miércoles, 21 de noviembre de 2012

Talavante, la oveja descarriada


Talavante -que siempre ha tenido el cable un poco pelado- quiere matar 6 Victorinos 6 en Madrid. Decía Dámaso González que cuajar un Victorino requería poesía, valor y temple. Ojalá el extremeño encuentre todos estos factores y, además, tenga la inteligencia de lucir la corrida en el caballo, a pesar de que su cuadrilla no suele darse excesiva coba. Desde que la noticia se hizo oficial, los aficionados estamos desazonados a la espera de que vuelva a saltar la liebre. Pasan los días y El Juli aún no ha anunciado que se encerrará con los Cuadris en San Isidro (si ha twitteado, sin embargo, que estaba disfrutando mucho en una cafetería de Barajas rumbo a México) ni Manzanares ha apostado por la de Miura en La Maestranza (Kate Moss lo tiene absorbido).

José Mari se encierra con Kate

En otros tiempos, entre los figurones del toreo, el fenómeno de "acción-reacción" (también llamado "competencia") se producía de forma casi inminente. Porque, después de que Talavante haya lanzado el guante, Juli no se conformará con los Victorianos del Río ni Manzanares con los Cuvillos y  Moss... ¿o sí?


Quizás hayan considerado el envite de Talavante una afrenta contra al espíritu del "ex G10". ¡Alta traición en la cúspide! Últimamente he escuchado y leído varias declaraciones de cabecillas del escalafón (Juli y Perera, principalmente) en las que criticaban que los toreros no hablasen "con una sola voz", no estuvieran unidos, no defendieran los mismos intereses... Este comportamiento solidario y gregario que se pretende imponer en la Fiesta del siglo XXI me llama extremadamente la atención, sobre todo porque el toreo siempre ha sido una profesión personal, individual y solitaria. Ante ciertas figuras tengo la sensación de estar escuchando a un sindicalista. La semana pasada, con motivo de la Huelga General, Toxo y Cándido Méndez también gritaron que los ciudadanos debíamos plantarle cara al Gobierno "con una sola voz" y que ellos se comprometían a "defender nuestros intereses". Es exactamente el mismo discurso del G10 y, para muestra, un botón:


EL JULI (en Tendido Cero del 3 de noviembre)
: "El mensaje de los toreros se ha distorsionado totalmente, en parte por las dificultades que tenemos de unirnos en una sola voz. Parece que esto es imposible cuando, en realidad, todos los toreros tenemos el mismo interés. Se ha contado mal: sólo se ha sustentado sobre una base económica cuando, de hecho, a varios nos ha supuesto dejar de ganar un dinero por pelear por una serie de cosas... [...] La clave de la desunión de los toreros ha sido una filosofía de vida y un sistema donde parece más importante el hoy que el mañana [...] Los toreros deberían estar representados en un mismo grupo porque, en realidad, nos importa lo mismo a todos, ¿no? El problema es la ideología sobre lo que tiene que ser el toreo y lo que cada uno entiende que aporta a la profesión o su situación... La estructura nos utiliza y no decidimos dónde y cuándo toreamos".

MIGUEL ÁNGEL PERERA (en Tendido Cero del 17 de noviembre)
: "He echado en falta el compromiso más de verdad de algunos compañeros... Ha faltado lealtad. Puedo perdonar muchas cosas, pero la deslealtad entre hombres no la perdono y me hacen ser muy extremista. A las pruebas me remito. Siempre defenderé que cada persona es muy libre para comprometerse, pero de ahí a no ser leal con los hombres que hemos compuesto este grupo [en referencia al G10], no lo perdono".

"No se torea en equipo", "no se torea en equipo", "no se torea en equipo"...

La Tauromaquia se defiende desde el ruedo con tardes extraordinarias (del latín: "fuera de lo común") como la que puede protagonizar Talavante en Las Ventas, o las que ya realizaron la pasada temporada Javier Castaño y Fernando Robleño encerrándose con Miuras y Escolares, respectivamente. Y no: no es cierto que todos los toreros tengan los mismos intereses y necesidades. Quizás sí los mismos sueños, pero cada uno, consciente de su situación, ha elegido un camino, y siento más respeto por aquellos que defienden su profesión en el ruedo, lidiando todo tipo de ganaderías y dando la cara, que aquellos otros que se pelean en un despacho por los derechos de imagen televisivos. Por cierto, Castaño acaba de anunciar que la próxima temporada quiere matar toda la camada de Miura. Suerte para él y Talavante..., y que cunda el ejemplo.

