanto surrealista y con clavel blanco incluido, en la gala de Televisión Española. Jamás duró una flor dos primaveras en manos de Raphael...
No contento con el descalabro causado, Manuel Alejandro siguió componiendo temas de amor no aptos para diabéticos. En su haber figuran grandes clásicos de la canción sentimental como Se nos rompió el amor (Rocío Jurado), Yo soy aquel (Raphael), Soy rebelde (Jeanette), Háblame del mar, marinero (Marisol), Procuro olvidarte (Hernaldo Zúñiga), Lo dudo (José José), etc.
Los españoles estamos invadiendo Estados Unidos. Somos la comunidad que más ha crecido en los últimos años: de 2000 a 2010, nuestra presencia ha subido un 534%, de 100.000 inmigrantes a más de 600.000. Un joven expatriado sevillano, profesor de flamenco y que intenta abrirse paso al otro lado del Atlántico, declaraba en una entrevista: "En España somos felices con un trozo de pan y aceite, y aquí necesitas tener un buen coche, una casa y un seguro médico. Son dos cristales distintos para mirar las cosas. En Estados Unidos se mueve mucho el dinero y eso mismo es lo que permite que existan oportunidades".
Precisamente, porque un español es más feliz con un buen aceite de oliva a mano, la venta de oro líquido en Estados Unidos ha aumentado exponencialmente. Con los años, el mito de "la tierra de las oportunidades" también ha progresado en nuestro subconsciente. Nino Bravo nos cantaba que, cuando Dios hizo el Edén, pensó en América (aunque sin olivares). Aquel mítico tema fue grabado en su álbum póstumo "...y volumen 5", editado en 1973.
En 1961, Robert Wise machacó al mundo entero con I want lo live en America, número principal del musical West side story, una movida coreografía que se bailaba en una azotea donde un grupo de puertorriqueños, encabezado por Rita Moreno, discutía sobre su vida en Estados Unidos. Leonard Bernstein compuso la música mientras que Stephen Sondheim se encargó de la adaptación de la letra. La peli fue un exitazo y se llevó el Óscar.
Sin embargo, la grandeza de esta canción corrió a cargo de Lola Flores, que la reinterpretó en el programa "A la española" de TVE. ¡Con ella cantando sobre una de las carabelas de Colón sí que entraban ganas de embarcarse para América! El baile cowboy que se marcaba ante el "drugstore" dejó en pañales a West side story y medio Broadway.
En el invierno de 1967, Serge Gainsbourg y su amante, Brigitte Bardot, grabaron una canción de muchos voltajes que consiguió derretir toda la nieve que aquel año cayó sobre Francia: Je t'aime... moi non plus. Aunque el tema olía a exitazo, la idea de escuchar los gemidos de su esposa en la radio, no le hizo gracia al marido cornudo de la Bardot, quien amenazó de muerte a Gainsbourg. En el último minuto, el compositor echó la patita atrás y paralizó el lanzamiento del escandaloso disco. Esta frenada también enfrió el "affaire" Serge-Brigitte y cada cual continuó por su camino.
El compositor necesitaba una nueva musa, más encastada, que estuviera dispuesta a llegar hasta el final con los gemidos de Je t'aime... moi non plus. Et voilà: la vida le puso ante la joven Jane Birkin. En diciembre de 1968, un invierno después del fracaso con la Bardot, la pareja grabó una segunda versión del tema. La definitiva. Birkin, eterna Lolita, interpretó a la perfección los suspiros, quejidos y espasmos que requería la letra. L'Osservatore Romano puso el grito en el cielo y prohibió la radiación de la canción en toda Italia. Poco después, en septiembre de 1969, Franco también la censuró en España.
Sin embargo, en la España de finales de los 60 y primeros de los 70 se estaban grabando canciones con una carga sexual mucho más alta que el Je t'aime... moi non plus de Gainsbourg y Birkin. Sin gemidos, sino a grito limpio, como la arrebatada interpretación de Dime que protagonizaron Lola Flores y El Pescaílla en una de las galas sabatinas de Televisión Española. Una verdadera orgía a ritmo de rumba.
"Yo llevo el peligro de tu amor en mis ojos,
yo llevo el peligro de tu amor en mis venas,
yo llevo el peligro de quererte tanto,
yo tengo el peligro de sufrir esta pena.