El mundo al revés

Triana, puente y aparte... sobre el Sena


Parece el Puente de Triana, pero se trata de París; y el río no es el Guadalquivir, sino el Sena. El puente de la foto se llama del Carrousel y fue inagurado trece años antes que el sevillano (1834 y 1852, respectivamente). Puede considerarse un "padre" arquitectónico. Su construcción fue encargada a Antoine-Rémy Polonceau, quien diseñó un puente en arco sustentado sobre una compleja estructura de hierro y madera.


A sus colegas parisinos -amantes de los puentes colgantes- no les convenció el resultado y, con guasa digna de Andalucía, llamaron a los círculos metálicos que adornaban su estructura ronds de serviette (aros de servilleta). Sin embargo, muchos artistas impresionistas se sintieron atraídos por su gracia y esbeltez, incluido Van Gogh, que lo plasmó en 1886, o Camille Pissarro, en 1903.


A causa de su escasa anchura (menos de 12 metros) e inestabilidad desde que aparecieron los primeros automóviles, el puente del Carrusel acabó siendo demolido en 1930. Ahora es una moderna y funcional construcción de hormigón sin encanto.


En Sevilla, donde también tienen una extraña habilidad para arrasar con las joyas de su patrimonio (sólo hay que recordar las setas de la Encarnación o la Torre Pelli), se antoja un milagro que el puente de Isabel II, conocido como de Triana, siga en pie. Para aumentar su solidez, los ingenieros franceses responsables del diseño -preveyendo, seguramente, el peso de las hermandades de La Esperanza de Triana, La Estrella, El Cachorro, La O y San Gonzalo- eliminaron la madera y emplearon exclusivamente hierro y piedra. Pero, a buen seguro, si el puente de Triana continúa en pie no ha sido gracias al material utilizado, sino por la protección de don Juan Belmonte, que vigila desde el Altozano, y de la pintoresca capilla del Carmen, El Mechero, construida por Aníbal González en 1928.


A falta de cuadros impresionistas, el puente de Triana ha sido motivo de incontables coplas y sevillanas. Una de mis favoritas es "La rosa del Altozano", obra poco conocida de Rafael de León y Arturo Pavón, marido de su primera intérprete, Luisa Ortega.

"Los ojitos del puente
que están pendientes
de aquellas ducas,
lloran un son de fragua
que lleva el agua hasta Sanlúcar".


Y por cambiar de palo, también son hermosas las sevillanas de Manuel Pareja-Obregón tituladas "Perdónala" y "Cuando paso por el puente".


"Cuando paso por el puente, Triana.
Contigo vida mía, Triana.
Pa´mirarte solamente, Triana.
Me muero de alegría.

Porque tienes unos ojos, Triana.
Igual que dos luceros, Triana.
Y una clase de hechura, Triana.
Que vale el mundo entero.

Si por otro me dejaras, Triana.
De pena moriría, cariño.
Te quiero y te querré.
Eres mi norte y mi guía, Triana.
Triana y olé".

martes, 20 de noviembre de 2012

Consecuencias de aguar el vino (visión taurina y antropológica)

La otra tarde miraba chaquetas en una tienda de Princesa. A pocos metros, un chico le hacía de perchero humano a su novia mientras ésta se probaba una chaqueta. Tras ponerse la prenda, el muchacho dio los últimos toques maestros para que las hombreras cayeran en el lugar exacto, un tironcillo por aquí y un improvisado planchado por acá. A continuación, mientras su pareja se miraba en el espejo, le preguntó:
- ¿Qué tal te cae de hombros? Perfecta, ¿no?