Dime si tú no puedes vivir sin mí,
dime si tú no puedes ya ni llorar,
dime si tú no puedes ya ni dormir...
dime, dime, dime..."
Por no mencionar el bailecito erótico de Pepa Flores, luciendo ombligo, sobre un surtidor de gasolina en la película El taxi de los conflictos, rodada por José Luis Saenz de Heredia y Mariano Ozores en 1969. En ella, Lola y El Pescaílla también formaron parte del reparto. Rombos por un tubo. Arrancamos diciembre calentitos.
La BBC ha preguntado a sus oyentes cuáles son las mejores versiones de la historia de la música y, con el resultado, ha elaborado un listado que es una mamarrachada. En el "top ten" de la emisora británica sólo se libran de la quema el "Hurt" que Johnny Cash versionó en 1994 y el "Hallelujah" de Jeff Buckley. Lo demás, pura morralla, empezando por el tema más votado: la versión que los Pet Shop Boys realizaron del clásico "Always on my mind" de Elvis. Los ingleses vuelven a demostrar que perdieron el buen gusto en la noche de los tiempos.
Para remediar este desaguisado, desde "Contraquerencia", publicamos una lista de versiones alternativas, todas ellas memorables, de canciones con letra en inglés que hemos adaptado a nuestra manera. Sugerimos a la BBC que tome buena nota.
1-. El Príncipe Gitano canta "In the Ghetto", tema popularizado por Elvis en 1969:
2-. Raphael canta "The Age of Aquarius", compuesta para el musical Hair en 1967:
3-. Los Manolos cantan "All my loving", escrita por los Beatles en 1963:
4-. Los Sobraos cantan "Wonderwall", éxito de Oasis en 1995:
Lástima que Emilio El Moro no se metiera con el inglés, porque habría acabado con el papel.
En la década de los 70, el cantante Joe Dassin puso de moda una canción que parecía compuesta por la Agencia Estatal de Meteorología. Se titulaba L'été Indien y arrancaba así:
Tu sais, je n'ai jamais été aussi heureux que ce matin-là nous marchions sur une plage un peu comme celle-ci c'était l'automne, un automne où il faisait beau une saison qui n'existe que dans le Nord de l'Amérique Là-bas on l'appelle l'été indien.
El estribillo era de traca y sólo decía: Da da daaaa da da daaaa. En los 70 se produjeron extraños éxitos, un tanto horteras, pero con encanto, como éste de Dassin, que llegó a vender dos millones de copias en todo el mundo. Justo estos días, la prensa francesa anuncia que las playas del sudoeste vuelven a llenarse hasta la bandera a causa de l'été Indien: "La météo annonce encore un temps de rêve sur la côte landaise. Sept plages restent surveillées jusqu'à la fin du mois de septembre: Mimizan, Vielle-Saint-Girons, Moliets, Vieux-Boucau, Seignosse, Hossegor et Capbreton".
Toute la vie Sera pareille a ce matin Aux couleurs de I'ete Indien.
Menos romántico, el cómico Guy Bedos se cachondeó del éxito de Dassin en su versión humorística Le tube de l'hiver (1975), donde rememoraba un invierno donde se peló de frío en París.
Tu sais, j'ai jamais autant dégusté qu'avec toi, cette année-là. Je me souviens de ce matin de décembre. Il faisait froid à en crever. C'était l'hiver. Évidemment puisqu'on était en décembre. Je me suis jamais autant pelé que ce matin-là. C'était l'hiver.
Tengo un lector muy disgustado porque últimamente no escribo sobre pasteles ni bollería. En honor a él, va este breve artículo sobre un dulce brasileño llamado "quindim", hecho con yemas de huevo, azúcar, mantequilla y mucho coco rallado. Se reconoce fácilmente por su intenso color amarillo brillante.
Y del dulce a la música. Os Quindins de Yaya es una popular canción brasileña, a ritmo de samba, escrita en 1941 por Ary Barroso. Sin embargo, no se hizo famosa internacionalmente hasta que, cuatro años más tarde, Aurora Miranda la cantó en la película de Walt Disney Los Tres Caballeros. Cuando el Pato Donald y su primo lejano José Carioca viajan a Bahía, quedan embelesados tras cruzarse con una bella mujer que vende quindinsde Yaya (algo así como quindins de la madre o la abuela) por la calle.
Ya que estamos empalagosos y en Brasil -"gostosinhos", que diría un amigo mío-, me veo en la obligación moral de cerrar este post con dos versiones de la hermosísima canción Bahía, tierra de poetas, compositores y cantantes.
Con las claritas del día, arrancó a llover en Sevilla aguando La Madrugá. La Esperanza de Triana, que divisó los primeros nubarrones cuando el paso de palio entraba en la calle Sierpes, se refugió en la Catedral, donde permanece todavía, esperando a que el cielo dé una tregua. Antes, a su paso por La Campana, procesionó al compás de la rítmica marcha "Macarena". Esta obra, compuesta por el onubense Abel Moreno Gómez en 1988, tiene sus raíces en la copla y el pasodoble torero.
(atención a la música a partir del minuto 1:30)
Algunos acordes de la marcha "Macarena" comparten asombroso parecido con una copla-bolero de Bernardo Bautista Monterde y Antonio Ortiz Calero inspirada en la Virgen de La Macarena, una imagen muy torera, que fue vestida de luto en 1920 cuando Joselito cayó muerto en la plaza de Talavera de la Reina.
"De noche cuando me acuesto
le rezo a la Virgen de La Macarena
y allí solito en mi cuarto
a la virgencita le cuento mis penas.
Y de corazón le pido
que la hembra que yo quiera
mientras en el mundo viva
no me sea traicionera".
Esta composición, nacida en 1944, cuya partitura también fue adaptada para ser tocada como un pasodoble, posee numerosas versiones instrumentales, desde Pérez Prado hasta Paco de Lucía. Actualmente es un clásico en muchas plazas de Sudamérica, sobre todo en México, donde provoca fervor entre el público.
Este Jueves Santo, la Esperanza de La Macarena le ha prestado su pasodoble torero a otra Esperanza, la de Triana, antes de que el agua obligara a suspender el paseíllo por las calles de Sevilla. La trianera, con el eco de estos sones aún entre su palio, espera a que la devuelvan en volandas a su plaza de la calle Pureza.
No es "María de la O" ni "Callejuela sin salida" y, sin embargo, suena tan bien como aquéllas. Se llama "Callejuela de la O" y es la marcha procesional más bella que jamás se ha compuesto. Tiene tanta gracia, emoción y temple que parece un pasodoble torero, sobre todo en la parte del solo de trompeta. Los más puristas argumentan que no es una marcha, sino una "rumbita cofrade". No en vano, la melodía está inspirada en una canción que compuso el grupo Albahaca, al que pertenece Paco Lola, autor también de "Caridad del Guadalquivir" o "La Macarena". En el siguiente vídeo, puede escucharse la rumba original que, con perdón de los puristas, también tiene su salero. No seamos saboríos y estrechos.
Recemos para que los ecos de "Callejuela de la O" crucen el Guadalquivir y lleguen hasta La Maestranza para que inspiren a la banda que dirije José Manuel Tristán, ése que últimamente se dedica a cortar la música cuando torea El Fundi.
C´est le temps de l´amour... le temps du Corte Inglés. Los escaparates se atiborran de corazoncitos, lencería, joyas y juguetes eróticos. Car le temps de l´amour ça vous met au coeur (y en su bolsillo), beaucoup de chaleur et de bonheur (y de ruina). C´est la vie en San Valentín. Una fecha idílica para repasar los tres temas más empalagosos del cancionero rancio. A pesar del subidón de azúcar, he de reconocer que todos son cautivadores.
1. LUNA DE MIEL (GLORIA LASSO)
La canción original, "The Honeymoon Song" del griego Mikis Theodorakis, fue versionada por Los Beatles con letra de William Sansom en 1963. Antes, en 1959, Rafael de Penagos y Gloria Lasso acabaron con el papel. Lasso también la grabó en francés.
2. MIRA QUE ERES LINDA (ANTONIO MACHÍN)
Machín cantó este bolero con letra del cubano Julio Brito en 1967. Sólo de escucharlo se caen los palos del sombrajo. Ya que estamos con las versiones, Emilio El Moro no se pudo contener y sacó su "Mira que eres bizca".