Esta anécdota, en apariencia intrascendente, me dio que pensar. ¿Qué hemos hecho para que un hombre pregunte si una chaqueta "nos cae bien de hombros"? Reflexioné sobre las ganaderías de toro bravo. Sin duda, el comportamiento de los toros en el año 2012 no se parece un ápice al que desarrollaban en 1912 o 1952. El animal -materia prima del ganadero- ha ido adaptándose a los gustos del mercado a través de dos factores: el manejo en el campo y, por supuesto, la selección genética. La manipulación (que a veces roza el manoseo) le ha restado salvajismo al toro hasta convertirlo en una criatura semi-doméstica que entra en la manga o en el cajón del afeitado/enfundado casi con educación. Por otro lado, la selección genética ha producido toros mucho más nobles y codiciosos en la muleta, pero menos bravos y picantes.


El hombre ha sufrido una evolución similar. En su manejo ha influido la igualdad de género, las películas de princesas de Disney, la obsesión por el cuidado de la imagen, la sobreprotección familiar en general y  maternal en particular, el fomento de la comunicación y el intercambio de sentimientos, etc. En cuanto a la manipulación genética, cualquiera puede entender que un macho alfa y una mujer ruda no "producen" el mismo ser que un metrosexual y una feminista. Esto es una verdad de Perogrullo. Por tanto, toros y hombres han sufrido un "aguamiento" progresivo.


Para fortalecer esta hipótesis, les cuento un caso real. Conocí a una pareja en la que él la llamaba a ella "churri" y ella a él, "cuchi". Churri y Cuchi vivían juntos en un pisito a las afueras de Madrid. Cada mañana, Cuchi madrugaba para prepararle el almuerzo a Churri, que comía en la oficina de tupperware. Cuchi cocinaba unos menús sofisticadísimos con primer plato, segundo plato y postre para que su Churri no sufriera ninguna carencia alimenticia. Esto le llevaba varias horas y las claritas del día siempre le daban en la cocina. Churri detestaba pelar la fruta y le gustaba que su Cuchi también se la sirviera lavada y preparada dentro de su correspondiente tartera. Una mañana, Cuchi se quedó dormido y no tuvo tiempo de pelarle la mandarina, así que la dejó así, tal cual, con su piel rugosa y pepitas, dentro de la bolsa de la comida. Cuando Churri llegó a la oficina y vio la mandarina sin pelar, entró el cólera. Llamó por teléfono a Cuchi hecha un obelisco y le preguntó "qué coño" le pasaba (sic). La manipulación y selección genética, de vez en cuando, produce pequeños desajustes como éste: una mandarina sin pelar (a propósito, un estudio noruego ha llegado a la conclusión de que cuanto más equitativas son las tareas domésticas, más alta es la probabilidad de divorcio de una pareja). En cualquier caso, Cuchi bajo las orejas, pidió perdón obedientemente, y a la mañana siguiente peló la mandarina. Un Cuchi convenientemente amaestrado tampoco olvida preguntarle a su Churri cómo le cae de hombros la chaqueta nueva.


Las mujeres no somos responsables de haber aguado la casta de las ganaderías bravas, pero sí la de los hombres, que se han adaptado a las exigencias de la modernidad, de la misma manera que los toros actuales se han convertido en los acompañantes perfectos del torero. Todo irá sobre ruedas hasta que un día nos hartemos de que Cuchi nos pele la mandarina. Quitarle el agua al vino, ya se sabe, es una misión prácticamente imposible.



domingo, 18 de noviembre de 2012

La plancha de Miliki


La madrugada del sábado fallecía en Madrid Emilio Aragón, Miliki, uno de los "payasos de la tele". Reconozco que siempre he detestado el circo y los payasos (quizás de ahí provenga mi rechazo a la cubierta de Las Ventas), y tampoco padezco el Síndrome de Peter Pan (a los 30 años ya no se es niño). Cuando cumplí los 7, en mi casa estaban muy contentos porque ya había alcanzado la edad del "sentido común". Esto supuso un gran alivio familiar.


A pesar de todo, comprendo que Miliki fuera un personaje entrañable y que sus "niños" le lloren, sobre todo los hombres, ya que, gracias a él, lucen las camisas mejor planchadas y lavadas, llevan los calcetines mejor remendados, viven en casas mejor barridas y almuerzan como reyes. ¿O las feministas han olvidado la letra de la canción "Los días de la semana" de 1973?