"Mira
que eres bizca,
qué horrorosa eres,
verdad que no he visto en mi vida
pepona más fea que tú.
Con esos ojazos
que parecen coles,
con esa mirada,
siempre atravesada,
con que miras tú".
3. MARIQUILLA (JOSÉ LUIS Y SU GUITARRA)
El jienense y miembro de la tuna José Luis y su tabarra, en estado puro, en 1958. Este tema se lo dedicó, obviamente, a Mariquilla, su novia de siempre, con quien se casó en 1959. En 1962 sacó una plaza de funcionario de Obras Públicas y dejó de mamporrear la guitarra para dedicarse en cuerpo y alma a su familia. Un romántico.
Renato Carosone (Nápoles, 1920-2001) era un especialista en tomarle el pelo a aquellos que querían aparentar lo que no eran. Lo hizo con "Torero" (1958) y con la popular "Tu vuo´fa´ l´americano" (1956), escrita en dialecto napolitano con la colaboración de Nicola Salerno, quien firmaba con el pseudónimo de Nisa. El cha-cha-chá "Torero", compuesto para una gira en España, tuvo tanto éxito que llegó a traducirse en una docena de idiomas.
Te pasas las noches sin dormir leyendo historias,
y tu madre te amenaza
y tu padre se enfada.
Te vuelven loco esos cómics,
mirándote al espejo
quieres hacer de torero,
como hacen en Santa Fe,
como hacen en Hollywood,
y con esta excusa, niño, ya no estudias.
Torero,
te has puesto en la cabeza ese sombrero,
dices que eres español y no es verdad,
con las castañuelas en el bolsillo te vas a bailar
mezclando el bolero y el cha-cha-chá,
¿a quién quieres engañar?
Torero,
con esas patillas de suramericano
con un puro cubano y la camiseta de piqué,
Torero, torero… y ¡olé!
Te has comprado una chaqueta muy corta,
unos pantalones ajustados
y te has hecho un rizo en la frente.
La gente se ríe de ti y a ti no te importa
te sientes un Marlon Brando
que se va paseando
por las calles de Santa Fe,
por las calles de Hollywood,
y tu novia ya no quiere estar contigo.
Torero,
quítate de la cabeza ese sombrero,
no eres ni español ni caballero,
esas castañuelas tú no las sabes tocar,
¿para qué te sirven a ti las castañuelas,
ojito derecho de mamá?
"Tu vuo´fa´ l´americano" se hizo mundialmente conocida gracias a la película de Melville Shavelson "It started in Naples" (que en España se tradujo como "Capri") y gracias también, por supuesto, a la interpretación de Sophia Loren.
Llevas pantalones con una marca en el trasero,
una gorra con la visera hacia arriba,
andas campaneando por Toledo
como un chulo, para hacerte notar...
Tú quieres hacerte el americano. Escúchame, ¿crees que merece la pena? Tú quieres vivir a la moda, pero si bebes "whisky and soda" luego te sientes mareado...
Tú bailas rock and roll, tú juegas al béisbol... pero el dinero para los cigarrillos Camel, ¿quién te lo da? ¿El bolsito de mamá?
Tú quieres hacerte el americano ¡pero naciste en Italy! Escúchame: no hay nada que se pueda hacer ¡ok, napolitano!
¿Cómo puede entenderte aquella que te quiere si le hablas la mitad en americano? Cuando haces el amor bajo la luna, ¿cómo se te pasa por la cabeza decirle “I love you”?
Me disponía a subir hasta la segunda planta del señorial cortijo cuando, presidiendo la escalera, casi rozando las inalcanzables vigas, sentí la mirada del Pasmo de Triana. El cartel, colosal, como todo lo que sobrevivía en aquella vivienda, me resultaba familiar, a pesar de que era la primera vez que pisaba aquellas escaleras. A causa de su altura y del deterioro por el paso del tiempo, tardé varios minutos en leer los nombres, casi desvanecidos.
NUEVA PLAZA DE TOROS DE MADRID
INAUGURACIÓN OFICIAL
BELMONTE - LALANDA - CAGANCHO
CORRIDA DE TOROS EXTRAORDINARIA DE CARMEN FEDERICO
21 DE OCTUBRE DE 1934
El mismo rostro de Belmonte que anuncia la Feria de Sevilla de 2013, acartelaba la inauguración de Las Ventas en 1934. ¿Inspiración o algo más? Juzguen ustedes mismos. Hace pocos días, Hernán Cortés Moreno, el artista elegido por los maestrantes para ponerle rostro a su próxima feria, explicaba cómo se fraguó su obra: "He recorrido las hemerotecas, incluso he ido a la agencia Efe buscando fotos de esa época para levantar esta imagen de un Belmonte joven que tiene ya la personalidad dramática propia del torero". Cortés también agradeció que la sastrería de Justo Algaba le prestase una montera de los años 30 para rematar su cartel con la mayor verosimilitud.
"Si comparamos el cartel de Belmonte con el del toro-lagartija cayendo en picado y atravesado por una flecha, resulta una obra maestra" (Antonio Pineda).
En una noticia publicada el 10 de enero en el Diario de Sevilla, leí lo siguiente: «El resultado es un Belmonte "con esa mirada profunda y fatalista que se le define de manera más clara a partir de la muerte de Joselito y que anuncia el final trágico que le puso a su vida", continuó Cortés, que originalmente buscaba en su composición el color del albero de la Maestranza. "Sin embargo, las necesidades del retrato me pedían más oscuridad en el fondo para que la cabeza resaltase bien y eso me llevó a un albero mojado que derivó en este color más bien caqui", apreciaba».
No cabe duda de que el artísta gaditano sabe darse pisto. Al menos, hay que reconocer su buen gusto a la hora de elegir las fuentes de "inspiración". Prefiero mil veces este cartel, aunque no sea original, a los tormentos de los últimos años. ¿Recuerdan ese "medio toro" al que sólo se le veían las astas, alegoría del naufragio que sufre la Tauromaquia, firmado por José María Sicilia? Fue una premonición porque, aquel año, Manzanares indultó a Arrojado. ¿Y qué me dicen de esa otra composición de Luis Gordillo, con muchas fotos diminutas del Cid, donde sólo se veían pulguitas? En 2009, nos torturaron con la imagen de una mole negra -de Manolo Salinas- que compensaba la raspa (o pincho moruno de Barceló) de 2008. Y en 2006, nos atacaron los puntitos de Alex Katz que se perdían en el albero maestrante.
Dicen que este año, la tele no irá a Sevilla. A cambio, Molés ya está llamando a las puertas de Arles (donde, por cierto, el Lunes de Pascua se celebrará un interesantísimo mano a mano Castaño-Robleño con Victorinos) y Bayona. Cuando el fondo de la Feria de Sevilla adopta un color caqui, el apagón televisivo se vuelve una idea acertada. Conviene explorar otros mundos y nuevos "affiches". El diablo se esconde en los detalles.
Carteles o "affiches" de Arles en 2012, 2011 y 2009: ejemplo de buen gusto.
Leo en el New York Post que la Warner Bros. (los mismos que van a construir la cubierta de Las Ventas) están maquinando una secuela de la mítica "Casablanca" y los pelos se me ponen como escarpias. ¡No la toquen ya más, que así es la rosa! O, como gritaría Tejero, ¡quieto todo el mundo! En el periódico neoyorkino aseguran que los partidarios de la película llevamos 70 años preguntándonos qué fue de Rick e Ilsa. Juro por Dios que no: en primer lugar, porque no habíamos nacido; y en segundo, porque es mejor no cuestionar los caprichos de la vida y sus circunstancias, ni siquiera en el cine.
En el guión de "Return to Casablanca", Ilsa, que ha vuelto con Laszlo a los Estados Unidos, da a luz a un niño, un hijo de Rick, al que llaman Richard. Laszlo, que es bastante calzonazos, adopta a la criatura y la trata como si fuera fruto de sus entrañas. Ricardito crece y se convierte en un buen mozo muy parecido a su verdadero padre, aunque más sensible y moderno. Tras escuchar las aventuras de Rick, le entran unas ganas locas de conocerlo personalmente, así que, a comienzos de los años 60, viaja a Casablanca. Sin embargo, aquello está tomado por los árabes y el panorama pinta mal. Un viejo camarero le cuenta a Ricardito que los nazis explotaron el café de su padre cuando Ilsa y Laszlo huyeron, pero el paradero de Rick -al que algunos vieron combatir en el Norte de África- continúa siendo un misterio.