"Lunes antes de almorzar,
una niña fue a jugar
pero no pudo jugar
porque tenía que planchar.
Así planchaba así, así,
así planchaba así, así,
así planchaba así, así,
así planchaba que yo la vi".


Cuando en 1999 Miliki sacó del armario musical sus viejas glorias para un disco recopilatorio, "actualizó" la letra de "Los días de la semana" con el fin de no meterse en un jardín. El hombre, razonable y pragmático, no quería líos en su circo.

"Lunes antes de almorzar,
un marido fue a correr
pero no pudo correr
porque tenía que planchar.
Así planchaba, así así,
así planchaba, así así,
así planchaba, así así,
así planchaba que yo lo vi".



Algunos, incluso, han imaginado la correspondencia que debieron de mantener Fofó y Miliki cuando escribieron la letra de esta polémica canción.

Aparte de las digresiones teóricas, Fofó y Miliki se enzarzaron a lo largo de los años en agrias discusiones en torno a las letras de algunas canciones, especialmente la de “Los días de la semana”, que arranca diciendo “Lunes antes de almorzar una niña fue a jugar pero no pudo jugar porque tenía que planchar”. La intención de Miliki era “contagiar a las niñas la certeza de que el deber conlleva la renuncia a un anhelo y guarda en sí la posibilidad de la constitución trascendental”. Fofó, en cambio, creía que “es demasiado extremo que la niña no pueda compaginar el juego con la plancha”, a lo que Miliki responde que “te quedas en la plancha cuando lo importante es la dimensión gnoseológica”. Fofó, sin embargo, insiste en que “a mí no me gusta que la niña tenga que planchar”.


Qué pena que Miliki no le metiera mano también a la letra de "Eres más chica que un huevo"... Hoy en día, ser payaso también tiene su guasa y "las niñas de 30 años" le sacan punta a todo. El sueño del circo produce monstruos.

"Eres más chica que un huevo
y ya te quieres casar.
Anda, ve y dile a tu madre
que te enseñe a remendar".


Comparto con ustedes la canción favorita de mi infancia...
Algunos detalles marcan de por vida.

sábado, 17 de noviembre de 2012

Viaje a La Provenza

"Les Bastides Blanches, c´était una paraoisse de cent cinquante habitants, perchée sur la proue de l´un des derniers contreforts du massif de l´Étoile, à deux lieues d´Aubagne... Una route de terre y conduisait par une montéee si abrupte que de loin elle paraissait verticale: mais du côte des collines il n´en sortait qu´un chemin muletier d´où partaient quelques sentiers qui menaient au ciel. Une cinquantaine de bâtisses mitoyennes, dont la blancheur n´était restée que dans leur nom, bordaient cinq ou six rues sans trottoir ni bitume; rues étroites à cause du soleil, tortueuses à cause du mistral.

[...] Enfin, une particularité des Bastides, c´était qu´on n´y trouvait que cinq ou six noms: Anglade, Chabert, Olivier, Cascavel, Soubeyran: pour éviter des confusions possibles, on ajoutait souvent aux prénoms, nom pas le nom de famille, mais le prénom de la mère: Pamphile de Fortunette, Louis d´Etiennette, Clarius de Reine.

[...] Ils vivaient de leur légumes, du lait de leurs chèvres, du cochon maigre que l´on tuait chaque année, de quelques poules, et surtout du gibier qu´ils braconnaient dans l´immensité des collines.

[...] Le boulanger était un gros garçon de trente ans; il avait de belles dents, et des cheveux plats très noirs, mais toujours poudrés de farine. Il riait volontiers , et s´intéressait à toutes les femmes du village, et même á la sienne, une belle fille de vingt ans qui l´adorait. Il s´appelait Martial Chabert, mais à force de l´appeler Boulanger, on avait oublié son nom".