Ricardito, a diferencia de su padre, tendría que ser un enemigo público del tabaco: en Hollywood ya no se fuma
¿Cómo hemos llegado hasta aquí? La respuesta perfecta la tendría Juan Belmonte en el filo de los labios: "Mu faci, endegenerando". El tiempo pasa (as time goes by), la industria cinematográfica se arruina a ritmo galopante y a algún iluminado se le ha ocurrido sacar tajada de los réditos del Hollywood dorado. Si eligen a un guaperas metrosexual para interpretar a Ricardito, quién sabe, tal vez la secuela tenga cierto éxito de taquilla. En cualquier caso, no me gusta nada como caza la perrina.
Ya puestos, me quedo con esta versión: "Carrot Blanca"
Este domingo, El Mundo ha publicado a toda página un reportaje con el siguiente titular: "Generación en el exilio". En los primeros nueve meses de este año, el número de españoles que ha abandonado el país ha aumentado un 22%. Según datos del Instituto Nacional de Estadística, desde enero de 2011, casi un millón de personas han huido de España ante la imposibilidad de encontrar trabajo (unos 200 españoles al día). Tras leer esto, me tiré a la estantería en busca de un libro de fotografía extraordinario: "Crónica fotográfica de medio siglo de vida española" por Martín Santos Yubero.
Salida de los "productores" españoles con destino a Alemania. Estación del Norte de Madrid (25 de noviembre de 1941).
Han pasado 60 años desde que fue tomada esta foto, pero la historia es la misma. Recuerdo otra noticia aparecida en la BBC a finales de agosto: la localidad de Schwabisch Hall, en el suroeste de Alemania, anunció que necesitaba urgentemente mano de obra. En poco tiempo, el pueblo fue inundado con solicitudes de miles de candidatos. "Vinieron en avión, en tren, en carro o en autobús", contaban desde la oficina de empleo.
"Hasta un pueblo de Alemania,
ha llegado el Salustiano,
con más de cuarenta años,
y de profesión el campo,
pa´buscarse las habichuelas,
y ahorrar algunos marcos,
y que pueda la parienta,
comprar algunos marranos".
En esta emigración del siglo XXI, los destinos han variado algo: además de Alemania, los billetes se compran con destino a Brasil y Chile. Tierras extrañas, en cualquier caso.
"Oyendo esa música,
allá en tierra extraña,
ya nadie reía,
ya todos lloraban..."
Irónicamente, la copla "El Emigrante", escrita por Juanita Valderrama, se convirtió en una de las favoritas de Franco, hasta tal punto que, en más de una ocasión, hizo que el artista de Torredelcampo, muerto de miedo, acudiera al Pardo a cantársela en directo. "¡La que armó El Emigrante en España y fuera de España! [...] No dejaba de sonar por la radio: Radio Andorra, Radio Sevilla, Radio Córdoba, Radio Madrid, Radio Tánger la ponían una vez y otra vez. Todas las emisoras. Hubo un momento que le dieras a la rudecita de la radio donde le dieras, te salía Juanito Valderrama cantanto El Emigrante, en aquellas radios que la gente compraba a plazos y que ponía en el comedor de la casa, en el mejor sitio, con una funda de cretona que le hacían", recordaba años más tarde el propio Valderrama en sus memorias.
"Cuando salí de mi tierra,
volví la cara llorando,
porque lo que más quería,
atrás me lo iba dejando...
Adiós mi España querida,
dentro de mi alma te llevo metía,
y aunque soy un emigrante,
jamás en la vía,
yo podré olvidarte".
Versión (o perversión) de Los Centellas: "España se queda sin hombres..."
"De
todas las historias de la Historia
sin duda la más triste es la de España,
porque termina mal. Como si el hombre,
harto ya de luchar con sus demonios,
quisiera terminar con esa historia
de ese pais de todos los demonios.
A menudo he pensado en esos hombres,
a menudo he pensado en la pobreza
de este país de todos los demonios.
Y a menudo he pensado en otra historia
distinta y menos triste, en otra España
en donde ya no cuenten los demonios.
Pido que España expulse a esos demonios.
Que sea el hombre el dueño de su historia.