L´EAU DES COLLINES (Marcel Pagnol)


Marcel Pagnol (1895-1974) nació en Aubagne, en la región de la Provenza, el mismo año en que los hermanos Lumiére presentaron su cinematógrafo. En 1962, escribió la novela "El agua de las colinas", al que pertenece el anterior fragmento. Con esta base literaria, Claude Berri adaptó una película, dividida en dos partes, que en España llevaron el título de "El manantial de las colinas" y "La venganza de Manon", un extraordinario melodrama rural con Yves Montand, Daniel Auteuil, Gérard Depardieu y Emmanuelle Beart en el reparto. Ambas se rodaron en las colinas que rodean Aubagne, entre los meses de abril y diciembre de 1985. En sus principios, aún en la época del cine mudo, Pagnol -escritor, pero también realizador y productor- fue acusado por sus contemporáneos de realizar teatro filmado; décadas posteriores, sin embargo, la crítica francesa lo reconoció como un propulsor del neorrealismo italiano y acabó siendo el primer miembro de la Académie Française (1947). Sus personajes son una prolongación de la tierra, los sembrados y el sol de la Provenza.


Hace unas semanas compré en la FNAC las dos adaptaciones de Berri por menos de 20 euros. Jamás podría haber invertido mejor aquel billete. Las recomiendo encarecidamente. Son maravillosas, cuidadas hasta el último detalle, incluyendo el arreglo para la banda sonora de "La fuerza del destino" de Verdi.




Pagnol también llevó al cine las obras de algunos paisanos, como Alphonse Daudet (Nîmes, 1840-1897) o Jean Gionó (Manosque, 1895-1970).


"Sabrán que en Provenza se acostumbra enviar el ganado a los Alpes cuando llegan los calores. Brutos y personas permanecen allí arriba durante cinco o seis meses, alojados al sereno, con hierba hasta la altura del vientre; después, cuando el otoño empieza a refrescar la atmósfera, vuelven a bajar a la masía, y vuelta a rumiar burguesmente los grises altozanos perfumados por el romero. Quedábamos en que ayer tarde regresaban los rebaños. Desde por la mañana esperaba el zaguán, de par en par abierto, y el suelo de los apriscos había sido alfombrado de paja fresca. De hora en hora exclamaba la gente: «Ahora están en Eyguières, ahora en el Paradón». Luego, repentinamente, a la caída de la tarde, un grito general de ¡ahí están! y allá abajo, en lontananza, veíamos avanzar el rebaño envuelto en una espesa nube de polvo. Todo el camino parece andar con él. Los viejos moruecos vienen a vanguardia, con los cuernos hacia adelante y aspecto montaraz; sigue a éstos el grueso de los carneros, las ovejas algo fatigadas y los corderos entre las patas de sus madres, las mulas con perendengues rojos, llevando en serones los lechales de un día, meciéndolos al andar; en último término, los perros, sudorosos y con la lengua colgante hasta el suelo, y dos rabadanes, grandísimos tunos, envueltos en mantas encarnadas, que les caen a modo de capas hasta los pies.


Desfila este cortejo ante nosotros alegremente y se precipita en el zaguán, pateando con un ruido de chaparrón. Es digno de ver el movimiento de asombro que se produce en toda la casa. Los grandes pavos reales de color verde y oro, de cresta de tul, encaramados en sus perchas han conocido a los que llegan y los reciben con una estridente trompetería. Las aves de corral, recién dormidas, se despiertan sobresaltadas. Todo el mundo está en pie: palomas, patos, pavos, pintadas. El corral anda revuelto: las gallinas hablan de pasar en vela la noche. Diríase que cada carnero ha traído entre la lana, juntamente con un silvestre aroma de los Alpes, un poco de ese aire vivo de las montañas que embriaga y hace bailar. En medio de esa algarabía, el rebaño penetra en su yacija. Nada tan hechicero como esa instalación. Los borregos viejos enternécense al contemplar de nuevo sus pesebres. Los corderos, los lechales, los que nacieron durante el viaje y nunca han visto la granja, miran en derredor con extrañeza.


Pero es mucho más enternecedor el ver los perros, esos valientes perros de pastor, atareadísimos tras de sus bestias y sin atender a otra cosa más que a ellas en la masía. Aunque el perro de guarda los llama desde el fondo de su nicho, y por más que el cubo del pozo, rebosando de agua fresca, les hace señas, ellos se niegan a ver ni a oír nada, mientras el ganado no esté recogido, pasada la tranca tras de la puertecilla con postigo, y los pastores sentados alrededor de la mesa en la sala baja. Sólo entonces consienten en irse a la perrera, y allí, mientras lamen su cazuela de sopa, refieren a sus compañeros de la granja lo que han hecho en lo alto de la montaña: un paisaje tétrico donde hay lobos y grandes plantas digitales purpúreas coronadas de fresco rocío hasta el borde de sus corolas".

CARTAS DESDE MI MOLINO (Alphonse Daudet)


"Cuando inicié mi larga caminata por esas tierras desiertas, a una altura de entre mil doscientos y mil trescientos metros, no había más que llanuras desnudas y monótonas en las que sólo crecían lavandas silvestres. Atravesé el país por su parte más ancha y, después de tres días de camino, me encontré en una desolación sin par. Acampé junto a un esqueleto de pueblo abandonado. No me quedaba agua desde la víspera y necesitaba encontrarla como fuera. Esas casas arracimadas como un viejo panal de avispas, pese a estar en ruinas, me dieron a pensar que ahí, en otro tiempo, tuvo que haber una fuente o un pozo. Y así era; había un pozo, pero seco. Las cinco o seis casas sin tejado, corroídas por el viento y la lluvia, y la pequeña capilla con el campanario derrumbado, se alzaban como las casas y las capillas de los pueblos vivos, pero la vida misma había desaparecido".

EL HOMBRE QUE PLANTABA ÁRBOLES (Jean Gionó)

Pinturas de Van Gogh, Cézanne y Renoir

viernes, 16 de noviembre de 2012

El gran debate nacional: ¿con o sin cebolla?

“Ingredientes para una tortilla de cuatro personas: 8 huevos, 2 decilitros de aceite, 200 gramos de patatas y sal. Instrucciones: Las patatas, una vez peladas, se lavan en agua fría y se secan con un pañito. A continuación se cortan en rajitas delgadas y se fríen en aceite o manteca de cerdo. Cuando están fritas se les escurre un poco la grasa, si hubiese demasiada, y se sazonan con sal. En un bol se baten los huevos, se les añade la sal correspondiente y se procede a hacer la tortilla, redonda y plana, procurando que adquiera un ligero color rubio por ambos lados. Al servirla suele acompañarse con alguna ensalada, aparte de lechuga o escarola, sola o con tomate, cebolla, aceitunas y algunos trocitos de atún en escabeche o aceite”. Fuente: El libro de la cocina española.


¿Cuántas "Casa Paco" hay en España?
¿Qué sería de cualquier ciudad sin su "Casa Paco"?

Los españoles nos dividimos en dos grupos: con o sin cebolla. Éste es el verdadero debate de nuestro país. El más apasionante. El que realmente merece un puñetero referéndum. Luego vienen los matices: jugosa o muy hecha; fina o gruesa; aceite de oliva o girasol, etc. Hay tantas tortillas de patatas como familias. Algunos se decantan por la clásica y otros la enriquecen con chorizo, morcilla, jamón, queso, butifarra, bonito, pimientos, atún, ajetes, espinacas, calabacín, gambas, pulpo, foie... Si son amantes de la tortilla, les recomiendo un bar en Madrid: "Casa Paco" (Altamirano, 38). Este lugar fue fundado hace casi 60 años por el asturiano Paco García y su mujer, Gloria. Gracias a sus tortillas poco cuajadas y hospitalidad, se convirtieron en los reyes de Argüelles. Ahora sus hijos, José y Paco, llevan el negocio: cada día preparan una veintena de tortillas diferentes. La de solomillo con cebolla caramelizada suele ser la primera en agotarse. No esperen nada sofisticado: aquí se devora el generoso pincho (2,30€) de pie, alrededor de la larga barra en forma de "U", codo con codo con el vecino. La clientela está compuesta por gente del barrio, estudiantes y trabajadores de la zona.


Si prefieren la nouvelle cuisine, la espuma de tortilla de patatas o la tortilla deconstruida, olviden rápidamente lo que acaban de leer: "Casa Paco" no es su sitio. Aquí no sirven platos para pijos aburridos (algunos gilipollas nacionalistas no pronuncian las palabras "tortilla española" -se llena la boca sólo con decirlo-, sino "tortilla estatal", que resulta más europeo).