De todas las historias de la Historia
sin duda la más triste es la de España".
Tengo el honor de ser amiga de Mariano, un excelente aficionado que recorre todas las ferias del norte, y que, por si fuera poco, es dueño del bar donde preparan la mejor ensaladilla rusa de Sevilla: el Donald. Aunque el nombre no suene muy castizo, el local está empapelado con carteles y fotografías de toros y en las tardes de corrida se respira un ambiente formidable. Hace algunas mañanas, en su perfil de Facebook, Mariano publicó la foto de una pata de jamón con el siguiente pie: "Para las tostadas de Donald".
Precisamente, la noche anterior a que Mariano subiera su chorreante foto, leí un capítulo en la biografía de Juanito Valderrama -escrita por Antonio Burgos- que lleva por título "El jamón que nunca existió". En él, el genial cantante narra la siguiente anécdota jamonera:
«Mi niñez en Torredelcampo fue como la de todos los chiquillos, quizá un poco consentido por mi padre por aquello del cante. Yo era muy travieso de niño, consentido por mi afición a cantar. En mi casa se hacía siempre la matanza, se mataban dos o tres cochinos para las necesidades de la casa. Y siempre había jamones de la matanza, que se hacía allí en el corral, se mataban los cochinos sobre unas mesas de madera, se descuartizaban, se hacían los chorizos, se sacaban los lomos y las presas, los jamones...
Y una vez había unos jamones pegados a la pared, que mi padre les tenía echado el ojo. Pero yo también le eché el ojo al jamón, lo corté, le hice como una tapadera con la corteza del tocino, y le iba sacando cortes y le ponía luego la tapa para que no se notara que me lo estaba comiendo. Lo iba escarbando, escarbando, y siempre le ponía la tapadera de la corteza y del tocino para que pareciera que aún no se había abierto.
Y un día que llegó mi padre con Albertano, un aficionado que había en el pueblo, con Francisquillo, otro que también apuntaba al cante, y con otros cuantos, y se pusieron allí y me dice:
- ¡Tráete el jamón!
Y yo salí corriendo y todavía me están buscando».
Tienda de jamones al lado de mi oficina. A prueba de crisis.
¿Qué habría sido de este país sin jamón? Pero el jamón, al igual que el amor, se acaba de tanto sobarlo (sobre todo ahora, con la puñetera crisis). Hablemos del jamón o, mejor, cantémosle apasionadamente:
«Se nos acabó el jamón de tanto usarlo,
de tantos cuchillazos sin medida,
de cortarlo a taquitos pal´puchero,
se nos quedó en los huesos un buen día...
Ya se acabó el jamón maravilloso,
jamás pudo existir tanta belleza,
las cosas de bellota duran poco,
jamás duró un jamón dos primaveras.
¡Me alimenté de ti por tanto tiempo,
te devoramos vivo como fieras,
jamás pensamos nunca en el hueso,
pero el hijo´puta del hueso llega, aunque tú no quieras!
Y una mañana gris al despertarnos
sentimos en la cocina un crujido tela de chungo y mu seco...
cerramos nuestros ojos y pensamos:
¡¡se acabó el jamón... de tanto usarlo!!
Procuro olvidarte, comiendo panceta con poco tocino,
procuro alejarme de aquellos lugares donde te comimos,
intento comprarte, pero en mi cartela no hay más que papeles...
¡¡si llevo parao desde que estrenaron Bonanza en la tele!!
Jamón de pata negra, estás haciéndome llorar una vez más,
pringue, chorreando por el lomo al bajar, me haces hasta llorar,
sólo queda ya na´más que hueso y cuerda...
Te recordaré, mi jamón de pata negra».
Nota: hay una canción maravillosa de Emilio El Moro llamada "Jamonera pueblerina" que versiona la emblemática "Con divisa verde y oro". Desgraciadamente, no la encuentro en Youtube.
Mucho ciudado con los japoneses, que ya llevan tres ediciones de su Concurso de Cortadores de Jamón Ibérico, y estos, cuando le cogen el gusto a algo, no paran. Son muy cansinos.
A los jamoneros más sentimentales, aquellos que necesitan achuchar a su pata además de hincarle el diente, les recomiendo que estas Navidades se auto-regalen el cojín Jamón de Jabugo.