"De seguir así, le cambiaremos el nombre a muchas cosas más, como escriben los blogueros: cantaremos la canción de Cecilia diciendo «Mi querido Estado, este Estado mío, este Estado nuestro…», entonaremos la publicidad de las aceitunas de mesa cantando «Es la Estatal una aceituna como ninguna…» o cambiaremos las palabras del verso de León Felipe «Estado camisa blanca de mi esperanza…». Pobre España, engrudo de huevos y féculas destinada a ser una simple tortilla estatal desestructurada. Y, a todo esto, tendrá el bar hasta los topes, seguro" (Carlos Herrera).


Volviendo al meollo de la cuestión, cuando se me antoja una buena tortilla de papas en Madrid, también suelo frecuentar la bodega "El Maño" (Calle de La Palma, 64). Aquí sirven el pincho con pisto o tinta de calamar. Otro clásico es "Casa Mingo" (Paseo de La Florida, 34), para los amantes de la tortilla seca y compacta, versión arma arrojadiza castiza. Porque, en cualquiera de sus versiones, la tortilla de patatas y española -de origen, según dicen, extremeño- pide un soneto,  como éste de Monsieur de Sans-Foy.

"Qué habrá más español que la tortilla,
prodigio gastronómico castizo.
En Gloria esté el primero que te hizo,
pues es cada cocina su Capilla.

Sublime de patata, tan sencilla...
Si acaso -y por querer rizar el rizo-
admite la injerencia del chorizo...
(Mas, eso sí: Del bueno, no 'Revilla')

Tan noble, tan hidalga y española,
a nadie se le ocurra ser tan bruto
de hacerte acompañar de Coca-Cola...

Rival no conociste en tierra hispana...
(mas, temo que después del Estatuto,
hablemos de Tortilla Catalana)".

miércoles, 14 de noviembre de 2012

La huelga (crónica gráfica y doméstica)


Pasó el 14-N y España sigue igual de canina que el 13-N, martes y trece (si alguien pretende que recordemos todas las abreviaturas alfanuméricas que se han sacado del bolsillo en los últimos diez años, van aviados). Para ser justos, por culpa de los paros en el metro de Madrid, quizás yo esté algo más canina que la víspera porque he tenido que ir y volver del trabajo andando (dos horas de caminata) y a estas alturas de la noche escribo con el último resuello. Como no hay mal que por bien no venga -ya lo decía Franco-, a eso de las siete y media de la mañana, sin despuntar la aurora, encontré entre Chamberí y el Barrio de Salamanca a un buen aficionado a los toros y abonado de Las Ventas, junto al que recorrí parte del trayecto hablando, por supuesto, de cuernos y caireles. Estas cosas no pasaban en las pelis de Eisenstein.


Entenderán, pues, que este miércoles no esté para muchas florituras literarias y me limite a colgar una crónica gráfica y doméstica de la huelga en Madrid, algo diferente, quizás, a las que han publicado en otros medios, mucho más serios y fiables. 

Hora de poner pies en polvorosa rumbo a la oficina... a pata.
La huelga ayuda a esculpir el cuerpo serrano.

Los niños han ido al cole. No sé si a las feministas les gustará
que la madre le lleve la maleta a su hijo... ¿atenta contra la paridad?

La tahona de "Magallanes" ha abierto.
Nada de porcentajes: he aquí el auténtico termómetro social.

Qué pena: en "Magallanes" tienen un pan estupendo...
Prefiero la pancarta de "¡Menos chorizos y más jamón!"

14:00 horas. Mercado de La Paz en la calle Ayala.
La gente sale a hacer los últimos mandaos.

17:30 horas. Grupúsculo de sindicalistas frente a la Biblioteca Nacional.
Por unos grandes altavoces, "pinchaban" música zen.


Graffiti sobre cristal.
Hora del consumista e inaceptable cafelito de la tarde. 

Graffiti sobre pared con emoticono incluido.

Última hora de la tarde. El personal sale a correr por el parque.
Un deportista previsor se pone el casco, por lo que pueda suceder.
En el cielo se oye el TA-TA-TA-TA-TA de los helicópteros.